Los coches nuevos vienen equipados cada vez con más elementos tecnológicos y conectividad a Internet. Los coches conectados están a punto de comenzar su despegue y, sin duda, eso traerá un montón de beneficios… y problemas añadidos.
Tras décadas mejorando la seguridad de los coches, tanto activa como pasiva… ¿Qué ocurriría si un hacker pudiese»meter mano» a un coche? No se trata de ciencia ficción, Hace ya dos años veíamos cómo se puede hackear un coche desde un simple CD de música y el año pasado qué puede ocurrir si hackean tu coche. Y ahora, dos investigadores españoles demuestran que este riesgo, es factible.
Javier Vázquez-Vidal y Alberto García han desarrollado el denominado CAN Hacking Tool (CHT), un dispositivo que se instala en los coches y que permite controlarlos a través de Bluetooth en menos de cinco minutos. Después, «podríamos esperar un minuto o un año y luego activarlo para hacer cualquier cosa para lo que lo hayamos programado», explica Vázquez-Vidal, quien trabaja como asesor de seguridad de información y tecnología en Alemania, en una entrevista a Forbes.
Estos investigadores quieren ir más allá. Saben que el Bluetooth limita a unos cuantos metros el control del vehículo, de ahí que ya trabajan para desarrollar un modelo que funcione a través del sistema de radio GSM -el antiguo sistema 2G de cobertura para móviles-, de cara a la presentación del CHT en la conferencias Black Hat que tendrán lugar en Singapur el próximo mes.
Una vez conectado el gadget al CAN Bus (el sistema destinado a controlar el motor e interconectar la unidades de control electrónico) del vehículo que se va a hackear, es posible tener acceso al control de la alarma, las ventanillas, las luces, el sistema de frenado y del volante a través de un ordenador. «Un coche es una mini red y, por ahora, no hay ningún tipo de seguridad implementado», indica Alberto García.
El dispositivo desarrollado por estos dos investigadores españoles vuelve a incidir sobre las carencias de seguridad que presentan los vehículos a medida que avanza la tecnología conectada a la red, poniendo de relieve una vez más la urgencia de que se apruebe una regulación que garantice la integridad del vehículo y de sus ocupantes frente a este tipo de amenazas.
Fuente: Forbes