Cualquier amante del cine tiene en su memoria un sinfín de escenas inolvidables. Una de ellas puede ser la secuencia que se rueda bajo las aguas de las Bahamas en la película La espía que me amó (1977), en donde 007 intenta escapar y acaba en el mar convirtiendo su coche en un submarino. Este no es el único de los coches de James Bond en ser subastado, ya que la casa de subastas RM Auctions vendió en 2010 el mítico Aston Martin DB5 utilizado por Sean Connery en Goldfinger (1964), que alcanzó el valor de 2.900.000 libras (unos 3.500.000 euros).
Pues bien, ahora le ha tocado el turno a este Lotus Esprit submarino de James Bond, que ha sido vendido en una subasta en la ciudad de Londres por una cantidad de 644.000 euros, según informó la casa de subastas RM Auctions. El Lotus Esprit (también recibe el nombre de Wet Nellie) fue diseñado para una escena bajo el agua cuando el agente 007, interpretado por el actor Roger Moore, escapa de una persecución en un vehículo (lo podemos ver en el vídeo de abajo) junto a la espía rusa Ana Amasova, personaje que encarnó Barbara Bach.
En su día, se invirtieron en él coche submarino de James Bond unos 100.000 dólares (el equivalente a medio millón de dólares en la actualidad), y todo para que pudiera impulsarse tanto en la tierra como en el agua. Sus ingenieros consiguieron su objetivo, y aunque en el rodaje de la película participaron un total de seis carrocerías, esta es la que más minutos de pantalla acaparó. Después de filmar las secuencias que han pasado a la historia del cine bajo las aguas de las Bahamas, el vehículo fue enviado a Long Island, Nueva York, donde se mantuvo en una unidad de almacenamiento sin más pretensiones.
Este Lotus Esprit solo fue utilizado para la escena bajo el agua y no se puede conducir en carretera. Este vehículo es capaz de desarrollar una potencia de 160 CV a 6.200 rpm y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 221 km/h. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,8 segundos. El encargado de realizar el primer rodaje submarino del Lotus Esprit fue Don Griffin, prestigioso almirante de la Marina estadounidense.
Lo curioso de esta subasta es que este coche submarino de James Bond fue comprado en 1989 por una pareja estadounidense por la ridícula cifra de 100 dólares (unos 75 euros). Este empresario decidió ponerlo a subasta 24 años después, aunque en realidad no se atrevió a venderlo hasta que los niños de su vecino le preguntaron que por qué tenía el coche de James Bond en la entrada de su casa.
El portavoz de la casa de subastas RM Auctions, Peter Haynes, expresó su satisfacción con la venta, a pesar de que el coche se vendió por debajo del precio estimado, (establecido entre 650.000 y 950.000 euros): “Estamos muy contentos con el precio, es mucho dinero para una importante pieza de película”.
Aquí debajo podéis disfrutar de la escena donde aparece el coche submarino de James Bond.
Fuente: RM Auctions
Vía: Metro
Galería de fotos (por Tim Robins, cortesía de RM Auctions):