Cada año, Volkswagen presenta en el Wörthersee una versión del Golf apabullante. Si en 2013 conoocíamos el Golf Design Vision GTI y en 2014 al Golf R 400 Concept (que todos los rumores apuntan a su comercialización), este año la marca de Wolfsburgo ha ido un paso más allá con este Volkswagen Golf GTE Sport, un prototipo híbrido enchufable que lleva al Golf GTE a una nueva dimensión, con capacidades inauditas.
Su sistema de propulsión híbrido tiene 400 CV de potencia total. Se logra con un motor 1.6 TSI, derivado del que utiliza el Polo WRC, con 299 CV, y a dos motores eléctricos de 115 CV cada uno. Uno de ellos se ubica en la parte delantera, alojado en el cambio DSG de doble embrague con seis velocidades, mientras que el segundo en las ruedas traseras. El par máximo de sistema es de 670 Nm, una auténtica barbaridad.
Este sistema le proporciona una versatilidad de comportamiento excepcional, ya que el Volkswagen Golf GTE Sport puede funcionar sólo con el motor de combustión o con el motor de combustión y el primer motor eléctrico para suministrar más empuje, con lo que sería un potentítismo tracción delantera. La tercera opción sería emplear los tres motores a la vez, en cuyo caso pasa a ser un vehículo con tracción total.
Como buen híbrido enchufable, puede recorrer hasta 50 km únicamente funcionando con electricidad, exactamente lo mismo que el Golf GTE o el Audi a3 e-tron. Sus prestaciones varían en función de cuántos motores estén trabajando.
En el modo GTE, con los tres motores en funcinamiento, puede alcanzar 280 km/h de velocidad máxima, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos. El consumo medio homologado es de 2 l/100 km, si bien es cierto que los actuales sistemas de medición favorecen a los coches con esta tecnología, pues realizan 2/3 de la prueba sin encender el motor de combustión).
Cuenta también con otros modos de funcionamiento habituales en coches con esta tecnología, como un modo para mantener la carga eléctrica constante y reservarla para su uso en determinadas condiciones (al llegar al centro de una ciudad, por ejemplo) o un modo de recarga durante la marcha que utiliza la energía del motor de combustión para generar electricidad que se almacena en las baterías.
El chasis del Golf GTE Sport se ha realizado en fibra de carbono y sobre él se ha colocado una carrocería acorde con las prestaciones del coche, muy deportiva. La silueta está más cercana a la de un Scirocco que a la del popular compacto, gracias a la gran cantidad de elementos aerodinámicos para generar más apoyo y mejorar la refrigeración. Llaman la atención las espectaculares puertas de apertura vertical y unas llantas de 20 pulgadas con un diseño tipo turbina para favorecer la aerodinámica y la entrada de aire hacia los frenos. Calzan neumáticos en medida 235/35 en el eje delantero, y 275/30 en el eje trasero, .
El interior es apto para dos ocupantes, separados el conductor y acompañante por una viga central. En todo el habitáculo se nota la presencia de la fibra de carbono, con un puesto de conducción que recuerda al de un caza de combate, gracias sobre todo al volante de competición simialr al de un Fórmual 1, sin aro. Los asientos baquet tienen cinturones de arnés con cinco puntos de anclaje, y la instrumentación en tres niveles se realiza mediante pantallas TFT de alta resolución.
Fuente: Volkswagen
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