Mazda ha hecho mucho por el sector del automóvil en términos de innovación. Siempre ha tenido su propia filosofía y ha apostado por tecnologías que nadie más tenía en cuenta. El principal ejemplo es el motor rotativo Wankel, un tipo de mecánica que nadie ha explotado como la marca de Hiroshima, que pretende traerlo de vuelta como extensor de autonomía para eléctricos. Y en esa época era presentado el Mazda RX500 Concept para ensalzar sus virtudes.
Se trató de un prototipo que vio la luz en el Salón de Tokio de 1970 y que servía de celebración por el 50 aniversario de la marca. Pretendía conseguir un compendio ingeniería y diseño avanzados, incluso estuvo entre los que tenían ascendencia italiana. No tenía nada que ver con los Cosmo o R100 que representaban al motor rotativo en la época, pues su silueta en forma de cuña y las puertas de apertura tipo mariposa marcaban la diferencia. También que se accediera al motor a través de la cubierta trasera de alas de gaviota.
De hecho, su diseño suscitó tanto interés que la marca de juguetes británica, Matchbox, decidió incluirlo entre sus modelos ofrecidos. Estaba en la colección Superfast y buscaba llamar la atención en mercados como el de Estados Unidos. Pero volviendo al vehículo real, hay que decir que su desarrollo venía de 1968, cuando se propusieron comprobar el comportamiento de las carrocerías a altas velocidades. De ahí que se buscara afinar su resistencia aerodinámica al máximo en el túnel de viento.
Se eligió la carrocería al estilo Shooting Brake con inspiración aeronáutica, con un parabrisas envolvente que ocultaba por completo el pilar A. Para su desarrollo contaron con la ayuda de la reputada Carrozzeria Bertone. La zaga, además de la revolucionara cubierta del motor, contaba con una revolucionaria luz que indicaba lo que estaba haciendo el Mazda RX500. En verde cuando aceleraba, en amarillo cuando se levantaba el pie y en rojo cuando frenaba; además de las habituales luces de freno y marcha atrás.
La carrocería de fibra de vidrio hacía que solamente pesara 850 kg y destacaba una altura de apenas 1.065 mm para favorecer la aerodinámica. Aunque su componente principal era el motor rotativo de 982 cc, que contaba con dos rotores para conseguir una potencia de 250 CV y era capaz de girar a 15.000 rm. No se dieron detalles sobre las prestaciones del Mazda RX500, ya que nunca se pensó en llevarlo a producción. La crisis del petróleo de 1973 fue la que impidió que el proyecto fuera tenido en cuenta por su alto coste y complejidad.
Sin embargo, la comercialización del RX500 de juguete de Matchbox fue todo un éxito, estando disponible en varios colores y versiones. Del prototipo solamente se conserva la única unidad que se hizo y que descansa en el Museo de Transporte de Numaji en Hiroshima. Se rumoreó que se hicieron varios ejemplares, pero siempre ha sido el mismo. Salió de fábrica en color verde, fue pintado de amarillo para el Salón de Tokio y fue restaurado en 2008 dejando su carrocería en color plateado.
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