Cuando pensamos en un coche deportivo y lujoso, normalmente nos vienen a la cabeza coches italianos, quien parece liderar este segmento. Maserati es una de las especialistas, y una de las más antiguas del mundo al abrir sus puertas el 1 de diciembre de 1914 en Bolonia. La empresa, fundada por Alfieri Maserati, ha producido algunos de los coches más icónicos de la historia, y a él le debemos uno de los primeros gran turismo, en el sentido más literal, con el Maserati A6 1500 GT.
Como muchas empresas, Maserati ha tenido una buena cantidad de altibajos. A través de estas tribulaciones, la firma cayó bajo el paraguas de Ferrari antes de pasar a manos de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), y ahora Stellantis. A pesar de los cambios de propiedad, Maserati siempre ha mantenido la calidad –con luces y sombras– en lo que respecta a sus coches. Esto también se ha reflejado en el desempeño dinámico de sus monturas, que aún prolifera en su línea de modelos actual con el Quattroporte, el Ghibli, el Levante o el MC20.
Pero no cabe duda de que una de sus mejores creaciones fue el Maserati A6 1500 de 1947. La estirpe de los grandes turismo de la firma del tridente tiene sus raíces aquí, y específicamente en el GT Pininfarina. Este clásico coupé fue construido para ser un coche de competición igual de sofisticado que una gran berlina, con el lujo y el estilo adecuados para un conductor diario, a la vez que te permitía domar una bestia cuando lo llevases a la pista el fin de semana. Así que estamos ante uno de los máximo exponentes automotrices de su día.
En marzo de 1947, en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra (el primero después de finalizar la II Guerra Mundial), el Maserati A6 1500 debutó pintado de gris. El primer chasis del nuevo coupé presentaba una carrocería creada por la mano de Pininfarina, con una disposición de dos puertas y dos plazas y una carrocería de tipo berlinetta/fastback de tres ventanas. Con respecto al prototipo mostrado en Suiza, la vertiente de producción acogió unos faros convencionales en lugar de los escamoteables. Pero se conservó todo lo demás.
Pasando al apartado mecánico, Ernesto Maserati y Alberto Massimino trabajaron en un nuevo diseño que impulsara a los próximos modelos de la casa modeneses. Se trataba de un bloque de aluminio de seis cilindros en línea y 1.5 litros que podía rendir 65 CV a 4.700 rpm y 100 Nm a 2.500 rpm. Con un peso de 950 kilogramos y su caja de cambios manual de cuatro relaciones, las ruedas traseras del Maserati A6 1500 podían impulsar el conjunto hasta una punta cercana a los 155 km/h, una cifra era bastante decente para un coche en los años 40.
El susodicho montaba una suspensión frontal independiente, de trapecios oscilantes y muelles helicoidales, así como un eje rígido con ballestas atrás y frenos de accionamiento hidráulico en las cuatro esquinas, de tambor, por supuesto. Las llantas de disco (de radios bajo pedido) eran de 16 pulgadas de diámetro, grandes para lo que se estilaba en ese entonces. Otros elementos que destacaban por encima de la aún escasa competencia era el techo corredizo de plexiglás y un capó que podía levantarse por ambos lados, o quitarse directamente.
La gran cantidad de elogios y reconocimientos recibidos motivó la puesta en producción hasta 1950, con una actualización en estética 1948. Pininfarina también aplicaría más cambios en la carrocería, eliminando el friso en relieve de las aletas delanteras, y se incluyeron dos asientos traseros a bordo para convertirlo en un 2+2. A pesar de haberse hecho 58 unidades, el A6 1500 supuso un hito en la historia de Maserati, cuando comenzó a consolidarse como fabricante de coches de calidad, hechos a medida y con la deportividad en su ADN.
Porque “Gran Turismo” es una forma de vida, un tipo de vehículo prestacional adecuado para largas distancias y viajes cómodos sin mermar el apartado dinámico. Y todo comenzó con el Maserati A6 1500 hace más de siete décadas, un modelo que en ese entonces gozaba de un con espíritu revolucionario, siendo el precursor de una clase de coches que no se habían visto entonces y que continuaría influyendo en el sector automotriz a nivel global y en las sucesivas generaciones de modelos de carretera de Maserati.
Fuente: Maserati
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