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Pruebanoticias/
Gonzalo Yllera

Mercedes-AMG C 63 Estate: prueba contacto

Al igual que hace pocas semanas os traíamos hasta aquí a uno de los más destacados deportivos alemanes del segmento D, como es el BMW M4 Coupé, en esta ocasión nos enfrentaremos a uno de sus mayores rivales. Para ello vamos a recorrer a toda velocidad (por Autobahn) los algo más de 200 kilómetros que separan Múnich de Stuttgart, y luego otra veintena de kilómetros más hacia el noroeste, hasta alcanzar la pequeña población de Affalterbach, donde nos adentraremos en los dominios de Mercedes-Benz, y más concretamente de su división más exclusiva y deportiva: Mercedes-AMG GmbH.

Es en estos bucólicos parajes donde se alza una avanzada factoría en la que se producen, desde el año 1967, los vehículos más radicales de la firma de la estrella.

Y, precisamente allí, es donde ha nacido el modelo que hoy analizamos en esta toma de contacto: el Mercedes-AMG C 63, pero en su variante Estate, un auténtico y extremo deportivo encerrado en una carrocería familiar. Curiosamente una configuración todavía no explorada por alguno de sus rivales como BMW (no existe un M4 Touring…), aunque sí por su otro gran adversario, con sede en Ingolstadt, nos referimos al ya extinto Audi RS4 Avant, con su poderoso motor V8 atmosférico de 450 CV y dotado de tracción total quattro (modelo que aún no ha encontrado sustituto en la nueva generación del Audi A4, pero que estamos seguros pronto lo hará…)

De esta forma el Mercedes-AMG C 63 Estate se convierte en el familiar más deportivo de su segmento con el potente propulsor V8 de 476 CV, sólo superado por el de la versión “S”, con la misma planta motriz pero potenciada hasta los 510 CV y algún que otro retoque especial…

Y como veo que se os están poniendo los dientes largos, comencemos nuestro análisis más detallado:

Exterior

En el exterior, cada uno de los detalles deja bien patente que no estamos ante un Mercedes-Benz Clase C al uso sino de una de sus versiones más exclusivas y vitaminadas que, en nuestro caso, estaba pintada en una bonita tonalidad azul brillante metalizada, que no sólo resultaba muy elegante, sino que disimulaba en parte la voluptuosidad de sus formas resultando, pese a ello, bastante más discreto que el BMW M4 Coupé que os trajimos hasta aquí hace unos días.

Las medidas exteriores apenas reflejan un pequeño incremento sobre las de la berlina, ya de por sí bastante contenidas. Así la longitud es de 4,702 metros (+ 16 mm), la altura de 1,457 metros (+ 15 mm), mientras que la anchura es idéntica, con 1,810 metros (sin contar los espejos laterales y 2,020 metros con ellos desplegados). La batalla, o distancia entre ejes, también coincide con sus 2,840 metros.

En el frontal destaca el capó en aluminio con prominentes resaltes longitudinales que tratan de afilar sus líneas, confluyendo en una parrilla del radiador de aspecto siniestro, realizada en plástico negro y con estructura en forma de panal de abeja, sobre la que se sobrepone una gran estrella de 3 puntas, de la que parte una doble lama horizontal decorada en color plata iridio mate, donde se ha colocado uno de los muchos distintivos  “AMG” con los que está identificada esta versión.

Como curiosidad cabe subrayar que, entre la extensa gama de opciones, la estrella central de la calandra puede solicitarse con iluminación, empleando para ello fibra óptica y tecnología LED. Se iluminará al desbloquear el vehículo, y también al abrir la puerta o la tapa del maletero. El mayor inconveniente es que no resulta compatible con el sistema DISTRONIC (que ayuda a guardar la distancia de seguridad con el vehículo delantero y a mantener la trayectoria) por lo que no creemos que sean muchos de sus futuros propietarios los que se decidan por esta extravagante opción…

En los extremos de la parte delantera, los grupos ópticos hacen uso de la avanzada tecnología LED Intelligent Light System, opcional. No sólo destacan por sus atractivas formas, sino por su amplio haz luminoso que garantiza una óptima iluminación en todo tipo de circunstancias, además de incluir las luces de carretera automáticas Plus, que permiten conducir siempre con las “largas” conectadas sin deslumbrar al resto de conductores.

La parte baja presume de un espectacular paragolpes AMG con voluptuosas formas, cuyo diseño está marcado por la necesidad de que llegue aire fresco al propulsor y sistema de frenos, por lo que cuenta con tres grandes aperturas de refrigeración delimitadas por un bonito perfil A-Wing y un splitter en la zona inferior (que, opcionalmente, pueden estar realizados en fibra de carbono).

La vista lateral está marcada por la peculiar silueta de esta versión Estate, con un morro bajo y afilado, un techo que se prolonga hacia atrás mucho más que en la berlina o el coupé, sobre el que se sitúan unas barras de aluminio longitudinales, en las que sujetar diferentes accesorios de transporte, y un portón posterior de pronunciada inclinación.

Los guardabarros ensanchados (con el emblema “V8 Biturbo” en los delanteros), han sido diseñados para dar cabida a los sobredimensionados trenes rodantes, con suspensiones rebajadas que materialmente pegan el vehículo a la carretera. Para rematar no podían faltar unas espectaculares llantas de aleación AMG de 19 pulgadas, con 5 radios dobles y pintadas en gris titanio, sobre las que se montan unos deportivos neumáticos Michelin Pilot Super Sport M01, en medidas 245/35 ZR19 93Y en el tren delantero y 265/35 ZR19 98Y en el posterior. En su interior un equipo de frenos de alto rendimiento AMG con pinzas pintadas en gris y distintivo “AMG” se encargan de detener a este familiar de superlativas prestaciones.

Al analizar la parte posterior debemos centrar nuestra atención en el gran portón que cuenta con un disimulado spoiler superior, en prolongación con la línea del techo, donde se incrusta la tercera luz de freno, de tipo LED. El pequeño y curvado cristal posterior apenas deja vislumbrar lo que ocurre detrás de nosotros.

Los grupos ópticos posteriores, formados íntegramente por elementos LED, garantizan una óptima visibilidad posterior, están divididos en 2 partes (una solidaria con el portón y otra fija a la carrocería).

Por último el paragolpes trasero AMG presenta un diseño espectacular, acorde a lo ya visto en la parte delantera, con un gran difusor y, sobre todo, un sistema de escape deportivo AMG con dos grandes salidas dobles (a cada lado) que garantizan una óptima circulación de los gases de escape y, sobre todo, un sonido embriagador.

Interior

El impresionante poderío que transmite este Mercedes-AMG C 63 Estate en el exterior se reafirma en el interior, siendo suficiente con abrir la puerta del conductor para darse cuenta de ello, al tiempo que resultará casi imposible resistir la invitación a sentarse tras el volante…

Una vez lo hayamos hecho ya no querremos volver a bajarnos, pues no sólo nos cautiva por el diseño, la alta calidad de acabados, o los refinados materiales de los que hace gala como, por otra parte, ya nos tiene acostumbrados la firma de la estrella, sino por la deportividad sin compromisos que irradia en cada uno de sus rincones.

Aunque la estructura interior y la disposición de los principales elementos no varían respecto a lo que ya vimos en su momento en la prueba a fondo del Mercedes-Benz Clase C 180 son precisamente estos detalles, así como las casi infinitas posibilidades de personalización, los que marcan la diferencia.

Ante nosotros el volante AMG de 3 radios y forrado en piel de excelente calidad (microperforada en la zona de uso más habitual…) cuenta con un grosor y un tacto perfectos, pese a estar ligeramente achatado en su zona inferior, precisamente donde se ubica el logo que identifica a esta versión tan especial…

Los numerosos botones con los que cuenta en los brazos horizontales nos facilitan el manejo del sistema de audio y telefonía, así como gobernar el conjunto de informaciones disponibles en la pantalla multifunción del cuadro de instrumentos…

Nos han sorprendido muy positivamente las levas del cambio, en aluminio, situadas inmediatamente detrás del volante. De excelente tamaño, tacto y precisión milimétrica en su accionamiento, permiten subir y bajar de marcha manualmente, de forma rapidísima, cuando así queramos gestionar la caja de cambios AMG SPEEDSHIFT MCT de 7 velocidades.

Tras ellas las ya habituales palancas que encontramos en los vehículos de la marca de la estrella: a la izquierda la que gobierna el control adaptativo de velocidad (regulador y limitador) y a la derecha la menos afortunada que permite seleccionar el sentido de marcha, además de la posiciones Neutral y Parking.

El cuadro de instrumentos, específico para las versiones AMG, se distingue por el fondo racing de los relojes y las diferentes escalas y grafías (acordes a sus mayores prestaciones) de velocímetro y cuentarrevoluciones. En el centro una pantalla multifunción de 5,5 pulgadas nos informa de los diferentes parámetros del vehículo, incluso mostrando un cronómetro (para indicarnos tiempos por vuelta en un circuito). Todo ello manejado desde el volante.

Como complemento nuestra unidad disponía del nuevo Head-Up-Display de alta definición que nos mostraba las informaciones más importantes sin necesidad de apartar la vista de la carretera (velocidad, señales de tráfico o las indicaciones del sistema de navegación).

El salpicadero está presidido en su parte superior, como en todos los Mercedes-Benz de última hornada, por una gran pantalla multifunción de 8,4 pulgadas donde se presenta toda la información del sistema multimedia COMAND Online, que aúna las funciones de audio, teléfono y navegación.

No encontramos tampoco mayores diferencias en la disposición de los 3 aireadores centrales (más allá del tratamiento dado a sus rebordes…) o de los mandos de la climatización automática THERMOTRONIC, que disfruta de 3 zonas diferenciadas (conductor, acompañante y parte trasera). Lo propio sucede con los mandos del sistema multimedia, salvo por la incorporación de un elegante reloj analógico, firmado por IWC.

Llegados a este apartado no debemos dejar de mencionar el excelente sistema de sonido firmado por el especialista Burmester, compuesto por nada menos que 13 altavoces, un amplificador DSP de 9 canales y una potencia total de 590 vatios, para deleitarnos con nuestra música favorita, eso sí, siempre que no queramos escuchar la que sale por los escapes…

La zona central del salpicadero está decorada en una primorosa terminación en madera de fresno negro con poros abiertos, que recubre también gran parte de la consola, donde destaca una tapa con el logo AMG tras la que se ocultan los posavasos y un pequeño hueco adicional donde depositar pequeños objetos.

Algo más atrás encontramos una rueda giratoria y un panel táctil de ergonómicas formas desde los que, mediante gestos, se pueden controlar todas las funciones del sistema de infoentretenimiento, sin apartar la vista de la carretera.

A su alrededor se disponen diversos mandos, como el AMG DYNAMIC SELECT, con el que podremos elegir entre 4 programas de conducción específicos: Comfort, Sport, Sport+ e Individual; el que gobierna el tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL, con sistema de amortiguación adaptativo en 3 niveles o el que permite seleccionar el programa manual “M” de la caja de cambios AMG SPEEDSHIFT MCT de 7 velocidades.

Los asientos deportivos merecen una mención aparte por su tapizado específico en cuero bicolor, por estar refrigerados y calefactados pero, sobre todo por su excelente sujeción lateral y longitudinal que impide deslizamientos del cuerpo por muy alto que sea el ritmo impuesto. Evidentemente cuentan con todo tipo de regulaciones eléctricas para encontrar la mejor postura de conducción posible y memorias para almacenar dicha configuración. El detalle final sale a relucir en la placa AMG que encontramos en el respaldo de los asientos delanteros.

Aunque, como siempre, opcionalmente para los conductores más deportivos están disponibles los asientos AMG Performance, auténticos bacquet de competición, eso sí, con un sobreprecio de 2.829 euros.

Un amplio techo panorámico llena de luz el interior. Está dividido en dos zonas, una fija en la parte posterior y otra corrediza (accionamiento eléctrico) en la delantera. Además de dos persianas enrollables que minimizan la radiación solar en los días en que el astro rey hace de las suyas

En la parte trasera cuenta con espacio suficiente para que dos adultos se encuentren a gusto tanto en anchura como en longitud para las piernas, así como en altura. Un tercer ocupante verá comprometida su existencia debido al prominente túnel central de transmisión, que ocupa gran parte del espacio destinado a los pies, por lo que deberá adoptar una postura no demasiado cómoda. Por lo tanto mejor no ocupar esta plaza si el trayecto es muy largo…

El respaldo puede abatirse en una proporción 40/60 y, opcionalmente como era nuestro caso, 40/20/40, con lo que permite una mejor flexibilidad y un mayor número de opciones a la hora de transportar el equipaje. No podían faltar los anclajes Isofix y Top Tether para la fijación de sillas infantiles.

Maletero

El mayor beneficio de esta versión Estate deriva del gran portón posterior que, además, cuenta con sistema de apertura y cierre eléctricos (sistema EASY-PACK). Gracias a él disfrutaremos de un mejor acceso a la hora de introducir los bultos de mayores dimensiones y de colocarlos en el interior del vehículo. En consonancia con ello la altura de carga se sitúa en unos excelentes 590 mm, por lo que tampoco nos veremos obligados a elevarlos en exceso.

El volumen general del maletero no varía sustancialmente respecto a la berlina, sumando apenas 10 litros adicionales para alcanzar un total de 490 litros. Eso sí, sus formas más regulares y el mayor hueco antes mencionado facilitaran enormemente la tarea de carga y descarga así como la correcta estiba de los bultos.

En caso de necesidad podremos disfrutar de un generoso espacio de carga de hasta 1.510 litros gracias a la posibilidad de abatir los respaldos de los asientos posteriores en 2, u opcionalmente en 3 partes (en una proporción 40/20/40), operación que se realiza cómodamente desde el maletero, permitiéndonos diferentes combinaciones a la hora de que convivan pasajeros y equipaje.

Como suele ser habitual en estos casos, donde se montan ruedas de grandes dimensiones, debajo del plano de carga encontraremos el habitual kit reparapinchazos en un compartimento al efecto, donde también podremos llevar los triángulos de emergencia u otros pequeños objetos.

Tampoco pueden faltar una red portaobjetos en lado izquierdo del maletero, toma de corriente de 12 voltios tipo mechero, argollas de sujeción o una red separadora retráctil, en el caso de necesitar utilizar todo el volumen de carga hasta el techo, y con el fin de evitar desplazamientos de carga que puedan convertirse en peligrosos para los ocupantes de las plazas delanteras.

Equipamiento

Al tratarse de una de las versiones “tope de gama” que Mercedes-Benz ofrece en su catálogo, hemos de reconocer que de serie viene inusualmente bien equipada. Porque, aparte de la dotación de fábrica con la que el gigante alemán dota a todos sus berlinas del segmento D (como ya analizamos en nuestra prueba a fondo del Mercedes-Benz Clase C 180), cuenta con un equipamiento de serie “propio” de los modelos firmados por AMG, donde se incluye:

  • Asientos deportivos con sujeción lateral optimizada, tapizado con diseño específico AMG y placa AMG en los respaldos delanteros
  • Caja de cambios AMG SPEEDSHIFT MCT de 7 velocidades con funciones de doble embrague y Race Start, selector DYNAMIC SELECT y arranque sin llave KEYLESS-GO con selección de programa de conducción específico de AMG
  • COMAND ONLINE con disco duro de navegación
  • Cuadro de instrumentos AMG con display multifunción
  • Head-up display
  • Iluminación de ambiente en 3 tonalidades
  • Pedales deportivos AMG
  • Sección superior del tablero de instrumentos y línea de cintura en símil de cuero ARTICO negro

  • Toma de corriente de 230 V detrás
  • Volante AMG Performance en cuero napa de color negro y diseño de 3 radios
  • Ayuda activa para aparcar, incluye PARKTRONIC
  • Cristales calorífugos tintados en las ventanillas traseras y luneta trasera
  • Diferencial autoblocante AMG en el eje trasero, con regulación mecánica
  • Dirección paramétrica deportiva AMG, de 3 niveles
  • Ejes delanteros y traseros AMG con diseño específico
  • Equipo de escape deportivo AMG
  • Equipo de frenos de alto rendimiento AMG

  • ESP de 3 niveles
  • Faros LED Intelligent Light System con luces de carretera automáticas Plus
  • Kit estético exterior AMG
  • Llantas de aleación AMG de 10 radios color gris titanio y pulidas a alto brillo
  • Paquete de retrovisores
  • Parrilla AMG
  • Perfil aerodinámico AMG sobre la tapa del maletero en color de la carrocería
  • Refrigeración AMG con radiador adicional de agua en el paso de rueda
  • Tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL con sistema de amortiguación adaptativo con 3 modos

Al mismo tiempo que contaremos con los más avanzados sistemas de seguridad (bien de serie u opcionalmente):

  • Sistema antibloqueo de frenos (ABS)
  • Tempomat con regulación de distancia DISTRONIC PLUS con servodirección inteligente
  • Ayuda activa para aparcar con PARKTRONIC
  • Detector activo de cambio de carril
  • Control activo de ángulo muerto
  • Sistema de alerta por cansancio ATTENTION ASSIST
  • Equipo de frenos ADAPTIVE BRAKE
  • COLLISION PREVENTION ASSIST PLUS
  • LED Intelligent Light System
  • Cámara de marcha atrás
  • Servofreno de emergencia BAS PLUS con asistente para cruces
  • Sistema preventivo de protección de los ocupantes PRE-SAFE
  • Sistema de llamada de emergencia Mercedes-Benz

Es posible adquirir las versiones más deportivas de este familiar de la marca de la estrella desde los 93.899,99 euros del Mercedes-AMG C 63 Estate y los 103.075,00 euros del Mercedes-AMG C 63 S Estate.

Aunque no deja de ser llamativo que después de desembolsar tan ingente cantidad de dinero tengamos que pagar aparte algunos extras. En el caso de la unidad probada contaba con el siguiente equipamiento adicional:

  • Paquete antirrobo —– 580,53 €
  • Paquete de aparcamiento —– 899,56 €
  • Paquete de confort KEYLESS-GO —– 1.436,94 €
  • Paquete de asistencia a la conducción Plus —– 3.047,78 €
  • Pintura: Azul brillante metalizada —– 1.132,30 €
  • Llantas de aleación AMG de 5 radios dobles en gris titanio y pulidos —– 1.232,97 €
  • Tapicería: Cuero napa bicolor blanco platino pearl/negro —– 3.628,31 €
  • Techo corredizo panorámico —– 2.569,24 €

  • Zona superior salpicadero y líneas de cintura en puertas en símil de cuero ARTICO efecto napa negro —– 1.218,59 €
  • Climatización automática THERMOTRONIC —– 856,41
  • Cristal calorífugo e insonorizante para parabrisas y puertas delanteras —– 173,90 €
  • Calefacción eléctrica asientos delanteros —– 472,01 €
  • Módulo para teléfono con Bluetooth SAP —– 580,53 €
  • Paquete de telefonía universal —– 515,16 €
  • Sistema de sonido surround Burmester —– 1.022,47 €
  • Preequipo para sistema de entretenimiento para plazas traseras —– 217,05 €
  • Paquete de seguridad para las plazas posteriores —– 492,93 €
  • Extintor bajo asiento del conductor —– 159,52 €

Por lo que el precio final, gracias a los más de 20.000 € en opciones, ascendía hasta los 114.136,19 euros.

De todas formas, gracias a las líneas Designo y AMG Performance Studio, es posible encontrar ese toque más “personal” que para algunos propietarios no tienen los modelos “de serie”.

En cualquier caso en el buscador de Coches.com siempre está disponible el mejor precio del mercado, incluso si estás interesado en este especialísimo Mercedes-AMG C 63 Estate, y también podrás localizar el seguro más adecuado a tus necesidades.

Motorización

Aunque sea una afirmación recurrente, aquí si tiene razón de ser aquello de que el propulsor que monta este Mercedes-AMG C 63 Estate es una auténtica “joya de la ingeniería” y, como tal, se fabrica de manera artesanal por un único técnico especialista que firma su obra con una placa colocada sobre el propulsor, siguiendo la filosofía de “un hombre, un motor”.

Si como veíamos en su rival de Múnich había vuelto a una configuración de 6 cilindros en línea, con una cilindrada relativamente escasa de 2.979 centímetros cúbicos, eso sí, ayudada por un doble turbocompresor, el caso que hoy nos ocupa se sigue manteniendo la tradicionalarquitectura de 8 cilindros en V, incrementando su cubicaje hasta casi los 4 litros (3.982  centímetros cúbicos), además de apoyarse también en el trabajo de 2 turbocompresores, aunque en esta ocasión situados en el hueco interior de las bancadas de cilindros, con lo que se consigue un conjunto más compacto o un recorrido más directo de los gases.

Se trata del mismo propulsor que ocupa el vano motor en el superdeportivo Mercedes-AMG GT, lo cual es toda una garantía, pues monta la tercera generación del efectivo sistema de inyección directa de gasolina, con inyectores piezoeléctricos y hace uso, además, de la tecnología NANOSLIDE, de recubrimiento de las camisas de los cilindros, para un menor rozamiento.

Con todo ello consigue entregar una potencia de 476 CV entre 5.500 y 6.250 rpm y un par máximo de 650 Nm entre 1.750 y 4.500 rpm, cumpliendo siempre la normativa Euro 6 de gases de escape. Esto supone 45 CV y 100 Nm más que el BMW M4 con el que tanto disfrutamos hace algunas semanas.

Tal derroche de fuerza no puede traer más que alegrías en forma de fulgurantes aceleraciones y recuperaciones, además de alcanzar velocidades casi supersónicas antes incluso de que hayamos leído este párrafo…

La aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en apenas 4,2 segundos, alcanzando una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h, aunque puede ascender opcionalmente hasta los 280 km/h (siempre que estemos dispuestos a pagar los casi 4.000 euros que cuesta el AMG Driver’s Package).

De todas formas si aún no os pareciera suficiente, y os lo podéis permitir, tenéis a vuestro alcance el Mercedes-AMG C 63 S Estate, con su propulsor potenciado hasta los 510 CV entre 5.500 y 6.250 rpm, que entrega un descomunal par máximo de 700 Nm entre 1.750 y 4.500 rpm, que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,1 segundos o alcanzar igualmente una velocidad máxima, autolimitada, de 250 km/h (280 km/h con el  AMG Driver´s Package). Eso sí, con un sobreprecio final de casi 10.000 euros, sobre la versión hoy analizada.

De serie monta un sistema de escape deportivo AMG de rotunda sonoridad deleitándonos con un bramido que nos pone el vello de punta con cada puesta en marcha del motor o en aceleración. Por tanto no podemos ni imaginar lo que tiene que ser con el sistema de escape AMG Performance, que incluye una tecla de conmutación en el salpicadero (1.451,33 euros)

Los datos oficiales de consumo, que por una vez nos tendremos que creer a falta de que realicemos nuestros habituales recorridos de prueba, nos hablan de un gasto de gasolina de 10,9 l/100 km en ciudad; 6,9 l/100 km en recorridos por carretera y, finalmente, 8,4 l/100 km de consumo medio. Las emisiones CO2 se conforman con 196 g/km.

Estas cifras resultan simplemente ridículas a nada que nos permitamos pequeñas alegrías con el pedal del acelerador, y eso que son casi un 30% inferiores a las de la generación precedente.

Comportamiento

Como primera apreciación conviene tener en cuenta, al igual que ocurriese con el BMW M4, que el nivel dinámico y prestacional ofrecido por este Mercedes-AMG C 63 Estate es tan alto que difícilmente podremos ponerle en apuros en carretera abierta (si no queremos dormir una buena temporada a la sombra…).

A diferencia del primero, al que si pudimos estrujar a fondo en un circuito cerrado, con el modelo que os traemos hoy, apenas pudimos pasar juntos unas cuantas horas, por lo que el análisis no puede ser tan detallado como el que realizamos con el modelo bávaro.

No obstante este deportivo familiar fabricado en Affalterbach es capaz de dejar su impronta en nuestro cerebro incluso desde antes de recorrer el primer metro, no tanto por su estética, como por el sonido que emana de la línea de escape nada más ponerlo en marcha…. Y continuando por el descomunal empuje que proporciona su fantástico V8 bi-turbo, donde se notan no sólo los 45 CV que saca al modelo de la firma de Múnich, sino la diferente forma de entrega, con un mayor poderío en la zona baja y media del cuentavueltas, pero estirando menos que aquel…

En un enfrentamiento ficticio casi calcan las prestaciones pues el BMW M4 Coupé realiza el 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, mientras que su rival de la firma de la estrella lo solventa en 4,2 segundos. Las dos mediciones llevadas a cabo con sistema de salida (Launch Control en el BMW y Race Start en el Mercedes). Otro tanto ocurre con la velocidad máxima que, en ambos casos, está limitada a 250 km/h, aunque en el modelo desarrollado por Mercedes puede aumentarse hasta 280 km/h gracias al opcional AMG Driver´s Package.

Suponemos que en esta similitud de prestaciones tiene algo que ver, pese a su mayor potencia, la diferencia de peso entre ambos vehículos, llevándose la palma el modelo que luce la estrella de 3 puntas en la calandra delantera, con casi 173 kilogramos de más frente a su rival (1.785 kg de uno por 1.612 kg del otro).

Las diferencias respecto al cambio de marchas son de detalle: DKG de doble embrague en el BMW, y una sofisticadísima caja SPEEDSHIFT MCT AMG de 7 relaciones en el Mercedes. Nos decantamos ligeramente a favor de la primera por la rapidez y radicalidad (configurable) de sus inserciones, aunque esta última tampoco es manca a la hora de transmitir tamaño potencial a las ruedas traseras, resultando menos drástica en los cambios de marcha.

En cuanto al comportamiento en curva nos ha gustado más el BMW, resulta más ágil cuando enlazamos curvas y contra-curvas, pese a que se puede mostrar nervioso y sobrevirador al límite pero, si sabemos jugar con las inercias y le cogemos el truquillo puede ser inmensamente divertido. No es que el Mercedes no lo sea, pero va siempre más por el sitio y resulta, al mismo tiempo, más fácil de llevar rápido aunque, cuando se lo propone, también nos hará esbozar una sonrisa de “oreja a oreja” de esas que tardan varias horas en desaparecer…

Resulta menos radical y siempre encontraremos el tarado más adecuado tanto del tren de rodaje deportivo, mediante el AMG RIDE CONTROL que regula electrónicamente en 3 niveles la dureza de los amortiguadores, como un programa de conducción  específico, configurable gracias al AMG DYNAMIC SELECT (modos Comfort, Sport, Sport+ e Individual)

Aunque una vez sobrepasamos los límites también hay que tener muchos bemoles para mantener la mente fría y reaccionar con rapidez sobre el volante para corregir el sobreviraje y cuidarse de no levantar bruscamente el pie del acelerador si no queremos que la zaga nos adelante.

Los frenos del Mercedes nos han gustado muchísimo, tanto como para no echar de menos los carbonocerámicos del BMW, y eso que tienen que detener unos cuantos kilos más, pero su tacto de pedal nos ha enamorado incluso en fuertes descensos a tumba abierta de esos en los que hay que tener verdadera fe en que cuando pisamos el pedal que hay al lado del acelerador el vehículo se detendrá en pocos metros…

Fue una verdadera pena no disponer de más tiempo para haber podido circular por autovías o autopistas con este deportivo familiar firmado por AMG, aunque visto su comportamiento en retorcidas carreteras de montaña seguro que en este tipo de vías también resultará impecable. De todas formas para poder exprimirlo a alta velocidad sería necesario circular por una Autobahn alemana como, por ejemplo, ya tuvimos la suerte de hacer con los Mercedes-Benz GLE y GLE Coupé

Veredicto de Coches.com

Como es habitual en nuestras pruebas a fondo, nos hubiera gustado poder disfrutar toda una semana de este Mercedes-AMG C 63 Estate, pero os podemos asegurar que cada segundo que estuvimos a sus mandos lo vivimos intensamente.

Nos ha cautivado su estética, que no deja indiferente a los entendidos, pero pasa mucho más desapercibida para el común de los mortales (y no sólo por el color…) que la de su rival germano, el BMW M4 Coupé, que probamos hace un par de semanas…

Los diseñadores e ingenieros de Mercedes han conseguido aunar en un solo producto las prestaciones estratosféricas y la practicidad, resultando no diremos cómodo, pero sí muy utilizable en recorridos diarios (si no tenemos en cuenta el consumo de combustible…) gracias a una suspensión que, sin perder efectividad, absorbe mejor las irregularidades del terreno… o una dirección, frenos y respuesta más amable y no tan puntiaguda del propulsor.

Tal es su polivalencia que incluso ha sido elegida su variante más potente, el Mercedes-AMG C 63 S Estate, como el nuevo “Medical Car” del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, compartiendo protagonismo con el Mercedes-AMG GT S.

Si pudiéramos elegir… nos quedaríamos los dos: el Mercedes-AMG C 63 Estate para rodar en carretera abierta solos o en buena compañía y el BMW M4 para soltar adrenalina en circuito… Aunque podrían intercambiar sus papeles sin ningún problema…

Mercedes-AMG C 63 Estate
8.1Nota
Lo mejor
  • Estética imponente pero no excesiva
  • Motor y dinamismo superlativos
  • Versatilidad de la carrocería familiar
Lo peor
  • Precio de adquisición
  • Número y coste de las opciones
  • Existe una versión 'S' aún más deportiva y exclusiva
Diseño8
Habitabilidad8
Acabados8.5
Maletero8
Equipamiento8
Motor8.5
Comportamiento9
Calidad Precio7

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