Aunque parece que la tendencia es convertir todos los coches al formato eléctrico, todavía hay marcas que buscan soluciones alternativas para el futuro. Porsche sigue apostando por los combustibles sintéticos, los denominados e-fuels, que tienen como ventaja las bajas emisiones en su proceso productivo. De hecho, la marca de Stuttgart piensa llevarlo a cabo con una nueva planta de producción en Punta Arenas, Chile, que estará lista operativa en 2022.
Forma parte del proyecto Haru Oni y parte de esa unión de Porsche y Siemens con otras empresas para potenciar los combustibles sintéticos. La planta chilena producirá una gasolina sintética prácticamente neutra en CO2. En 2022 se espera que pueda producir alrededor de 130.000 litros de e-fuel, mientras que su producción irá aumentando con el paso del tiempo. Para 2024 su capacidad será de 55 millones de litros y para 2026 podría llegar a los 550 millones de litros. Para hacerlo utilizarán energía eólica renovable de bajo coste para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno mediante electrolisis, filtrar el CO2 del aire y combinarlo con el hidrógeno para producir metanol sintético.
Aunque estos combustibles puedan parecer algo del futuro, Porsche ya lo está probando en sus propios vehículos. De hecho, afirman que los primeros litros de e-fuel que saldrán de su planta de Chile se usarán en los coches de competición de la Porsche Mobil 1 Supercup a partir del próximo 2022. Este movimiento es un gran impulso a la descarbonización del sector y entra dentro del objetivo de la marca de ser neutral en emisiones de CO2 a partir de 2030.
A largo plazo, los combustibles sintéticos serían de gran utilidad para los propietarios de Porsche. Sería la solución para que sus coches pudieran seguir utilizándose en algunos lugares donde se plantea la prohibición de todos los vehículos que no sean eléctricos. Los deportivos como el Porsche 911 están especialmente señalados, al igual que los clásicos, un valor especial para los de Stuttgart debido a que el 70 % de coches que han fabricado siguen en circulación. Con los e-fuel, sus emisiones se reducirían en un 90 %.