Si alguna vez has buscado repuestos en Internet, probablemente hayas visto una amplia gama de opciones, incluidas algunas a precios sorprendentes. En este último caso, entra en juego el viejo dicho de “si es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea”, como lo ha advertido Mercedes-Benz. Según la marca, el año pasado se incautaron más de 1,86 millones de piezas falsificadas en más de 650 redadas aduaneras y policiales.
La compañía alemana señaló que los productos falsificados no solo dañan su imagen, sino que también ponen en riesgo a las personas, ya que las estructuras del crimen organizado que se cree que están detrás de esta industria fabrican y venden ruedas, pastillas de freno y muchos otros componentes que son de vital importancia para la seguridad y la integridad de un coche. Lamentablemente, para aquellos que terminan con estas piezas falsificadas, sus vehículos no se comportarán como deberían.
Como descubrió Mercedes-Benz después de comparar las piezas falsificadas incautadas con las originales, es posible que estos componentes solo engañan al ojo humano, pero no funcionan como deberían. Por ejemplo, un juego de pastillas de freno falsificadas aumentará la distancia de frenado y se desgastará más que un juego de pastillas originales en la misma prueba. Unas llantas de dudosa calidad pueden agrietarse o incluso partirse en varias partes al afrontar un bache o un bordillo, o que Dios dirá.
Mientras que en las dos últimas situaciones puedes esperar que la llanta original sufra daños, en el último caso puede derivar en un accidente porque dicha rueda falló. La diferencia entre las piezas falsificadas y las originales no está solo en el precio, también en el control de calidad, así como en los materiales que se utilizan para fabricar dicha pieza. Los delincuentes no tienen ningún problema en escatimar en la calidad, y el resultado llega en forma de un componente que intenta imitar el empaque original.
Sin embargo, no siempre encaja bien, sin mencionar la forma en que funciona bajo presión. Es importante tener en cuenta que los fabricantes no producen pastillas de freno ni ruedas por sí mismos, sino que un proveedor lo hace por ellos, según sus especificaciones. En otras palabras, una empresa diferente fabrica la mayoría de las piezas para las marcas (OEM) y luego les pone la marca específica. Por eso en muchas piezas podemos ver los nombres de Bosch, Mahle, ZF y de otros grandes proveedores de la industria.
El mundo del mercado de repuestos involucra a otras empresas que fabrican las mismas piezas utilizando las mismas especificaciones, con la aprobación de un fabricante para hacerlo, pero sin la marca del fabricante sobe ellas. Las piezas falsificadas nunca deben confundirse con las piezas del mercado de repuestos, ya que estas últimas son 100 % legales si se fabrican con las aprobaciones necesarias, mientras que las primeras no son legales al infringir los derechos de autor del fabricante, que infringen su marca e imagen.
En el mundo actual, donde se puede comprar casi cualquier cosa en Internet, es fácil conseguir piezas falsificadas que se venden como originales. Por eso Mercedes-Benz quiere advertir a los propietarios de sus coches, así como al resto del mundo, de los riesgos de estos componentes. Ten cuidado con ofertas sospechosas en las redes sociales, las plataformas online e incluso en las ferias comerciales locales. Porque la peor parte de las piezas falsificadas es que nunca se venden como son, sino como algo que no son.
Eso significa que su precio podría no generar las suficientes señales de alerta para un potencial cliente. Cuando compres repuestos de coches nuevos, asegúrate de que tengan su empaque original, sellos y documentación adjunta. Y si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo echar un vistazo a un artículo dedicado sobre el tema.
Fuente: Mercedes-Benz