La electrificación ha llegado para quedarse en casi todos los ámbitos del sector de la automoción. Eso incluye también a los vehículos más deportivos y prestacionales que podamos encontrar, que se ven obligados a adaptarse para sobrevivir. De hecho, Mercedes-AMG ha querido mostrar su visión de futuro, que pasa por seguir haciendo coches de gran rendimiento y una dinámica de conducción sobresaliente, con la máxima eficiencia posible. Han dado algunos detalles y tecnologías que llegarán en los próximos años
En la estrategia de la marca hay dos pilares: modelos híbridos E Performance y modelos eléctricos sobre la plataforma Electric Vehicle Architecture (EVA). Eso últimos serán derivados de otros modelos de producción EQ y todavía no hay demasiada información. En la comunicación se han desvelado más aspectos de los E Performance, aquellos híbridos enchufables que tendrán una concepción novedosa. Los habrá con el motor de cuatro cilindros y 2.0 litros o con el V8 de 4.0 litros como base.
Si comenzamos por los tope de gama, con la mecánica V8, podrán llegar a desarrollar potencias combinadas superiores a los 800 CV y 1.000 Nm de par. Dependiendo de la carrocería, podrían llegar a acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3,0 segundos, prestaciones de superdeportivo gracias a la respuesta inmediata de la propulsión eléctrica. Lo conseguirán sumando un motor eléctrico de hasta 150 kW en el eje trasero, donde se integra junto con una transmisión de dos marchas con acoplamiento eléctrico y el diferencial autoblocante del eje posterior.
El motor de combustión emplea la transmisión automática AMG Speedshift MCT 9G, pero el eléctrico es independiente y transmite su potencia directamente al eje trasero. Con esas dos marchas mejora la eficacia, pues se adapta y un actuador eléctrico acopla la segunda marcha a medida que aumenta la velocidad. Y lo que tampoco faltará en estos híbridos E Performance es la batería AMG High Performance (HPB). Utiliza tecnología tomada directamente de la Fórmula 1 y destaca por su bajo peso.
La gestión térmica en uno de los puntos más trabajados, para que la batería esté siempre a la temperatura ideal. Cuenta con una refrigeración directa que actúa de forma individual las 560 células de la batería gracias unos módulos muy pequeños. Esta batería AMG High Performance tiene una potencia continua de 70 kW y una potencia máxima de 150 kW durante diez segundos. Su peso es de solamente 89 kg, por lo que la densidad de potencia es elevada al tener 1,7 kW/kg.
Estos modelos contarán con los modos de conducción del AMG Dynamic Select, permitiendo elegir entre Electric, Comfort Sport, Sport+, Race e Individual. Destacar que la velocidad máxima en eléctrico se limita a 130 km/h o que tiene un «modo silencio» en el Comfort. El chasis AMG Dynamics se pone en modo Basic, Advanced, Pro o Master en función de las necesidades. También hay cuatro niveles de recuperación de energía, aplicando distintos niveles de deceleración.
Además de tener Mercedes-AMG E Performance con motor V8, también habrá algunos con el 2.0 turbo de cuatro cilindros, el mismo que emplea el Mercedes-AMG A 45. Aunque a nivel técnico contará con una mejora sustancial, que es un turbocompresor eléctrico para mejorar la respuesta y hacerlo tan instantáneo como un V8 atmosférico. Se puede mover a hasta 156.000 rpm y hace que la potencia conjunta del sistema (motor de combustión y eléctrico) pueda llegar prácticamente hasta los 450 CV.
El primer E Performance de cuatro cilindros será una versión de la futura generación del Clase C, mientras que el de ocho cilindros podría ser el Mercedes-AMG GT 73 cuatro puertas. Por otro lado, los modelos eléctricos de Mercedes-AMG comenzarán a verse este mismo año.
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