Las cosas están cambiando en la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi. La crisis ha afectado severamente a este conglomerado, que se ha visto obligado a realizar una reestructuración de su negocio y a tomar decisiones tan críticas como el cierre de la planta de Nissan en Barcelona. Desde hace tiempo también se viene hablando de que Alpine podría correr peligro. La marca deportiva de Renault que fue devuelta a la vida hace poco más de tres años ocupa la fábrica de Dieppe, que no es demasiado rentable para el grupo.
Así que la marca francesa se tiene que plantear seriamente el futuro de Alpine y hacer algo para que esas instalaciones sean sostenibles a nivel financiero. Desde la marca creen que es necesario el valor añadido que aporta Alpine, pero son conscientes de que no pueden seguir como hasta el momento, es necesario un cambio. Así que la salvación podría estar ligada a una electrificación total de la marca, una decisión que iría en consonancia a la fuerte apuesta que está haciendo Renault por este tipo de movilidad.
Cada vez es más habitual que los fabricantes de coches hagan versiones deportivas de sus modelos con algún tipo de electrificación. Así que tendría sentido que Alpine tomase este camino, también para adaptarse a las normativas anticontaminación que irán llegando en los próximos años. El propio Laurens van den Acker, jefe de diseño de la marca francesa, lo reconocía recientemente. Por otro lado, no hay que olvidar que Luca de Meo será nombrado CEO de Renault el próximo mes y que ya tiene una experiencia similar en su antiguo trabajo.
De Meo convirtió a Cupra submarca deportiva durante su paso por SEAT. Cupra se centrará en los modelos de alto rendimiento y también estrenará nuevos sistemas de propulsión y tecnologías. De esta forma, también aumentaba los márgenes de beneficio, algo que también le vendría bien a Alpine. El problema de la marca francesa es que para una electrificación total también se tendría que invertir en la fábrica de Dieppe, que no está preparada para ese cambio. Queda claro que mantener una marca de bajo volumen como Alpine (4.835 unidades vendidas en 2019) es cada vez más difícil en los tiempos que corren.
Fuente: Autocar