En la presentación del último Mercedes-AMG SL conocimos a sus dos vertientes con motor V8. Sin embargo, hay a quienes 476 o 585 CV les resulta demasiado para disfrutar de unas buenas prestaciones para los paseos de los domingos. Es por eso por lo que la firma de Affalterbach ha lanzado la versión de acceso, y por primera vez en la historia del roadster alemán, se basa en una arquitectura de cuatro cilindros. Conozcamos al Mercedes-AMG SL 43 AMG 2022.
Además de servir como un nuevo nivel de equipamiento, también viene con algo de tecnología directamente extraída del monoplaza de Fórmula 1. Hablamos de un turbocompresor de gases de escape eléctrico totalmente nuevo, jactándose Mercedes-AMG de ser el primero en tenerlo (al menos de producción en serie). La marca afirma que esta solución cierra la brecha entre un turbocompresor pequeño, con una gran respuesta en bajas vueltas, y las turbinas más grandes y menos sensibles, capaces de generar mucha más potencia.
El motor base del SL es una nueva variante del bloque M139 de cuatro cilindros y 2.0 litros de Mercedes-AMG, que usa un turbocompresor que funciona a través de un sistema eléctrico de 48 V encargado de mover un generador de arranque accionado por correa (RSG) de segunda generación. Más allá de proporcionar un impulso temporal extra de energía (par y potencia), el sistema también funciona como una hibridación ligera que permite un modo de conducción “a vela” y una recuperación de energía que mejora la eficiencia.
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La unidad de 2.0 litros produce 381 CV a 6.750 rpm y 480 Nm entre 3.250 y 5.000 rpm, además de un impulso de 14 CV por parte del RSG en ciertas situaciones de manejo. Como tal, el motor eléctrico está conectado al eje del turbocompresor entre la rueda de la turbina en el lado de escape y la rueda del compresor que se encuentra en el lado de admisión. Este motor eléctrico impulsa el eje del turbocompresor directamente y hace girar la rueda del compresor antes de que la corriente de gases de escape comience a impulsarlo.
Como decíamos más arriba, este diseño ha sido tomado de la Fórmula 1, logrando una grata respuesta al primer golpe de gas. El conjunto eléctrico y de gasolina queda gestionado por una caja de cambios automática de nueve velocidades que impulsa las ruedas posteriores. Desde la fábrica se cita un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y una velocidad máxima de 275 km/h. En cuanto a consumos, en el ciclo WLTP combinado, el Mercedes-AMG SL 43 devuelve entre 9,4 y 8,9 l/100 km para mover 1.810 kilos, 140 kg menos que el SL 55.
Hay seis modos de conducción: Calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport+, Individual y Race. Este último es de serie en el SL 63 y opcional en los SL 43 y SL 55 con el paquete “AMG Dynamic Plus”. Como seguramente intuirás, estos modifican el funcionamiento del control de tracción y de estabilidad y el ABS, así como la respuesta del propulsor y de la caja de cambios, entre otras cosas. El citado paquete dinámico de la marca añade también un diferencial autoblocante. Los discos son de 390 milímetros delante y de 360 mm detrás.
La compañía dice que el SL 43 va dirigido a “una clientela inteligente y experta en tecnología”, y hay muchos detalles en el resto del conjunto que reflejan eso mismo, tanto por dentro como por fuera. También se diferencia de sus hermanos mayores con un paragolpes frontal y trasero ligeramente diferentes, además de las salidas de escape más redondeadas. Las llantas de aleación, por su parte, son de 19 pulgadas de serie, aunque se pueden instalar las mismas que en los V8 como un extra opcional, con hasta 21 pulgadas de diámetro.
El exterior también presenta una aerodinámica inteligente que la entidad llama “Airpanel”. Las cortinillas horizontales que hay tras la toma de aire superior pueden abrirse electrónicamente, mejorando el flujo de aire sobre la marcha. Cuando esas pestañas están cerradas, sirven para reducir la resistencia del aire, mientras si se abren se alimenta aire frío a los intercambiadores de calor del automóvil para un enfriamiento máximo. También hay un alerón trasero activo y un paquete opcional que integra un difusor y entradas de aire más grandes.
Hablando de extras, Mercedes-AMG no ofrece de todo en el SL 43, desde la dirección activa en el eje trasero (HAL) que gira las ruedas en la dirección opuesta (hasta 100 km/h) o en la misma dirección (a más de 100 km/h) que las delanteras; los tonos individuales de Manufaktur; hasta todo tipo de paquetes como los kits estéticos de fibra carbono o cromo. En cuanto a la capota, el techo de lona completa la operación de apertura y cierre se completa en solo 15 segundos y puede ejecutarse durante la marcha hasta una velocidad máxima de 60 km/h.
El habitáculo es igual a la de demás modelos de la gama SL, con un salpicadero de dos niveles dominado por una pantalla táctil con orientación vertical en el centro. Funciona con el último sistema de infoentretenimiento MBUX de la compañía y su ángulo se puede ajustar hasta 20 grados para evitar reflejos cuando el techo está bajado. También podemos encontrar el cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y una variedad de opciones de tapicería y molduras, que incluyen cuero sintético Ártico, pieles de Napa y detalles de fibra de carbono.
Fuente: Mercedes-Benz
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