El legado de los coches deportivos de Toyota ha sido una historia de evolución constante y pasión por la conducción. En esta narrativa de máquinas biplazas de tracción trasera, el Toyota GR Hachi-Roku se erige como la culminación de décadas de ingeniería, diseño y compromiso con la experiencia de conducción.
Aunque está visualmente inspirado por el GT86, el GR 86 rinde homenaje a una historia que se remonta a los años 60. Vamos a explorar cómo cada iteración de este linaje ha dejado su marca única en la cultura automovilística.
Sports 800 Yota-Hachi (1965–1969). El precursor
El punto de partida de este viaje empieza en el Toyota 8, también llamado «Sports 800«, cariñosamente apodado Yota-Hachi. Con su motor bóxer de 790 cc montado en la parte trasera, desafió la norma al llevar la emoción de las carreras a la carretera.
Su carrocería ligera y ágil, forjada en acero y aluminio de calibre delgado, fue un testimonio del compromiso de Toyota con la reducción de peso y la agilidad. Este vehículo no solo llevó a Toyota al mundo de las carreras de alto nivel, sino que también aseguró un podio memorable en las 24 horas de Fuji en 1967. Podemos decir que el Sports 800 sentó los cimientos de la pasión por la conducción que sigue siendo un pilar fundamental en los deportivos de Toyota hasta hoy.
Toyota 2000GT (1967-1970). La era de los superdeportivos
El 2000GT fue considerado el primer superdeportivo japonés y marcó un nuevo nivel de ambición para Toyota. Su colaboración con Yamaha Motor Co. llevó a la creación de un automóvil que no solo trascendió las carreteras, sino también la pantalla grande en la película de James Bond, Solo se vive dos veces.
Equipado con un motor de 6 cilindros en línea y tracción trasera, el 2000GT tenía un motor de 2 litros, 150 CV y 175 Nm a las 6.500 rpm. Motor y modelo que dejaron una firma duradera en el mundo de los deportivos de calle y de pista, con victorias en deportes de motor y récords de velocidad. En su caso inspiró a la mentalidad de rendimiento fino que impulsa al GR86 en la actualidad.
AE86 (1983-1987). Leyenda del drift y el anime
Hachi-Roku: leyenda. Sigue siendo una figura reverenciada en la comunidad de los deportivos JDM. Con su motor de 1.6 litros y tracción trasera, encarnaba la esencia de la pura diversión al volante.
Desde las carreras callejeras hasta las pistas de competición, el AE86 se convirtió en una opción preferida por su agilidad y respuesta. Su presencia en la cultura popular, incluida la serie de anime y manga «Initial D», destaca su influencia duradera en la cultura del automóvil y la pasión por la conducción.
GT86 (2012-2021). Reescribiendo un capítulo
El GT86 revitalizó la filosofía deportiva de Toyota al regresar con fuerza a la escena de los deportivos asequibles. Con un diseño compacto, ligero y un motor bóxer, cuatro cilindros atmosférico de 2.0 litros de cilindrada que comparte con el Subaru BRZ. 200 CV a 7.000 rpm y 205 Nm de par entre las 6.400 y las 6.660 rpm.
Podía ir ligado a un cambio manual o a uno automático, ambos de seis velocidades y siendo el primero la opción más divertida A través de victorias en competiciones y una dinámica de conducción envolvente, el GT86 demostró que se podía redefinir el mundo de los deportivos sin necesidad de excesos.
GR 86 (2022-2024). Next generation
Este legado culmina con el Toyota GR 86, un vehículo que captura el espíritu de sus predecesores mientras abraza la tecnología moderna y las demandas de rendimiento. Inspirado en la experiencia en carreras, el GR 86 presenta una carrocería coupé re-diseñada para la eficiencia aerodinámica y un manejo excepcional.
Siendo muy franco: es un coche para los puristas. Un coche que hemos tenido la suerte de probar durante una semana y que, personalmente, añado a mi TOP de vehículos probados durante un año. Y es que: ¡cómo no querer más coches así, como no querer un deportivo compacto y ligero con motor 2.4 boxer de 234 CV, 250 Nm de par a las 3.700 rpm. Inyección directa e indirecta con tecnología D-4S, desarrollada por Toyota y Subaru.
Y no menos importante, un coche que gana caballos por una reducción de peso por los componentes de aluminio que ajustan la balanza en 1.339 kg pero que también ayudan a rebajar y distribuir el centro de gravedad.
Desde esos inicios atrevidos del Sports 800 hasta la sofisticación del GT86, cada modelo ha dejado una marca única en la cultura automovilística. El GR 86 tiene todo lo que puedes pedir a un coche muy bueno: una configuración de motor fina, una arquitectura robusta y una relación de peso-potencia que es la que tienes que buscar si eres un purista de la conducción.
Este coche es para un petrolhead de manual que cuando quiere prisa la tiene y que cuando quiere tramo lo tiene. Sin azúcar, sin hielo, sin leche… Café para los cafeteros. Pásate a ver la prueba y comparativa que hicimos en el canal, seguro que te gusta.
Fuente y fotos: Toyota.