Construido como una versión de calle del coche conducido por Dominic Toretto (Vin Diesel) en la última película de la saga Fast & Furious, F9, el Dodge Charger de SpeedKore de motor central es, cuanto menos, una obra de arte ingenieril. Hablamos de algo único, de un muscle car de motor central que, aún con un diseño de más de cinco décadas, podría codearse de tú a tú con algunos superdeportivos europeos. Conozcamos a “Hellacious”.
SpeedKore ha trabajado con la franquicia Fast & Furious desde 2015, cuando apareció con su Dodge Charger de 1970 (“Tantrum”) en la séptima entrega. A diferencia de este, el taller con sede en Grafton (Wisconsin, EE. UU.) ha optado por una solución tan atrevida como las nuevas misiones de la película de Universal Pictures. Porque no solo han movido el corazón mecánico unos cuantos centímetros atrás, sino que el chasis ha tenido que ser íntegramente rediseñado junto con la carrocería para adaptarse a las nuevas condiciones.
Y hablando de órganos internos, “Hellacious” está alimentado por un bloque V8 de 6.2 litros extraído directamente de la línea actual Hellcat de Dodge. Gracias al compresor volumétrico montado sobre las bancadas de cilindros en un esqueleto personalizado por SpeedKore, los 717 CV y 880 Nm llegan a las ruedas posteriores a través de una caja de cambios manual de un Lamborghini Gallardo (con el sello del toro y de Audi aún visibles), y tanto el motor como la transmisión utilizan fluidos Motul para garantizar fiabilidad en el camino.
Asimismo, El V8 expulsa sus gases a través de un sistema de escape personalizado fabricado con componentes MagnaFlow. Los silenciadores dobles se colocan en lo alto del chasis para despejar el tren motriz antes de salir por las salidas orientadas hacia abajo. Un radiador de alto rendimiento montado en la parte delantera mantiene el motor frío, y los intercoolers se encargan de alimentar de aire frío el compresor de 2,4 litros. La cremallera de la dirección también es de nueva factura, así como los frenos Brembo y las llantas de aleación HRE.
En lo que respecta su estética, “Hellacious” se presenta con un traje de fibra de carbono a medida. Los recortes pronunciados en las aletas, el revestimiento de la carrocería único y una luneta trasera de cristal para exponer el compartimiento del motor consiguen una pose agresiva, mientras que la pintura negra mate de BASF Glasurit agrega un estilo siniestro. En el interior, las cosas lucen sencillas. Los asientos de carreras con respaldo bajo y los arneses Simpson mantienen al conductor y al pasajero en su lugar, y los diales mantiene el clasicismo.
Para equilibrar las amplias modificaciones de la carrocería, SpeedKore también dejó algunos detalles sutiles. La parrilla de listones verticales utiliza los faros ocultos del Charger de 1968 de fábrica, pero acabada con metal brillante, que complementa los parachoques delantero y trasero de acero pulido. Las canaletas de lluvia afeitadas y el cristal empotrado presentan un perfil lateral sin costuras, mientras que la zaga con luces traseras cuadrangulares redondas y una franja de bronce adaptada al color de las ruedas completan el aspecto.
“Este Charger es una de nuestras creaciones más extremas hasta la fecha”, manifestó Jim Kacmarcik, presidente y propietario de SpeedKore. “Tras encargar al renombrado diseñador Sean Smith que diseñara el coche y trabajar con el coordinador de vehículos de imágenes de F9, Dennis McCarthy, para construir los nueve chasis y carrocerías para el filme, queríamos darle vida a la magia cinematográfica. ‘Hellacious’ es una versión de carretera del vehículo de película con la funcionalidad de un coche de alto rendimiento especialmente diseñado”.
Fuente: SpeedKore
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