Como todo en la vida, es cuestión de tiempo que a todo cordero le llegue su nochebuena. En los últimos 10 años,el precio de las baterías de los coches eléctricos ha bajado notablemente, un 89 % para ser exactos. Estas pilas gigantes de iones de litio, de hecho, se espera que en periodo no mucho más lejano en el tiempo caigan hasta un punto donde los fabricantes puedan construir vehículos eléctricos por el mismo precio que los de combustión interna.
Pongamos las cifras sobre el papel. En 2010, la batería de uno de estos coches de cero emisiones costaba, aproximadamente, 1.110 dólares por kilovatio-hora de capacidad, unos 900 euros kWh al tipo de cambio actual. Pero según una nueva encuesta realizada por Bloomberg New Energy Finance, esa cifra se ha reducido a 137 dólares (115 euros, aprox.) por kWh. En ciertos mercados como el de China, los precios han bajado aún más incluso, donde las baterías utilizadas para los autobuses eléctricos tienen un precio de alrededor de 100 dólares por kWh (82 euros, aprox.).
Este descenso tiene importantes ventajas para los clientes, como una reducción en los precios de la oferta de sus modelos más “limpios”. Y si la tendencia resulta ser constante de cara a los próximos años, en 2024 se podría alcanzar la mencionada paridad de precios entre los coches eléctricos y los “clásicos” quemadores de combustibles fósiles. También es interesante notar la sensible mejora anual, lista para confirmar 2020 como el año más “electrizante”. Comparado con 2019, los precios de las baterías han caído un 13 %, tanto para los turismos como para los autobuses.
“Si observa la notable reducción de los costes durante la última década y lo que se espera para los próximos años, y se combina con medidas de política en aumento en Europa y esperadas en EE. UU. y China, entonces tenemos esta poderosa combinación de factores para apuntalar la adopción de vehículos eléctricos, a partir de ahora”, dijo a Fast Company Logan Goldie-Scot, jefe de Bloomberg New Energy Finance. “En cuatro años, las principales marcas de coches deberían poder producir y vender vehículos eléctricos para el mercado en masa al mismo precio y con el mismo margen que los motores de combustión interna equivalentes”.
Para el futuro, el estudio también expone que es importante que haya una mayor variedad de vehículos eléctricos disponibles para comprar. Además, el cambio debe ser rápido para ayudar a mitigar los impactos del cambio climático. “Incluso si el 100 % de los vehículos vendidos fueran vehículos eléctricos, se necesitaría más de una década para reemplazar todos los vehículos de las calles, o incluso el 50 % de los automóviles en la carretera”, explicó Haresh Kamath, director del programa de almacenamiento de energía del Electric Power Research Institute. “Así que este es un largo recorrido y una evolución gradual al mismo tiempo”.
Hasta ahora, las baterías de estado sólido son “la salvación” para hacer el trabajo de las de iones de litio de una forma más eficaz y eficiente. Empacan más energía en una unidad con recursos más baratos, pero hasta ahora, ninguna empresa ha ideado una forma de fabricarlas a escala, salvo Mercedes-Benz en uno de sus nuevos autobuses. Cuando éstas se apliquen de forma de generalizada al mercado de los turismos, sí que podríamos ver algunos vehículos de batería que serían legítimamente más baratos sin tener que desmerecer en otros aspectos como el del equipamiento.
Fuente: Bloomberg New Energy Finance