La tecnología de conducción autónoma sigue avanzando, pero de una forma más lenta de la que se esperaba hace unos años. Al fin y al cabo, tiene que lidiar con la normativa de cada país y, a día de hoy, no está permitida en la mayoría de sitios. Pero los fabricantes siguen investigando en este campo y lanzando novedades. Por ejemplo, los Mercedes Clase S y EQS ya pueden montar la conducción autónoma de nivel 3 en Alemania. Se trata del primero que la incorpora con una certificación internacional válida.
Porque hay que recordar que esta tecnología ya ha aparecido antes en otros modelos. De hecho, el Audi A8 ya estaba preparado para tenerla en 2018, pero no tenía ese permiso. Ahora el sistema Drive Pilot de Mercedes consigue un importante hito que abrirá las puertas a otros coches. También van a trabajar para conseguir la certificación en Estados Unidos (en California y Nevada) para final de año. Aunque, hay que aclarar que en España está disponible y no se podría utilizar todavía, ya que no está tan avanzada la legislación como en Alemania.
En todo caso, el Drive Pilot de Mercedes cuenta con funciones avanzadas y permite que el vehículo controle la velocidad y la distancia, mientras se mantiene en el carril. Gracias a esa tecnología de conducción autónoma de nivel 3, también es capaz de reaccionar a situaciones inesperadas mediante una esquiva o una frenada de emergencia. Lo consigue principalmente a través del radar, del LiDAR y de las cámaras; aunque también ayudan los sensores de ultrasonidos y de humedad.
El conductor sigue teniendo obligaciones en el tráfico y tiene que estar preparado para tomar el relevo cuando lo requiera el Drive Pilot. La conducción puede ser delegada en distintas situaciones, como una circulación con tráfico denso en tramos de autopista a velocidades de hasta 60 km/h, pero tiene que estar pendiente para retomar el control del coche. Si en 10 segundos no lo hace, el sistema interpreta que ha sucedido una emergencia médica y realizará una parada segura de forma automática.