La Unión Europea (UE) tiene la intención de diluir drásticamente las regulaciones de emisiones planificadas bajo la normativa Euro 7 en lo que parece una victoria para los fabricantes de automóviles, que durante mucho tiempo argumentaron que las propuestas para dichas reglas eran demasiado difíciles de conseguir y costosas. Parece que este proceso dará como resultado que la Comisión Europea (CE) asegure a los fabricantes que no tengan que hacer grandes inversiones.
El borrador de la normativa, largamente retrasado, mantendrá las regulaciones de emisiones para turismos y furgonetas similares a las establecidas actualmente para los coches a gasolina, según un informe de Politico. La UE “minimizará” así los costosos procesos para “limpiar” los motores, citando “presiones sin precedentes” en la cadena de suministro automotriz que han elevado el precio de los automóviles, según una copia del borrador vista por el medio. En base a la descripción, el resultado final se emitirá el 9 de noviembre.
La mayoría de los fabricantes han argumentado enérgicamente contra las nuevas regulaciones, las cuales requerirían gastar “muchos millones de euros”, de acuerdo con el grupo de presión automotriz europeo ACEA. “Desde la perspectiva de la industria, no necesitamos la regulación EU7, puesto que atraerá recursos que deberíamos gastar en electrificación”, explicó el CEO de Stellantis al margen, Carlos Tavares, durante el Salón del Automóvil de París 2022. “La Euro 7 debería cancelarse, simplemente”, zanjaba el directivo portugués.
Se suponía que el estándar Euro 7 igualaría los estándares de emisiones de todos los turismos y furgonetas con los vigentes actuales para los vehículos a gasolina bajo el estándar Euro 6e en Europa. Según las regulaciones revisadas, la UE quiere minimizar la inversión de investigación y desarrollo de los fabricantes para crear nuevas mecánicas más limpios dada la prohibición de venta de motores de combustión interna propuesta para 2035. O, en pocas palabras, la UE no ve la necesidad de pedir una inversión de millones en nuevos motores.
A grandes rasgos porque serán un poco más ecológicos que los existentes y estarán a la venta durante unos pocos años. ACEA argumentó que los estándares propuestos eran irrelevantes, dada la velocidad de adopción de los vehículos eléctricos a medida que los distintos fabricantes se preparaban para la fecha de finalización de 2035 para vender vehículos nuevos de gasolina y diésel tanto en la UE como en el Reino Unido. La mayor proporción de vehículos eléctricos en la carretera ya estaría limpiando el aire, argumentó la organización.
Naturalmente, este nuevo giro de los acontecimientos provocó rápidamente reacciones mixtas de diferentes asociaciones y empresas. Si bien la industria automotriz cree que las nuevas inversiones “atraerán recursos que deberíamos gastar en electrificación”, la ONG Transport & Environment cree que la revisión de las regulaciones propuesta por la CE significa que “las ganancias de los fabricantes se priorizan sobre la salud de millones de europeos”. Como decíamos, se espera que la versión final de las reglas se publique el 9 de noviembre.
Fuente: Politico