Estamos seguros que Pere Navarro ya se está frotando las manos. En los últimos meses la Dirección General de Tráfico, órgano que dirige, está bajo las sospechas de asociaciones de conductores y usuarios que le acusan de poner en marcha políticas identificadas para la seguridad vial pero que en realidad, aseguran, esconde un afán recaudatorio.
Parece ser que en tiempos de crisis las multas de tráfico son un sistema recurrerente para paliar la extrema delgadez de las arcas públicas y nuestro país no iba a ser una excepción. Y este nuevo sistema de radares podría aumentar los ingresos por multas exponencialmente.
Bautizado como CORDON, este novedoso sistema ha sido desarrollado por la empresa noruega Simicon y supone un significativo avance con respecto a los sistemas tradicionales, que solo pueden detectar a un vehículo en cada batida. Nos ha recordado al sistema ASSET del que hablábamos hace un año.
Este nuevo sistema de reconocimiento en carretera capaz de identificar las matrículas de hasta 32 vehículos sumultáneamente en cuatro carriles.
El funcionamiento del CORDON es bastante sencillo. Una vez registradas las matrículas, un sistema de colores identifica a los vehículos infractores, siendo el verde para los automóviles respetuosos con la normativa, el amarillo para los que circulan al límite y el rojo para los que deberían ser multados.
Sus responsables aseguran que su utilización supone una mejoría considerable para la seguridad, debido a su capacidad para detectar a conductores irresponsables y potencialmente peligrosos.
Por el momento el sistema se encuentra en fase de pruebas con unos primeros resultados más que esperanzadores. Tal y como ha confirmado un portavoz de Simicon, son varios los países que se han mostrado interesados por la implantación del CONDOR en sus carreteras. Por el momento la DGT no se ha pronunciado oficialmente al respecto, pero después de anunciar nuevos radares de tramo.
Aquí puedes ver un vídeo de cómo funciona:
Vía: Autoevolution