Todo empezó con una disputa por ser el fabricante deportivo más aclamado del mundo. Era el 40 aniversario del Cavallino Rampante, un año muy importante para el fabricante italiano… pero no había mucho lugar para la alegría. Los modelos del fabricante germano Porsche eran los rivales a batir, sobre todo el Porsche 959, que había salido al mercado con la más avanzada tecnología. Pero, en ese año 1987, en Maranello se conjuraron para no ser menos.
De esta contienda nació uno de los superdeportivos más emblemáticos en la historia del automovilismo. Liderado por el propio Enzo Ferrari, los ingenieros de Ferrari diseñaron una macchina clásica, de estética agresiva y con unas prestaciones que permitían disfrutar de una conducción pura.
El propio Enzo Ferrari presentó, desde las instalaciones de Maranello, el Ferrari F40, bautizado así en homenaje a los 40 años de historia de la marca. Il Commendatore llegó a decir en su día, antes de que falleciera al año siguiente, que el Ferrari F40 era el mejor Ferrari de todos los tiempos, un legado que todavía persiste entre los amantes del bólido rojo.
El Ferrari F40 era un sudeportivo de los de antes, con unas prestaciones centradas por y para la conducción deportiva. Tenía un motor central de 8 cilindros y 2.9 litros. Presentaba una configuración similar al Ferrari 288 GTO, pero el Ferrari M40 contaba con dos turbocompresores equipados con dos radiadores aire-aire, entre otras mejoras. Esta combinación ofrecía una potencia máxima de 478 CV, una velocidad máxima de 324 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, algo insólito hasta la fecha.
Estos resultados se lograban gracias a la reducción de peso que se aplicó en todo el coche. El chasis tubular contaba con materiales como kévlar, fibra de carbono y de vidrio, una combinación pionera y de un alto coste para la época. En la carrocería se empleó plástico y materiales compuestos resistentes y ligeros. En el interior, el equipamiento era de lo más básico con el objetivo de reducir el peso hasta los 1.220 kg.
Hasta 1992, se lograron fabricar más de 1.300 unidades para los amantes de la velocidad. Una vez concluida la producción, en los siguientes años fueron apareciendo versiones de competición como este Ferrari F40 LM diseñado por Michelotto para Le Mans, previa autorización de Ferrari.
Las modificaciones de Michelotto llevaron al Ferrari F40 LM al límite de un deportivo que paso de un entorno urbano a uno de competición. Esta versión pesaba casi 200 kg menos, se cambió la suspensión, la transmisión, panel de instrumentos, parte del diseño de la carrocería frontal y trasera, pero lo más llamativo del restilizado fue el motor.
Conocido también como F120 B, el Ferrari F40 LM pasó de 478 CV a 720 CV que, sin las limitaciones que exigían en los campeonatos, podía rendir hasta los 760 CV de potencia. Para los años 90, esas cifras eran impensables en un deportivo… que en origen había nacido para la carretera.
Tan solo se fabricaron 19 unidades en el mundo. Todos llegaron a competir menos uno. La 18ª unidad nunca llegó a correr en una competición. El pasado 13 de agosto, en Monterey (California, EE. UU.), la casa de subastas RM Sotheby’s subastó por más de 3,3 millones de dólares el Ferrari F40 LM que ves en las imágenes, en perfectas condiciones y con todas sus piezas tal cual salieron de la producción llevada a cabo por el equipo de Michelotto. Una subasta que atrajo la atención de muchos coleccionistas de Ferrari y coleccionistas de superdeportivos clásicos de todo el mundo.
Fuente: RM Sotheby’s
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