Nissan desarrolló el GT-R Nismo 2020 para ser el pináculo de la firma japonesa. Para obtener el máximo rendimiento, se mejoró el motor, se mejoró aún más su aerodinámica y se eliminó algo de peso. Pero cuando llegó el momento de documentar al nuevo deportivo en su hábitat natural, había un problema. ¿Cómo filmarlo? Desde Yokohama pensaron que la mejor máquina para este menester sería otro Nissan GT-R.
Si alguna vez has visto alguna grabación que involucran coches en movimiento, probablemente te habrás percatado de que lo normal es ver a otro vehículo con una cámara (o varias) instaladas en el exterior. Tal vez algo como un Mercedes ML o un Porsche Cayenne, porque un SUV rápido es una base ideal para montar una gran plataforma. Pero, ¿qué pasa si eres Nissan y quieres filmar algo realmente rápido y seguirle el ritmo? Llamas a un tipo llamado Mauro Calo.
Calo es un piloto profesional conocido por su trabajo tanto en la industria cinematográfica como en el mundo del automóvil. Además de ser más que un manitas detrás del volante, opera lo que podría ser el mejor coche cámara que existe. Nissan ayudó a Calo a obtener un GT-R adecuado para el trabajo: una unidad post-2011, lo que significan 530 CV y 612 Nm. Vale, no llega a los 600 CV y 652 Nm de la última iteración del GT-R Nismo, pero continúa siendo bastante rápido.
Una plataforma motorizada (gimbal) de fibra de carbono parcial y hecha a medida para el coche cuelga de un exoesqueleto tubular que ha sido soldado directamente a la estructura del vehículo para proporcionar la máxima estabilidad posible. A diferencia de cualquier SUV, por muy rápido que sea, este GT-R “coche cámara” sí consigue la velocidad y la agilidad necesarias para seguir a los coches más rápido del mundo en un circuito; lo siento amantes de los SUV, pero es un hecho.
Gracias a su bajo centro de gravedad, la suspensión deportiva ajustable y una configuración de cuatro plazas, resulta que Godzilla es la base perfecta para acomodar un equipo de rodaje de este tipo. Y eso que tampoco es un coche ligero, pues marca sobre la báscula (sin parafernalia) más de 1.800 kg. Y una vez que el propulsor 3.8 V6 biturbo hace lo que mejor sabe hacer a través del avanzado sistema de tracción total, es fácil ver por qué Calo lo eligió el coche cámara idílico.
“Cuando comencé a pensar en desarrollar un coche cámara de alto rendimiento, rápidamente me di cuenta de que el Nissan GT-R era el único automóvil que cumplía con mis criterios”, dijo Calo. “Tiene un rendimiento de superdeportivo, con un excelente manejo y una gran estabilidad en todas las ruedas motrices. Es famoso y fiable, y puede acomodar al equipo que necesito para operar el sistema de cámaras. No hubo otros contendientes”.
No muchos clientes de un Nissan GT-R usan habitualmente los cuatro asientos, pero una sesión típica requiere un equipo completo. Con Calo al volante, un operador de cardán, un tirador de enfoque y un director pueden estar en el automóvil al mismo tiempo, asegurando fabulosas imágenes de alta definición de los automóviles más rápidos del mundo a alta velocidad (con todas las precauciones de seguridad tomadas, en un lugar cerrado circuito, por supuesto).
Estas imágenes en concreto fueron tomadas en el circuito de Lausitzring en Brandenburgo, Alemania, durante una vista previa de la prensa. Te recomiendo echar un vistazo a esta curiosa plataforma en acción bajo estas líneas. Y si bien Nissan califica a este GT-R como el coche cámara definitivo (seguramente el monstruo de rastreo más rápido en Europa), lo cierto es que también se desarrolló en 2018 un Lamborghini destinado a estas aplicaciones, bautizado como HuraCAM.
Fuente: Nissan
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