Estamos en un momento en el que la industria española está muy cuestionada. Mientras que se habla de mover la producción de algunos coches a otros países, hay fábricas que siguen estando bien provistas por modelos de cierto volumen. El Ford Kuga probablemente sea el coche más importante de la marca del óvalo debido al segmento al que se dirige y a tener una plataforma que acepta versiones de combustión, pero también híbridas e híbridas enchufables. Y el Kuga es producido en la planta valenciana de Almussafes, por lo que es un producto “made in Spain” que debería ser un orgullo para todos.
La planta de Almussafes ha sufrido, como todas las instalaciones de Ford. Después de anunciar los despidos y de quitar algunos modelos que se ensamblaban allí, ahora parece que el futuro está asegurado. Además del Kuga, en 2027 se ha confirmado otro modelo que hará que la producción anual pueda llegar hasta las 300.000 unidades. Pero volviendo al Ford Kuga, se trata de una actualización de la anterior generación que llega con novedades en todos los apartados. Está disponible desde 39.596 euros y a continuación te vamos a contar todos los detalles.
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Exterior
El tema del diseño lo cierto es que evoluciona bastante y que difiere de lo que veíamos antes de la actualización. Se apuesta por una imagen más robusta, con la posibilidad de tener incluso un acabado Active X para que sea más crossover. Es el que monta nuestra unidad y cuenta con detalles en negro, molduras que imitan al aluminio, además de protecciones en los bajos. Por lo demás, vemos un frontal más estilizado, con un capó totalmente limpio que deja de tener el logotipo del óvalo.
Ese elemento va directamente en el centro de la parrilla, que gana presencia y que va remarcada por una tira LED en la parte superior. Es el nexo de unión entre los nuevos faros con tecnología Full LED de serie y un diseño más horizontal. Por otro lado, entre las novedades del Kuga vemos llantas de 18 y 19 pulgadas para redondear la imagen lateral. También llaman la atención las barras de techo y la configuración bitono, que contrasta a la perfección con nuevos colores como el Azul Desert y este Verde Bursting.
La zaga es la parte más convencional de este Ford Kuga. Comienza por un spoiler de techo, justo por encima de la luneta y lo que más destaca son los pilotos traseros con forma de palo de hockey invertido en el centro del portón. En el portón se puede ver cómo se ha eliminado la maneta para acceder al maletero y también hay un difusor un poco más deportivo. Probablemente lo más interesante a nivel estético de este modelo sea la capacidad de diferenciación que hay entre el ST-Line y el Active.
Sobra decir que el Ford Kuga es un SUV compacto y que apenas han cambiado sus dimensiones. De hecho, estaría rozando un segmento superior gracias a una longitud quealcanza los 4,64 metros, mientras que la anchura es de 1,88 metros y la altura de 1,68 metros. Por otro lado, con una distancia entre ejes de 2,71 metros para asegurarse un espacio interior que esté a la altura.
Interior
Uno de los aspectos que más cambia con la actualización del Ford Kuga es la tecnología. Vemos un interior más despejado y digital, en el que las pantallas ganan tamaño y se reduce el número de botones. De hecho, la táctil central de 8 pulgadas que tenía antes pasa a tener 13,2 pulgadas. Equipa el sistema SYNC 4 de la marca que es mucho más rápido y sofisticado que el anterior, además de tener una conectividad completa gracias a la acción de Android Auto y de Apple CarPlay de forma inalámbrica. Incluso se podría tener conectados dos smartphones a la vez.
Para controlar este sistema se puede incorporar el asistente Alexa Built-in para hacer preguntas o dar órdenes. Para el sistema de climatización también ha de tocarse la pantalla, algo que siempre es más complejo que los botones tradicionales que montaba el anterior. Para completar el sistema aparece una instrumentación digital de 12,3 pulgadas que viene de serie y que es totalmente configurable. Podemos ver la información que queremos a cada momento y se adopta un diseño específico en función del modo de conducción que se seleccione.
La calidad del Ford Kuga es bastante buena para tratarse de un modelo generalista. Destacan los asientos opcionales de los acabados X, con certificación AGR por su nivel de comodidad, además de ajustes eléctricos en 18 direcciones o de calefacción. La tapicería es en los materiales Sensico y neo-ante, con efecto de cuero sintético. También hay que mencionar algunas molduras interiores con tacto agradable y una terminación buena por los cuatro costados. No van a faltar plásticos en este habitáculo, pero no hay que olvidar que está por encima de lo que vemos en otros modelos generalistas.
En términos de habitabilidad, salen a relucir sus generosas medidas exteriores. Vemos una segunda fila muy capaz por espacio para las piernas, aunque también es bueno el hueco que queda para la cabeza. Su baza más fuerte sería la banqueta con deslizamiento longitudinal en 15 cm, que permite jugar con el espacio disponible en el interior. La plaza central es la menos capaz, mientras que vemos que hay bastante túnel de transmisión. Salidas del aire y tomas USB.
Maletero
La capacidad del maletero del Ford Kuga no está nada mal. Parte de 412 litros en las versiones convencionales, aunque tiene la posibilidad de llegar a los 553 litros si ponemos los asientos traseros en su posición más adelantada. Eso sí, en el caso del híbrido enchufable, que es el que nos ocupa, vemos que la capacidad se reduce hasta los 395 litros, algo por debajo de la media. Bajo el piso no hay hueco para rueda de repuesto debido a que está colocada la batería en este lugar. Por suerte, sí que se pueden abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para conseguir una capacidad máxima de 1.534 litros.
Motor
La gama mecánica del Ford Kuga recibe ciertos cambios y se adapta a los tiempos que corren. Se abandona el diésel EcoBlue que sí estaba disponible en el modelo anterior y todo se centra en la gasolina, algunos diferentes niveles de electrificación. La variante de acceso se trata del 1.5 EcoBoost de tres cilindros con desconexión de cilindros y 150 CV, que es el único con etiqueta C debido a que no tiene parte eléctrica. Un paso por encima estaría la variante híbrida convencional, que lleva una mecánica de ciclo Atkinson de 2.5 litros y cuatro cilindros junto a un bloque eléctrico. Puede ir con tracción delantera o total, con niveles de potencia de 180 y 183 CV respectivamente.
Aunque el que más ha sorprendido desde su lanzamiento ha sido el híbrido enchufable. Es el que estamos probando nosotros y que mejora sus prestaciones respecto al anterior. Mantiene ese esquema de motor de ciclo Atkinson de 2.5 litros y motor eléctrico, aunque sumando un generador y una batería de iones de litio de 14,4 kWh. Le permite tener una autonomía eléctrica de hasta 69 kilómetros, mientras que la potencia ha aumentado ligeramente hasta llegar a los 243 CV. Es el único que tiene la etiqueta CERO, por lo que se convierte en una opción ideal para grandes ciudades con restricciones.
Comportamiento
Nos ponemos al volante del Ford Kuga PHEV con su peculiar combinación mecánica. Tiene un motor de gasolina con un tamaño ejemplar, aunque por sí solo apenas ofrece 155 CV. La parte eléctrica es la que más mejora, pues ese bloque llega hasta los 132 CV para darle un nivel superior de eficiencia. De esta forma se llega a la potencia conjunta de 243 CV y 200 Nm de par, cifras que son bastante buenas para tratarse de un SUV compacto. De hecho, sorprende por sus prestaciones, un aspecto que viene claramente mejorado con respecto a su antecesor.
Este Kuga acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, siendo casi dos segundos más rápido que antes. Además, tiene una velocidad máxima de 200 km/h. Se nota en las recuperaciones y en la entrega en bajas, sobre todo cuando tenemos la batería cargada. El híbrido enchufable cuenta con una transmisión CVT que no transmite demasiadas sensaciones, pero que apoya esa eficiencia que busca el conjunto. El refinamiento del sistema es destacado y apenas se nota los momentos en los que cambia de usarse la electricidad a la gasolina. En todo caso, se da prioridad al modo eléctrico siempre que haya carga.
Con la batería de 14,4 kWh ya se consigue una autonomía de 69 kilómetros, que son cinco más que su antecesor. En condiciones reales nosotros hemos calculado que podremos completar entre 50 y 55 kilómetros entre cargas, dependiendo del tipo de conducción y el recorrido. La clave es cargar este Kuga, algo que se hace en menos de cuatro horas en una toma reforzada de 3,7 kW o en alrededor de seis horas en una toma convencional de 2,3 kW. Cuando nos quedamos sin batería podemos llegar a ver consumos en torno a los 6 litros, que está muy bien por sí sola, aunque no se llegaría a los 0,9 l/100km homologados.
La puesta a punto del Ford Kuga es bastante equilibrada y su chasis tiene buen tacto. Lo consigue con una suspensión de tipo McPherson en el eje delantero y una trasera de barra de torsión. El tarado busca más confort que deportividad, pero también quedan bastante disimulados los 1.859 kg que pesa esta variante con enchufe. Además, contamos con varios modos de conducción para adaptar su carácter.
Nos permite escoger entre Eco, Normal, Sport, Resbaladizo y Pista. Los primeros sirven para optimizar su eficiencia o entrega de prestaciones, mientras que los segundos son bastante útiles en malas condiciones meteorológicas e incluso para alguna salida fuera del asfalto.
El modo Pista es exclusivo del acabado Active, el que tiene una vocación más crossover. Va ligado a un aumento en altura de la carrocería de 10 mm en la parte delantera y 5 mm en la trasera. No es demasiado y no podemos decir que el Kuga sea ideal para una conducción todoterreno. Para aquellos que vayan a salir de la carretera de forma más asidua sería más recomendable la variante híbrida con tracción total. Mencionar que en los modos de conducción también se puede configurar una reserva de la batería eléctrica para usar cuando se acceda a entornos urbanos y que con el cambio en posición “L” la retención es mayor.
Opinión coches.com
Que el Ford Kuga en esta versión fuera el híbrido enchufable más vendido en Europa hace un par de años es algo que no nos sorprende. De hecho, también va a ser de los más vendidos en España con esta tecnología en 2024. Y es que era un vehículo que ya conseguía una gran relación precio/producto y ahora con la actualización busca recuperar su trono. Lo hace con esa nueva imagen tan reconocible, al tiempo que se actualiza su tecnología y se mantienen buenos niveles de habitabilidad en su interior. Aunque si nos centramos en el híbrido enchufable, es la versión ideal para los que se muevan por ciudad.
Si se hace uso de la batería y se recarga el Kuga convenientemente, los consumos pueden llegar a ser irrisorios. Además, si se afronta algún viaje largo, la verdad es que no se dispara el presupuesto en gasolina. Eso sí, con un depósito de 43 litros habrá que parar con mayor frecuencia. La pega, como suele ser en coches con este tipo de tecnología, es el precio de la versión. Aunque anunciamos el precio de partida de 39.596 euros, lo cierto es que un híbrido enchufable realmente completo en todos sus aspectos.
- Diferenciación acabado Active X
- Evolución tecnológica
- Eficiencia y consumos
- Maletero del PHEV
- Gama mecánica reducida
- Precio del tope de gama
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