Si no era suficiente con la complicada transición hacia la electrificación, la industria automovilística tendrá que sumar ahora el impacto, todavía difícil (por no decir imposible) de cuantficar. Pero no cabe duda de que será un duro golpe, tanto para fabricantes como para concesionarios.
Hace un par de semanas eran los fabricantes asiáticos los más preocupados, como nos transmitían en la presentación de los SUV híbridos de KIA. El parón en China y en Corea del Sur hacía temer retrasos en la llegada de las importaciones o que paralizasen fábricas incluso en Europa si se rompía la cadena de proveedores.
Nadie esperaba un escenario como el actual hace apenas una semana. Italia para momentos muy duros y España se acerca a esa situación, con un estado de alarma que tiene confinada a la población en sus casas para detener el avance del virus y que no colapse el sistema sanitario. Los afectados se cuentan, en estos momentos, por miles y los muertos por cientos.
Obviamente, la salud es lo primero. Suena a frase hecha pero en estas circunstancias cobra especial importancia. No obstante, vamos a repasar cuál es la situación en el panorama automovilístico español:
Industria
José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac, indicaba en una entrevista a ABC que los fabricantes mantienen un comité de crisis diario. Habla del «caracter cambiante» de la crisis, lo que exige «recopilar datos a diario para evaluar la situación», pero avisaba de que aún es pronto para cuantificar el impacto.
Hace una semana ya se planteaban parones. El método de trabajo actual trata de evitar la acumulación de stocks. Almacenar piezas es caro, de modo que lo ideal es que lleguen desde el proveedor directamente al lugar de montaje. A ello se han sumado parones y en estos momentos la situación está así en las fábricas españolas.
Volkswagen Navarra
Volkswagen Navarra detuvo ayer su actividad industrial desde este momento, hasta nuevo aviso. En el turno de las 20 horas del domingo 15 ya no contaban con personal suficiente para arrancar las instalaciones. Se habían sufrido también paros previos debido a la falta de piezas.
Esta medida obliga también a parar a su industria auxiliar, con más de 5.000 empleados. En total, afecta a unas 10.000 personas
Renault Valladolid, Palencia y Sevilla
Las factorías de la marca gala en nuestro país detendrán la produccíón el lunes 16 y martes 17 debido a problemas con varios suministros.
Nissan Ávila y Barcelona
Se ha parado la fábrica de Ávila. Desde hoy lunes se aplicando un ERTE (expediente de regulación temporal de emple) «con la prioridad de proteger a los trabajadores». Se trata de una planta en proceso de reconversión de factoría de vehículos a fábrica de recambios. El ERTE afecta a todos los empleados, salvo aquellos que puedan realizar teletrabajo y alguna actividad puntua.
Por su parte, en Barcelona la planta se encuentra parada debido a la falta de piezas. Esta fábrica tiene problemas ya anteriores, ya que en mayo,al recortarse la producción de la e NV200 y abandonar el Mercedes Clase X su línea de producción se quedará en un 20% de su capacidad productiva.
Ford Almussafes
Ayer se habían detectado tres casos positicos en la plantilla, así que para cortar el brote, la fábrica se ha detenido, según informa la empresa en un comunicado. Ya había previstos tres días de no producción, y ahora pasan a ser una semana. Luego «la dirección irá monitorizando la situación y decidirá los siguientes pasos».
Seat Martorell
Hasta el fin de semana la fábrica funcionó con total normalidad. A partir del lunes serán 7.000 los trabajadores (de 13.000 que tiene la empresa) que no trabajen ya que la fábrica se para. Se debe tanto por la falta del suministro como por los problemas de movilidad de los trabajadores tras ser decretado el estado de alerta. No hay estimaciones de cuánto tiempo estará parada la fábrica.
PSA Vigo y Figueruelas
El impacto por el coronavirus aúnno se hace notar demasiado. En Figueruelas, tal y como indica Europa Press, se han ofrecido medidas de conciliación a su plantilla por el coronavirus y promovido el teletrabajo en aquellos puestos en los que ha sido posible. Aunque se ha registrado alguna tensión en la cadena logística, la factoría está produciendo con normalidad en los tres turnos.
En Vigo, tal y como leemos en Faro de Vigo, los sindicatos pidieron la paralización de la actividad de la planta, pero desde de la dirección han recordado que la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno «autoriza la continuidad de la actividad industrial y los movimientos de las personas para acudir al trabajo». Justifican la decisión en vista del enorme volumen de actividad económica que genera. De ahí que continuarán trabajando «en tanto el marco legal, la situación general y el suministro de piezas lo permitan». Tampoco hay problemas, por ahora en Villaverde
Iveco Madrid
Aunque por ahora no se han registrado problemas, el fabricante de camiones puede tener problemas de abastecimiento la próxima semana porque muchos componentes proceden del norte de Italia”.
Ventas
Si los meses de enero y febrero fueron flojos, la caida en las matriculaciones de marzo tiene visos de ser terrible. Faconauto avisaba a finales de la semana pasada que el mes no había arrancado mal, ya que iban creciendo (debido a operaciones cerradas en febrero). Pero desde el miércoles, que los niños dejaron de ir a clase en Madrid, las visitas a los concesionarios calleron un 75% en la Comunidad. Es de esperar que en otros lugares sea similar.
Si echamos un ojo a China, que llevan tiempo de adelanto en esta crisis del coronavirus, las matriculaciones cayeron un 79,1% en comparación con el mismo mes de 2019. La producción bajó en la misma proporción, con una bajada del 79,8% de la fabricación de vehículos. Eso sí, esperan que en marzo aumenten significativamente ambas cifras, pues la producción fue recuperándose a finales de febrero.
Los concesionarios confiaban en los canales online para tratar de paliar las pocas visitas físicas, pero el escenario que se plantea a medio plazo, con una recesión en ciernes por el cese de toda actividad, requerirá de ayudas. Tanto a trabajadores, autónomos y Pymes como a industrias en concreto, así como líneas de crédito que contengan al menos la caida del consumo que, a buen seguro, se producirá.