La industria de la automoción en España es de las más importantes. No solamente porque sea la que nos ocupa en esta cabecera, sino también porque representa aproximadamente el 10 % del PIB del país. Aunque a veces se nos olvide, somos el segundo mayor fabricante a nivel europeo, solamente por detrás de Alemania, y las plantas a nivel nacional parecen tener futuro gracias a su adaptación gradual para producir vehículos eléctricos.
Una de ellas es la fábrica de Volkswagen en Navarra, que tras los últimos datos nos deja claro por qué es tan importante para la marca y también para la industria nacional. De hecho, de las 17 plantas que tiene Volkswagen a nivel mundial, la de Landaben es la cuarta por nivel de producción tras analizar los datos de 2023. La superan las instalaciones de Wolfsburg (Alemania), Puebla (México) y Bratislava (Eslovaquia); pero deja el pabellón bien alto.
Volkswagen Navarra cerró 2023 con una producción total de 273.273 coches, un número bastante curioso que representa un 10 % del total de la marca alemana. Y es un orgullo nacional por esos datos y también por la posición que ocupa dentro de todo el Grupo Volkswagen. Sumando todas las plantas de otras marcas, incluyendo la producción en China, estaría en la posición undécima de 51. Eso supone un 3 % del total de la producción, por lo que no está nada mal.
Y eso que las instalaciones no están precisamente en máximos históricos. Bajaron un 5 % respecto a los 288.088 coches que fabricaron en el año 2022 por varios motivos. El primero fueron las obras que se han estado realizando para poder acoger nuevos modelos. Allí se ensamblarán también un Volkswagen y un Skoda, los esperados eléctricos de acceso que llegarán en 2026. Los otros motivos fueron la falta de piezas por la escasez de semiconductores y por la inundación de un proveedor en Eslovenia en septiembre.
Si hacemos un desglose por modelos veríamos que de las 273.273 unidades, casi la mitad corresponderían a un solo modelo. El protagonista del pasado año fue el Volkswagen T-Cross con sus 118.956 unidades, seguido por el Volkswagen Taigo con 82.256 vehículos y por el Volkswagen Polo con 66.755 ejemplares. El motor más popular de los que montaban fue el 1.0 TSI de tres cilindros con 115 CV, presente en el 55 % de los coches. El mismo 1.0 TSI con 95 CV fue equipado por el 35 % de los vehículos producidos y el 10 % restante con el 1.5 TSI de cuatro cilindros y 150 CV. El cambio automático DSG también se impuso al estar presente en el 57 % de los coches.
Fuente: Europa Press