Hace poco conocíamos al Mercedes Clase C Cabrio 2016, la alternativa a modelos como el Serie 4 Cabrio o el Audi A4 Cabrio. Era sabido que pronto conoceríamos sus versiones más prestacionales. La marca alemana calentó motores con el AMG C 43 Cabrio, el V6 con 367 CV de potencia y, ahora se cruzó el charco para presentar en el Salón de Nueva York el nuevo Mercedes-AMG C 63 Cabrio, la versión pata negra firmada por los de Afflaterbach.
Si en un descapotable se buscan sensaciones por encima de prestaciones, el Mercedes-AMG C 63 Cabrio se presenta como un digno rival del BMW M4 Cabrio o el Audi RS 5 Cabrio. Bajo su mecánica cuenta con las mismas armas del Mercedes-AMG C 63: un motor 4.0 V8 Biturbo que desarrolla 476 CV y 650 Nm pero que alcanza los 510 CV y 700 Nm de par en la versión S. Se envían a las ruedas traseras (con un autoblocante mecánico o de control electrónico) mediante una caja de cambios AMG SpeedSifht MCT de siete relaciones, un tipo de cambio automático en el que el convertidor de par se cambia por una serie de embragues multidisco.
La versión S incluye el modo Race para la transmisión, mientras que el C63 Cabrio se conforma con los modos Confort, Sport y Sport+. Además, el C63 S dispone de apoyos dinámicos para el motor que adaptan la rigidez del conjunto a las condiciones de conducción como una medida para mejorar el control y el confort de conducción.
Si lo comparamos con el AMG C 63 Coupé, esta versión descapotable pesa 125 kg más, hasta los 1.925 kg, ya que han sido necesarios refuerzos estructurales para mantener la rigidez en un coche de capota de lona. Eso no ha impedido que tenga unas prestaciones sobresalientes. Ambas versiones alcanzan una velocidad punta de 250 km/h y solamente supone que sea 0,2 segundos más lento en el 0-100 km/h. El Mercedes-AMG C 63 Cabrio tarda 4,2 segundos en alcanzar los 100 km/h desde parado y la versión S de 510 CV 4,1 segundos. Su conumo se mantiene a raya, pues anuncia que homologa entre los 8,9 y 9,3 l/100 km.
Por supuesto, hay numerosos cambios estéticos respecto de las versiones convencionales, que lo hacen más apetecible. Los paragolpes sobredimensionados, con mayores entradas de aire propios de las variantes AMG hacen que el coche sea más ancho, 64 mm delante y 66 detrás.
No faltan los diversos aderezos de los preparadores alemanes, como las llantas de aleación ligera de 18 y 19 pulgadas. Entre ellas pueden verse un impresionante equipo de frenado, que pueden llegar a contar con discos de 402 mm si se equipan los frenos deportivos opcionales. En la zaga, el protagonismo recae en las cuatro salidas de escape y su enorme difusor central, además del techo de lona practicable, totalmente eléctrico, la mayor diferencia con el coupé. Como en el resto de versiones, puede activarse a una velocidad máxima de 50 km/h y tarda 20 segundos en quitar o poner el techo.
El interior del Mercedes-AMG C 63 Cabrio estrena un volante deportivo tapizado en cuero Alcántara, un cuadro de instrumentos nuevo, una consola central de fibra de carbono, tapicería de cuero para el salpicadero, los paneles de las puertas y el túnel de transmisión. Los asientos de tipo baquet de competición incluye logotipos AMG, al igual que el resto del habitáculo.
Al igual que existió un AMG C 63 Coupé Edition 1, también existirá una edición limitada (disponible sólo durante un periodo de tiempo concreto) con idéntica denominación para este descapotable. Solamente podrá elegirse en color blanco y, entyre el equipamiento adicional que incluye destacan las llantas traseras de 20 pulgadas o los asientos deportivos tapizados con cuero Napa de color marrón. Podrá completarse con paquetes estéticos en fibra de carbono o el paquete Night, que croma con tonos oscuros varios detalles exteriores del coche, tiñendo de color negro el spoiler trasero.
Fuente: Daimler
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