¿Cómo está la diferencia de gasto entre un coche eléctrico y uno de gasolina?

En la actualidad hay un debate muy extendido que trata sobre si merece la pena el coche eléctrico. En muchos casos la respuesta es positiva, pero hay dos grandes barreras en nuestro país que hacen que este tipo de tecnología no esté al alcance de todos. Por un lado, el elevado precio de partida de estos modelos. Por el otro lado, una infraestructura de recarga insuficiente. Hoy nos limitamos a hacer cuentas para ver la diferencia de gasto entre un coche eléctrico y uno de gasolina a igualdad de condiciones.

Lo hacemos con el Peugeot 208 y con su versión eléctrica e-208, pues es de los pocos que cuenta actualmente con la posibilidad de elegir entre todos los combustibles principales. De hecho, destaca en un segmento B que está abandonando por completo el diésel debido a esa vocación urbana. Es el primero que probamos y nos dejó buen sabor de boca, sobre todo ahora que ha mejorado su autonomía. Homologa hasta 362 kilómetros y parece que nos podremos quedar cerca de conseguirlos gracias a un consumo ajustado.

El gasto de un eléctrico es bastante relativo, pues depende de dónde y cómo lo carguemos. Lo ideal sería hacerlo en el propio domicilio y teniendo una tarifa beneficiosa. En este caso, se pueden estar pagando precios irrisorios de hasta 0,03 euros/kWh en horas valle, aunque el precio máximo con una tarifa sin discriminación horaria tampoco suele exceder de los 0,31 euros/kWh. Eso hace que el coste de la recarga sea entre 1,5 y 15,5 euros con un por recorrer 100 kilómetros de entre 0,5 y 3,6 euros. Esto se podría abaratar mediante la instalación de placas solares para el autoconsumo

La recarga pública es considerablemente más cara, por lo que muchos usuarios la tienen únicamente contemplada para emergencias o trayectos largos. Como hay muchos distribuidores, el abanico de precios es amplio y oscila entre los 0,20 y los 0,79 euros/kWh, lo que nos dejaría con un precio por recargar la batería de 50 kWh del Peugeot e-208 de entre 10 y 39,5 euros. La ventaja son los reducidos tiempos de recarga, pero también presenta la desventaja del aumento de costes. Con este sistema costaría entre 3,4 y 13,6 euros recorrer 100 kilómetros.

Por otro lado, están los modelos de combustión tradicional. En el caso del gasolina, que también tuvimos la ocasión de probar, vemos que le perjudica especialmente la subida del precio del combustible. En el momento de la comparativa la gasolina rondaba los 2,2 euros/litro, por lo que su coste por cada 100 kilómetros estaría en 11,6 euros. El diésel no lo tuvimos, pero la diferencia respecto al eléctrico es algo inferior. En este caso, con un precio medio de 1,9 euros/litro nos dejaría con un coste de 7,6 euros por cada 100 kilómetros recorridos.

Está claro que el eléctrico tiene ventajas importantes en cuanto a los gastos por uso, sin embargo, tienen que cambiar ciertas cosas para que puedan popularizar. Esperemos que evolucione la infraestructura de recarga y que su precio vaya bajando según aumente la oferta en los próximos años.

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