El Mazda CX-80 es el nuevo buque insignia de la marca, el modelo con el que quieren conquistar a aquellos clientes más exigentes. Es así por varios motivos, ya que se postula como el vehículo más grande y lujoso que tienen en la familia actual. Además, se ofrece con dos mecánicas que son topes de gama en sí mismas, pues aparece el diésel de seis cilindros que tanto dio de qué hablar y el novedoso sistema de propulsión híbrido enchufable.
Aunque la principal baza de este nuevo Mazda CX-80 es el segmento al que va dirigido. Apunta directamente a rivalizar con los modelos tradicionales de siete plazas, el trío alemán formado por Audi Q7, BMW X5 y Mercedes GLE. El precio en esos casos está bastante cerca de las seis cifras y Mazda quiere ser el competidor que les iguale en muchas cosas, pero con una tarifa bastante más asequible. Tiene un precio de partida de 60.444 euros y ya hemos podido probarlo.
Exterior
En términos de diseño, lo cierto es que Mazda no ha querido arriesgar. Toma la base del CX-60 y vemos un ejemplar que crece en dimensiones, pero que mantiene las líneas principales. De hecho, por el frontal es complicado distinguir a ambos modelos, pues ambos mantienen esa parrilla de gran tamaño y un entramado llamativo, con un marco que puede ir en negro o cromado en función del acabado. Conecta con los faros, que tienen una pequeña lágrima para la luz diurna y una óptica principal reconocible.
El paragolpes del Mazda CX-80 es prominente y cuenta con unas tomas de aire en los laterales. Se dirigen hacia las ruedas, que también ganan presencia al calzar unas llantas de 20 pulgadas en diferentes diseños. La silueta es la parte donde se distingue este ejemplar de su hermano pequeño. Se puede ver que tiene una mayor longitud y también una mayor distancia entre ejes (+25 cm), con un pilar D que deja entrever que va a contar con una tercera fila de asientos.
La zaga es bastante normativa y tiene la filosofía de Mazda. Comienza con un pequeño spoiler de techo y continua con la luneta de dimensiones contenidas. La parte intermedia del portón está surcada por unos pilotos traseros LED que son bastante horizontales y que avanzan hacia la zona central donde está el logotipo de Mazda. En la zona inferior aparece un paragolpes prominente que deja oculta la salida del escape para mostrar su refinamiento.
El Mazda CX-80 es un SUV grande que tiene unas dimensiones bastante imponentes. Son nada menos que 4,99 metros de longitud, que van sumados a una anchura de 1,89 metros y a una altura de 1,71 metros. Por su parte, la distancia entre ejes se va hasta los 3,12 metros, algo que será clave para ver su distribución del habitáculo.
Interior
El interior del Mazda CX-80 es lo que podíamos esperar de un modelo de estas características. La tecnología es más que correcta y cuenta con una pantalla táctil central de 12,3 pulgadas que sobresale en el salpicadero. Es fácil de controlar gracias a la ruleta giratoria que hay en la consola central y que facilita el uso durante la marcha. Por supuesto, hay conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, además del sistema Mazda Connect para completar el resto de funcionalidades.
Por otro lado, el puesto de conducción hace que la persona se sienta conectada con el vehículo. Desde ahí se tiene acceso a un atractivo volante multifunción que controla una instrumentación digital de 12,3 pulgadas. No es tan personalizable como la de otras marcas, pero cumple con la información básica que necesitamos ver. Además, se puede completar con el Head-Up Display de gran tamaño, que vuelve a facilitar las cosas durante la conducción.
Si se quiere hacer un modelo de representación, la calidad tiene que estar a la altura. De eso no falta en el Mazda CX-80, que opta por materiales de un tacto muy destacado en casi todas las superficies. Las tapicerías de cuero Napa varían de color en función del acabado elegido, al igual que las molduras de madera de arce o las costuras del salpicadero. En general la sensación de calidad es elevada y, aunque siguen apareciendo algunos plásticos más duros, sale bien parado.
Ya dijimos que una de las claves de este modelo es su versatilidad y la organización del espacio. De hecho, se ofrece al cliente con hasta tres configuraciones para la segunda fila de asientos, algo que muchos agradecerán:
- Banqueta para tres personas + dos asientos traseros (7 plazas)
- Dos asientos independientes con zona de paso + dos asientos traseros (6 plazas)
- Dos asientos independientes con consola + dos asientos traseros (6 plazas)
En todo caso, la amplitud de la segunda fila de asientos es ejemplar, con mucho espacio para piernas y cabeza. Por no hablar del desplazamiento longitudinal de esas plazas de 12 cm y la reclinación en dos niveles cuando está la banqueta corrida. Suma enteros con los dos asientos independientes, que permiten un confort sobresaliente a los usuarios que viajen en ellos. Además, el acceso a la tercera fila mejora por la altura de la puerta y dentro sorprende su capacidad, aunque siempre teniendo en cuenta las limitaciones.
Maletero
El maletero del Mazda CX-80 es muy capaz y muestra un espacio aprovechable incluso cuando se usan todas las plazas. Con todos los asientos en su posición normal son 258 litros de capacidad, aunque siempre se puede aumentar cuando no se utilicen todos. Con la tercera fila de asientos abatida puede tener entre 566 y 687 litros, en función de la posición de la banqueta. También cabría la posibilidad de abatir esa segunda fila para dejar un espacio de 1.221 litros ( o 1.971 litros contando con el espacio hasta el techo).
Motor
Como decíamos, la gama mecánica está formada por dos motores dispares, pero igual de aprovechables. El acceso lo pondría el motor diésel e-Skyactiv D, el sorprendente bloque de seis cilindros en línea y 3.3 litros que la marca japonesa se ha atrevido a lanzar. Cuenta con la etiqueta ECO de la DGT gracias a un sistema microhíbrido, el denominado M Hybrid Boost de 48 V. También presume de una transmisión automática de ocho velocidades, del sistema de de tracción total i-Activ AWD y de una potencia de 254 CV.
Por su parte, el sistema de propulsión híbrido enchufable e-Skyactiv PHEV combina el mítico motor de gasolina Skyactiv-G de cuatro cilindros y 2.5 litros con un bloque eléctrico de 130 kW. En este caso, también se opta por la transmisión automática de ocho velocidades y el sistema de tracción total (AWD) i-Activ. También se suma una batería de 17,8 kWh de capacidad y alcanza un nivel de potencia superior: 327 CV y 500 Nm de par que le hacen convertirse en el más rápido de la gama.
Comportamiento
Ponemos a prueba el Mazda CX-80 en su variante tope de gama, el híbrido enchufable que cuenta con la etiqueta CERO. Ya hemos hablado de la combinación de motores que emplea y ahora toca decir que el refinamiento es bastante bueno. Es cierto que se nota algo de salto entre el modo eléctrico y el de combustión, pero la insonorización del habitáculo es buena y eso siempre ayuda. Es posible que en ese apartado haya rivales que le dejen atrás, pero no va a ser por mucho.
Además, las prestaciones son buenas y pudimos comprobarlo por las Autobahn alemanas. Este ejemplar acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y su velocidad máxima es de 195 km/h Ya acabamos que la capacidad de la batería es de 17,8 kWh, pero no dijimos que se homologa una autonomía de hasta 61 kilómetros. En la vida real va a ser más factible que haga alrededor de 50 kilómetros, que está dentro de la media de los vehículos con similares características.
Cuando haya batería, los consumos serán buenos y la gasolina se mantendrá a buen recaudo. Con la batería descargada homologa 8,1 l/100km y la realidad es que estará en torno a los nueve, así que haciendo un uso mixto nosotros obtuvimos un consumo de en torno a los 6,5 litros. También cabe la posibilidad de enchufarlo e incluso un modo “Charge” en el que puedes programar el porcentaje de la batería que queremos que alcance y que haya que mantener durante la ruta.
El comportamiento dinámico del Mazda CX-80 es satisfactorio y sorprende por agilidad a pesar de sus dimensiones. Al fin y al cabo, estamos con un coche de casi 5 metros que pesa algo menos de 2.200 kg. Aún así, tiene un chasis que lo disimula bastante bien y también puede presumir de un radio de giro de 5,8 metros que le permite maniobrar bien en ciudad. Eso se puede deber al sistema Kinematic Posture Control (KPC), que aplicar frenado a la rueda interior trasera, para reducir el balanceo y mejorar la estabilidad.
No hay que olvidar que este ejemplar tiene la tracción total i-Activ AWD, que siempre es un valor añadido en este tipo de vehículos. También cuenta con los modos de conducción característicos y permite al usuario elegir entre los Normal, Sport, Off-Road, Towing y EV. La dirección tiene ese toque de la marca, aunque sin tener tanto peso como en otros modelos. La suspensión tiene esquema de doble trapecio en el eje delantero y multibrazo trasero, ofreciendo buen confort en marcha.
Opinión coches.com
El Mazda CX-80 es un SUV de siete plazas que demuestra hasta donde es capaz de llegar la marca japonesa. Siguiendo esa tradición del omotenashi, muestran que se pueden superar y luchar contra otros modelos de mayor tradición, siempre haciendo gala de calidad y buen comportamiento. Para aquellos que hayan quedado desencantados con alguna marca premium o que quieran dar el paso, pero manteniendo un precio más asequible, este siete plazas será la opción ideal.
Se puede configurar en tres acabados principales: Exclusive Line. Homura y Takumi; todos ellos pudiéndose completar con un paquete Plus que suma algunos elementos. Se trata de una simplificación que beneficia al cliente y también que deja un poco más claras las tarifas. Son 60.444 euros de partida y el precio máximo tampoco queda tan abultado teniendo en cuenta que el CX-80 más equipado cuesta 73.128 euros. Otro detalle a valorar es que el diésel y el híbrido enchufable tienen tarifas muy similares.
- Espacio correcto en todas sus plazas
- Buena calidad y acabados
- Precio nada descabellado
- Solo dos motores en la gama
- El diésel es un poco más refinado
- Rivales muy duros
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