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Climeworks Mamooth
Luis Ramos Penabad

Ya se construye la planta de captura de CO2 más grande del mundo

Está por ver todavía cómo va a contribuir la captura directa de aire contaminado al freno del cambio climático, pero hay cada vez más empresas, gobiernos e investigadores que exploran esta tecnología para intentar revertir la situación.

Uno de los principales es el equipo suizo Climeworks, que hace unas semanas ha inaugurado su segunda planta de captura directa de aire en Islandia, llamada Mammoth. Su objetivo es eliminar gigatoneladas de CO2 de la atmósfera anuales en 2050.

Climeworks ha operado a la vanguardia de la tecnología de captura directa de aire durante algún tiempo. Obra suya es la primera planta de energía de «emisión negativa» del mundo en 2017. Gracias a una colaboración con la empresa de almacenamiento de carbono CarbFix, en 2016  demostraron cómo se puede mineralizar el CO2 en menos de dos años, en lugar de los cientos o incluso miles que se necesitan tradicionalmente.

Esa planta piloto almacenó de forma segura 12,5 toneladas de CO2 cada tres meses y allanó el camino para la primera planta de captura directa de aire adecuada de Climeworks, que comenzó a operar en Islandia el año pasado. Orca, como se llama la planta, es capaz de absorber 4.000 toneladas de CO2 al año y cuenta con un diseño modular compuesto por unidades apilables, que será clave para los planes de escalamiento de operaciones de la compañía.

Climeworks ha iniciado la construcción de su segunda planta comercial de captura directa de aire, que también empleará una arquitectura modular y está diseñada para absorber 36.000 toneladas de CO2 cada año. Se espera que la construcción tome de 18 a 24 meses, con CarbFix para almacenar el carbono capturado una vez que comiencen las operaciones. Al igual que con Orca, se utilizará energía renovable para hacer funcionar los sistemas directos de captura y almacenamiento de aire.

«Con Mammoth, podemos aprovechar nuestra capacidad para multiplicar nuestra tecnología modular y escalar nuestras operaciones. Estamos sentando las bases para una capacidad a escala de gigatones relevante para el clima», dijo Jan Wurzbacher, cofundador y codirector ejecutivo de Climeworks

Cada año, los humanos arrojamos más de 30.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, por lo que contrarrestar esta adición al CO2 atmosférico requeriría muchos Mammoth. De ahí que Climeworks considere sus primeras plantas como los peldaños iniciale de un viaje muy largo.

Climeworks tiene como objetivo escalar hasta la eliminación a escala de megatones para fines de esta década, y luego a escala de gigatones para 2050. Para ellos, «la forma más segura de tener éxito es hacer funcionar la tecnología en el mundo real lo más rápido posible». No es el único proyecto de este tipo en Europa, ya que Carbon Engineering y Storegga Geotechnologies, trabajan en una planta similar en el noreste de Escocia.

Fuente: Climeworks

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