La familia Nissan Skyline es una de las más respetadas del sector automotriz. Fueron varias las generaciones de deportivos japoneses que embaucaron al público gracias a su diseño, pero sobre todo a su comportamiento dinámico intachable. Ahora con la electrificación parece cada vez menos probable que se repita la historia, al menos con el nivel de pureza que se mantuvo en el GT-R R35, el último que salió. Mientras tanto, se están aventurando a hacer cosas tan polémicas y discordantes como el Nissan Skyline R32 EV.
Efectivamente, se trata de una variante totalmente eléctrica del clásico coupé que alcanzó la fama en la década de los 90. Mientras que la clave del mítico R32 fue el motor de seis cilindros en línea y 2.6 litros, denominado RB26DETT, esta versión prescinde de él para montar un sistema de propulsión eléctrico. Ahora consta de dos motores de 160 kW, situados uno en cada eje para conseguir la tracción total. Se combinan para alcanzar los 435 CV y 640 Nm de par, una cifra bastante impresionante.
Deja atrás los 280 CV que consiguió el original, así que el objetivo era el de igualar su rendimiento. No hay que olvidar que, además de tener un incremento en la potencia, también lo tiene en su peso. Hablan de que el Nissan Skyline R32 EV es 370 kg más pesado que el original y que ese nivel de potencia igualaba su relación par motor-peso. Parte de la culpa la tiene el sistema de baterías, que ha sido heredado del Nissan Leaf Nismo RC02 y que ocupa un espacio importante de los asientos traseros, que fueron eliminados.
La batería tiene una capacidad de 62 kWh, aunque lo cierto es que todavía no se han atrevido a dar datos de autonomía. La clave en este ejemplar ha sido la puesta a punto. Quieren que la tracción total funcione de forma igual de eficaz que el sistema ATTESA E-TS original y se le ha instalado un kit de suspensión deportiva firmada por Nismo, que lleva amortiguadores Öhlins. Tampoco podían faltar un sistema de frenos más capaz, con discos de mayor tamaño. De hecho, han tenido que sustituir las llantas originales de 16 pulgadas por unas de 18 pulgadas.
Por lo demás, el Nissan Skyline R32 EV es prácticamente calcado al original en el apartado estético. Por fuera se viste de un color gris que le hace pasar desapercibido y el único cambio palpable es que bajo la tapa del depósito está la toma de carga. En el habitáculo se repitió el ejercicio y se intentó dejar de fábrica. Los asientos han sido cambiados por unos Recaro personalizados y hay algunos indicadores adaptados a las nuevas necesidades. También un sistema de audio renovado que emite un sonido que evoca al del motor RB26DETT.
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