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Mario Nogales

La tendencia que está eliminando las palancas de cambio y dejando selectores ridículos en su lugar

La palanca de cambios del coche siempre ha sido un elemento diferencial. Antaño servía para distinguirse, ofreciendo diseños realmente llamativos e icónicos. Ya hemos repasado algunas de las mejores de la historia, y recientemente venía a mi cabeza la del Volkswagen Golf GTI en sus primeras generaciones. Sin embargo, los tiempos han ido cambiando y las palancas tradicionales se están perdiendo en favor de unos selectores de cambio que llegan a rozar lo ridículo. Tanto que incluso han casos en los que dificultan la vida del usuario.

El contraste principal lo encontramos durante la prueba del Golf GTI. Durante sus primeros años estaba disponible en formato manual y con la palanca de cambios en forma de pelota de golf. Por suerte, la octava generación mantiene el cambio manual, con una palanca algo más convencional, eso sí. La sorpresa viene en la versión con transmisión automática DSG, que directamente ha quitado la palanca y puesto un selector muy anodino. Una tendencia que se está dando en muchos automáticos, incluyendo también eléctricos e híbridos enchufables.

Probablemente el ejemplo más flagrante de los últimos tiempos haya sido el de los Porsche 911 automáticos y su selector de cambio que muchos han comparado con una maquinilla de afeitar. Los fabricantes están adaptando este componente para liberar la consola central y ofrecer más espacio interior. Pero, al mismo tiempo, están reduciendo la facilidad de uso. Desaparece la naturalidad con la que se opera con una palanca y se añade ese movimiento menos intuitivo de mover hacia delante o hacia atrás un selector, o incluso pulsar botones para engranar la marcha.

Queda claro que el mundo del motor está avanzando en muchos campos, pero hay otros en los que parece ir hacia atrás. Es el mismo caso que cuando hemos criticado que todas las funciones, incluida la climatización, vayan integradas en una pantalla, con el correspondiente desvío de atención que supone realizar cualquier modificación. En todo caso, parece que nos acercamos al principio del fin de los cambios manuales y, con él, al de las palancas de cambios tradicionales.

Durante los próximos años nos esperan más selectores de cambio diferentes y minimalistas. También algunos sistemas que directamente prescindan de este elemento en la consola central y que lo integren en la zona de la columna de dirección, algo que no es precisamente nuevo, pero sí distinta como hemos visto en el Cupra Born. En todo caso, es una tendencia que habrá que seguir observando para comprobar la deriva que lleva.

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