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Mario Nogales

Citroën C3 Aircross 1.2 PureTech 130 CV EAT6, a prueba el vistoso crossover

Si hay algo que buscan los compradores de coches hoy en día eso nos los SUV que sean vistosos. El diseño es el principal motivo de compra actualmente y la carrocería tipo crossover la que más triunfa entre el público popular. Y precisamente esas dos variables las aglutina el nuevo Citroën C3 Aircross, el SUV pequeño de la marca francesa que siempre se ha distinguido por personalidad y por un precio ajustado que parte de 18.520 euros.

El Citroën C3 Aircross no tiene una historia demasiado dilatada. Salió al mercado en el año 2018 y rápidamente se posicionó como un gran acierto para la marca de los chevrones. Al menos así fue a nivel de ventas, colocándose como uno de los más vendidos y sumando más de 330.000 unidades en la actualidad. Recientemente llegó al mercado una actualización ligera para que este modelo se mantuviese fuerte. Lo ponemos a prueba con sus retoques estéticos, mejoras tecnológicas y equipamiento reforzado.

Exterior

Ya dijimos al principio que la mayoría de clientes del segmento B-SUV buscan un coche llamativo, que les entre por los ojos. Esa siempre ha sido una de las bazas principales de Citroën y en este C3 Aircross no iba a ser menos. Se actualiza principalmente el frontal, que cuenta con unas líneas similares a las del prototipo CXperience Concept. Lo decimos por esos faros rediseñados que van separados en dos partes, ambas quedando alineadas con los listones cromados que parten de los chevrones del logotipo.

Como en otros modelos de la marca, el frontal también se caracteriza por tener una rejilla superior muy estrecha y una inferior más generosa, que es donde va la matrícula. El paragolpes también cambia ligeramente e introduce una protección de aspecto metálico. Para acentuar su carácter crossover, todos los bajos de la carrocería van en plástico negro.

Las llantas de este modelo pueden ser de 16 o de 17 pulgadas, mientras que se sigue mostrando interés por la personalización con tres nuevos colores de carrocería y cuatro paquetes de color en contraste, además de dos tonos para el techo. En total, hasta 70 combinaciones posibles.

La vista de tres cuartos trasero es de las más poderosas del Citroën C3 Aircross. Lo decimos por esas barras de techo que toman protagonismo y por la característica forma del pilar C, que viene adornado por un gráfico. Por detrás, la luneta es de pequeñas dimensiones y los pilotos traseros son similares a los anteriores, aunque con una firma lumínica más reconocible. Lo más notable es la parte inferior del paragolpes, con esa protección plateada con motivos en plástico negro integrados.

Las medidas lo cierto es que apenas cambian respecto al coche al que reemplaza. Se queda en una longitud de 4.160 mm, una anchura de 1.760 mm y una altura de 1.640 mm; todo ello con una distancia entre ejes que se mantiene en 2.604 mm.

Interior

Ya hablamos de la personalización en el exterior del Citroën C3 Aircross y lo cierto es que por dentro se va a seguir la misma filosofía. Aquí dentro se puede elegir entre cuatro ambientes distintos en función del gusto del cliente. Está el que viene de serie, que es el más sencillo, y luego aparecen los Urban Blue, Metropolitan Graphite y Hype Grey. En estos, se tiñen de los colores algunos detalles como las molduras y las tapicerías son específicas.

La calidad es bastante correcta en este modelo. Se trata de un modelo generalista, algo que se puede percibir por el tacto algo justo de algunos de los plásticos, principalmente de los de las zonas bajas. Tampoco convencen ciertos acabados, pero lo compensa con ese colorido, con la buena tapicería de tela y, sobre todo, con los asientos. Son los Advanced Comfort que tanto hemos alabado en otros modelos de la marca y que ofrecen una comodidad sobresaliente a los usuarios.

La tecnología es uno de los puntos que más mejora en el nuevo Citroën C3 Aircross. En el centro del salpicadero aparece una pantalla táctil de 9 pulgadas, que es más grande que la anterior y supone el centro neurálgico del infoentretenimiento. Destaca por unos gráficos buenos y una usabilidad más que correcta. Ayudan algunos botones a su alrededor para el acceso directo a ciertas funciones. En los acabados superiores tenemos la navegación integrada y también una conectividad completa gracias a Apple CarPlay y Android Auto, con cable, eso sí.

La ergonomía no es demasiado buena en la parte delantera de este modelo. Aunque simplicidad es la tónica a seguir, con una instrumentación que es mixta con una pequeña pantalla TFT que hace las veces de ordenador de a bordo, también hay que decir que pierde enteros con los controles de la climatización en la pantalla. Ya hemos comentado que los asientos son la parte más destacada gracias al confort que ofrecen y la posición de conducción es elevada, como en cualquier crossover. También aparecen un buen número de huecos portaobjetos repartidos por este habitáculo.

La habitabilidad es bastante destacada para tratarse de un SUV pequeño gracias a la altura que ofrece este Citroën C3 Aircross. Se nota principalmente en las plazas traseras, donde encontramos un hueco generoso para la cabeza y uno correcto para las piernas, sobre todo para alguien como yo que supera por poco los 1,70 metros. Aunque esto también dependerá del uso que le demos a su banqueta trasera con movimiento longitudinal, que se puede mover hasta 150 mm en dos partes.

Maletero

Esa banqueta que mencionamos también es la que marca la diferencia en el maletero, pues nos permite jugar con el espacio entre el habitáculo y esta superficie. Con ella en la posición más atrasada nos ofrece 410 litros, lo cuál no está nada mal. Pero si la movemos hasta la posición más adelantada ganamos mucho espacio y nos deja 520 litros de capacidad, con unas formas muy aprovechables y ventajas como ganchos y redes para fijar la carga.

En el maletero del Citroën C3 Aircross hay un doble fondo con un hueco bajo el piso que lo hace aún más interesante. En el caso de que necesitemos más espacio siempre se puede abatir la segunda fila de asientos para dejarnos hasta 1.289 litros de capacidad. Adicionalmente, se podría abatir el asiento del acompañante para permitirnos meter objetos largos de hasta 2,40 metros de longitud.

Equipamiento

El equipamiento del Citroën C3 Aircross está dividido en varios niveles. Ya de serie lleva el Live Pack para beneficiarse de faros EcoLED, aire acondicionado, elevalunas eléctricos, retrovisores térmicos, radio DAB y ayudas a la conducción como la alerta del cambio de carril, el lector de señales y el detector de fatiga. Por encima queda el Feel para sumar apariencia con el pack Look SUV y Color Negro, además de la pantalla de 7 pulgadas con conectividad y sensor de aparcamiento trasero.

En la zona intermedia está el C-Series, una edición especial que añade la pantalla de 9 pulgadas, Citroën Connected Box, decoración específica, climatizador automático y sensores de luz y lluvia. Con el Feel Pack lo que se hace es completar el Feel con climatizador automático, sensores de luz y lluvia, navegación integrada, maletero a dos alturas o ayudas como frenada automática en ciudad, aviso pre-colisión, detector de peatones.

El tope de gama es el acabado Shine, el que monta nuestra unidad y que cuenta con llantas de 17 pulgadas, carrocería bitono, apoyabrazos del conductor, tapicería específica, asiento trasero con desplazamiento longitudinal, cortinillas parasol o sensor de aparcamiento delantero. También se puede completar con algunos opcionales interesantes como los faros SmartBeam, el Head-Up Display, sistema de sonido Hi-Fi o el Grip Control. La unidad probada lo tenía prácticamente todo.

Motor

Un aspecto en el que el Citroën C3 Aircross no evoluciona es en su gama mecánica. No aparece la electrificación por ningún lado en este modelo, que se queda sin versiones con etiqueta ECO ni CERO. La apuesta sigue estando en los motores de combustión tradicionales con dos versiones diésel y dos de gasolina. Si comenzamos con el diésel, el protagonista es el 1.5 BlueHDI de cuatro cilindros, que está disponible con 110 CV con el cambio manual de seis velocidades o con 120 CV cuando equipa la transmisión automática EAT6.

Si nos fijamos en la gama de gasolina, que es la que más se va a vender, tenemos al 1.2 PureTech de tres cilindros como punta de lanza. En este caso también hay diferencias de potencia en función de la caja de cambios. El de 110 CV solo puede ir con el cambio manual de seis velocidades, mientras que el de 130 CV solamente va ligado con la transmisión automática con las mismas relaciones. En todo caso, este C3 Aircross solamente puede ir con la tracción delantera, aunque se puede añadir el sistema Grip Control para mejorar su comportamiento fuera del asfalto.

Comportamiento

La unidad de pruebas es un Citroën C3 Aircross 1.2 PureTech 130 CV EAT6, la versión más potente de gasolina con cambio automático. Podríamos empezar diciendo que es la opción ideal para quien prefiera ese tipo de caja de cambios. Yo probablemente escogería el de 110 CV manual por su precio más reducido o por homologar un consumo más bajo. Sin embargo, tras compartir una semana con él vemos que tiene una serie de ventajas que merece la pena mencionar.

El desempeño del motor de tres cilindros es el habitual, destacando en la zona media con los 230 Nm disponibles desde las 1.750 rpm. Estira bien y su nivel de potencia es más que suficiente para el día a día. Eso sí, as prestaciones son algo justas y eso que es el tope gama. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y su velocidad máxima es de 197 km/h. La parte negativa es que con el paso de los kilómetros detectamos que su rumorosidad es alta debido a que no se ha trabajado mucho en la insonorización del habitáculo.

Con la versión de 130 CV solamente está disponible la transmisión automática EAT6. Se trata de una caja de cambios de convertidor de par con seis relaciones que tiene sus luces y sus sombras. Es muy suave, de eso no hay duda, pero también nos ha parecido muy lenta en algunos casos. Tiene un modo Sport, aunque es algo relativo, no es que mejore demasiado su respuesta. Lo que echamos en falta realmente es que incluyera unas levas tras el volante, pues el modo secuencial obliga a mover la palanca.

Y lo cierto es que la simplicidad del Citroën C3 Aircross también se extiende al comportamiento, pues no hay modos de conducción como en otros modelos rivales. No se podrá jugar esa baza, aunque tampoco era necesario. Sin modo Eco ni nada por el estilo consigue unos consumos que son bastante equilibrados. Tras una semana de uso normal marcamos una media de 7 l/100km. Una baza que sí podremos jugar es la del Grip Control, un sistema de control del par para salir fuera del asfalto con varios modos, que también cuenta con control de descenso en pendientes.

La verdadera clave de este modelo es que ha sido hecho para ofrecer un confort en marcha sobresaliente. Esa premisa se cumple por encima del resto, da igual que se pierda deportividad, lo primero es la comodidad en marcha. Se consigue con una suspensión que tiene un tarado muy blando, que es perfecta para pasar por badenes o por superficies irregulares. Sin embargo, en carreteras de curvas salen a relucir sus carencias.

Cuando sale de la ciudad se puede apreciar su falta de agilidad e incluso los balanceos que aparecen debido a esa puesta a punto tan suave. Los cambios de apoyo no son fluidos en este C3 Aircross y no es un coche que transmita casi nada. A eso también contribuye la dirección, muy blanda y muy poco comunicativa, haciendo que el usuario no sepa que pasa en las ruedas y le haga perder confianza. En definitiva, fácil de conducir y cómodo, pero nada dinámico.

Opinión coches.com

El Citroën C3 Aircross es un coche que tiene muy clara su vocación y no duda en explotarla. Tras la actualización se vuelca en el cliente que busca un diseño llamativo, con muchas opciones de personalización y que se completa en el ámbito tecnológico. Desde que salió al mercado sorprendió su habitabilidad, recordando al concepto que se destilaba hace unos años cuando todavía quedaban monovolúmenes pequeños.

Como nota curiosa, el C3 Aircross es un orgullo de la industria nacional, un producto “made in Spain” que se fabrica en la planta de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza) junto con el Opel Crossland, que es el que sería su hermano mellizo. Y, por supuesto, otro punto fuerte de este modelo es el precio. Parte de 18.520 euros sin descuentos y una unidad tope de gama como esta puede irse hasta algo más de 25.000 euros. Una tarifa que se puede reducir visitando coches.com, con las mejores ofertas de coche nuevo y condiciones de financiación.

Citroën C3 Aircross 1.2 PureTech 130 CV EAT6
7.8Nota
Lo mejor
  • Diseño llamativo
  • Habitabilidad interior
  • Confort en marcha
Lo peor
  • Algunos materiales
  • Tacto del automático
  • Sin electrificación en la gama
Diseño8.5
Habitabilidad8
Acabados7.5
Maletero8
Equipamiento7.5
Motor7.5
Comportamiento7.5
Calidad Precio7.5

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