En el mundo del motor hay pocas casualidades y las marcas suelen tener muy bien planificado su futuro. Basta con ver que ya en 2017 presentaron el Mercedes-AMG GT Concept en formato híbrido enchufable. Se trató de la primera aproximación al Mercedes-AMG 4 puertas de producción, pero esa mecánica no hizo acto de presencia en sus primeros años de comercialización. Es ahora cuando llega el Mercedes-AMG GT 63 S E Performance para colocarse como el tope de gama y destacar en el aspecto técnico.
Se trata del primer modelo híbrido enchufable de AMG, la división deportiva que ya prometió que se aproximaría a la electrificación en los años venideros. Lo hacen con tecnología que deriva directamente de la Fórmula 1, donde la marca de la estrella tiene una presencia muy fuerte. A nivel estético incorpora algunas novedades como tomas de aire más grandes, la tapa del enchufe y el anagrama de modelo sobre fondo rojo, pudiendo personalizarlo con nuevas llantas de 20 y de 21 pulgadas o con un paquete de fibra de carbono.
Aunque lo más interesante del Mercedes-AMG GT 63 S E Performance es la nueva mecánica híbrida enchufable que estrena este modelo. La forman la combinación del V8 biturbo de 4.0 litros (639 CV por sí solo) junto a un motor eléctrico síncrono de excitación permanente, una batería de altas prestaciones y la tracción integral AMG Performance 4MATIC+. La transmisión utilizada es la automática AMG Speedshift MCT 9G de doble embrague. En conjunto, se genera ua potencia combinada de 843 CV y 1.400 Nm de par, cifras superiores incluso a las del prototipo inicial.
Gracias a ello se convierte en el modelo de producción más potente que hayan hecho en Affalterbach y consigue unas prestaciones sublimes. Esta berlina acelera de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, pasa de 0 a 200 km/h en menos de 10 segundos y su velocidad máxima es de 316 km/h. Cabe destacar que el motor de gasolina va en el eje delantero, mientras que la unidad eléctrica (de 204 CV) va situado en el eje trasero. Allí se combina con una transmisión de dos marchas y un diferencial autoblocante eléctrico.
El otro elemento característico de este Mercedes-AMG GT 63 S E Performance es la batería AMG High Performance, que deriva de las usadas en la Fórmula 1. Con apenas 89 kg de peso tiene una potencia en régimen continuo de 70 kW y es capaz de producir hasta 150 kW en un periodo de 10 segundos. Estrena un sistema de refrigeración directa para que la temperatura de la batería siempre sea óptima. Este elemento permite al coche tener una autonomía eléctrica de 12 kilómetros, poco comparado con otros modelos.
El comportamiento dinámico de este ejemplar estará condicionado por los modos de conducción AMG Dynamic Select. Permite elegir entre Electric, Comfort, Sport, Sport+, Race, Calzada resbaladiza e Individual para adaptarse a todo tipo de situaciones. Modifica parámetros como la suspensión neumática multicámara del tren de rodaje AMG Ride Control+, que también es novedad y cambia su carácter de forma significativa. No pueden faltar los frenos cerámicos de alto rendimiento, con discos de 420 mm en el eje delantero y 380 mm en el trasero.
El interior del Mercedes-AMG GT 63 S E Performance se mantiene con el mismo nivel de calidad y tecnología. Los puntos específicos de esta versión deportiva son el volante AMG Performance con diseño de radios dobles con los mandos circulares para los modos de conducción y también unos nuevos menús específicos para mostrar informaciones como la autonomía eléctrica, el consumo eléctrico, la potencia y el par del motor eléctrico o la temperatura de la batería.
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