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Gonzalo Yllera

Mercedes-Benz Clase C 180, prueba a fondo

En Coches.comcerramos este especial dedicado a analizar a fondo los más representativos vehículos Premium alemanes del segmento D con el renovado Mercedes-Benz Clase C, el último modelo en llegar y, con toda seguridad, el más revolucionario y avanzado, sin por ello renunciar a las virtudes clásicas de la firma de la estrella, como son su belleza de líneas o el equilibrio general con el que nos seduce.

Para tener una perspectiva completa de nuestra comparativa no debéis dejar de leer las pruebas del Audi A4 2.0 TDI Multitronic y del BMW 420d Coupé que os hemos ofrecido en las semanas previas, así os podréis hacer una idea de conjunto de cuáles son los rivales más enconados a los que se enfrenta este nuevo Mercedes-Benz Clase C. Aunque también podéis recurrir a nuestra completa Guía de compra de berlinas medias.

Esta nueva generación del Clase C supone una renovación total respecto a la anterior, dejando en el olvido la característica sobriedad que siempre ha caracterizado a los modelos de la firma de Stuttgart, tanto en el exterior como en el interior. De hecho, se ha pasado de un extremo a otro, intentando atraer a usuarios más jóvenes que los que eran hasta ahora su público-objetivo. Tendremos que ver si este cambio radical satisface también a sus compradores tradicionales.

Cuando nos referimos a un vehículo de lujo perteneciente a la gama media estamos hablando de un modelo que es reflejo del estatus social y profesional adquirido por quien lo conduce y, por lo tanto, presenta unos rasgos distintivos muy singulares desde su tamaño general, diseño exterior e interior o una gran calidad percibida.

Pero este Mercedes-Benz Clase C ha llegado para revolucionar este segmento, pues va un paso más allá, y cuenta con características normalmente reservadas a automóviles de categorías superiores, tanto en el plano técnico como referidas al confort y al placer de conducción. Sin duda sus rivales tendrán que ponerse las pilas.

Hagamos un recorrido de forma más exhaustiva por cada uno de estos aspectos para poder formarnos una idea completa de hasta dónde ha llegado esta renovación:

Exterior

En esta nueva generación el Mercedes-Benz Clase C ha crecido en dimensiones (debido, según la marca alemana, al aumento de la estatura media de las personas…). De esta forma la longitud del vehículo se ha incrementado en 95 milímetros, hasta los 4,686 metros, además de ser 40 milímetros más ancho, con 1,810 metros, mientras que la batalla ha aumentado en 80 milímetros, hasta los 2,840 metros. La altura apenas varía, siendo 5 milímetros menor y situándose en los 1,442 metros.

Al igual que en el resto de modelos Premium analizados en esta comparativa (Audi A4 y BMW Serie 4 Coupé) el representante de Mercedes-Benz se caracteriza por su largo capó, la posición retrasada del habitáculo y unos voladizos de reducidas dimensiones, haciendo gala de unas bellas proporciones clásicas buscadas, y no siempre logradas, por un gran número de fabricantes.

Esta berlina de la firma de Stuttgart también destaca por lo que han dado en llamar construcción ligera, gracias a la proliferación del aluminio. Las partes estructurales recurren a aceros de alta resistencia y otros estampados en caliente, con lo que se consigue una carrocería muy robusta que ofrece la máxima seguridad a sus ocupantes ante todo tipo de impactos.

La ligereza viene dada por la utilización de paneles de aluminio en otras zonas no estructurales como los guardabarros delanteros, el capó, la tapa del maletero, las puertas o el panel del techo. La unión de los distintos componentes se ha realizado en muchos casos utilizando adhesivos de gran resistencia, lo que también contribuye a aumentar la rigidez de la carrocería. De esta forma, en total, se ahorran más de 100 kilogramos de peso.

El masivo uso del aluminio en la carrocería contribuye a que esta berlina del gigante alemán tenga un peso en vacío bastante por debajo de la tonelada y media (1.425 kg), a pesar de montar un considerable equipamiento o de disponer de la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus, lo que repercutirá muy positivamente en su rendimiento dinámico, como veremos más adelante.

La carrocería destaca por su excelente aerodinámica, esculpida a base de interminables horas en el túnel de viento para lograr un notable coeficiente Cx de 0,24. Lo que tiene como consecuencia un menor consumo de combustible, aparte de la casi total ausencia de molestos ruidos provocados por el viento, una vez nos ponemos en marcha.

Sus formas exteriores nos traen a la mente a su hermano mayor el Mercedes-Benz Clase S, del que ya os ofrecimos una amplia toma de contacto en Coches.com, aunque en un tamaño mucho más contenido. Del modelo insignia de la marca alemana hereda también gran parte de la tecnología embarcada que podremos disfrutar a sus mandos y que, hasta ahora, no estaba disponible en vehículos de esta categoría. Aunque también cuenta con rasgos comunes a otros modelos de la firma de la estrella, como el Clase A o el CLA (con el que incluso algunos transeúntes menos informados le confundieron en un primer momento…)

En el frontal puede optarse por dos variantes diferentes, en función de si deseamos uno más clásico (Línea Exclusive), con la típica parrilla del radiador y la estrella de Mercedes sobre el capó, u otro más deportivo (Líneas Avantgarde y AMG) como es el caso de la unidad probada. Aquí nos encontramos una estrella central de grandes proporciones, presidiendo una parrilla formada por dos grandes lamas horizontales, con el borde cromado, sobre una estructura plástica de color negro en forma de panal de abeja. El reborde de la calandra, en este caso, está pintado en el mismo color de la carrocería (Blanco Polar).

A ambos lados destacan sobremanera una auténtica obra maestra de la ingeniería como son unos grupos ópticos de ultimísima generación. Se trata de los faros opcionales LED Intelligent Light System que, además, contaban con el sistema de luces de carretera automáticas Plus. Todo un compendio de tecnologías para permitirnos circular de noche como si lo hiciéramos a plena luz del día. Un avance en materia de seguridad realmente espectacular.

El paragolpes cuenta con varias aberturas para refrigerar el propulsor, una justo a la altura de la matrícula y otra, mucho más estrecha, debajo del labio inferior. Curiosamente en el lugar donde se encuentran otras tomas de aire en el resto de coches, en los laterales inferiores, con la función de enfriar los frenos, o donde se colocan las luces antiniebla, aquí no hay ni una cosa ni otra, estando esta zona tapada por una rejilla negra de panal de abeja y unos adornos cromados.

La vista lateral nos sirve para comprender el excelente trabajo realizado por los ingenieros de la firma alemana a la hora de construir un modelo de bella factura, pero que a la vez sea muy eficiente aerodinámicamente hablando.

Frente al curioso frontal muy vertical, con la protuberante calandra y los faros que se desplazan hacia atrás como unas grandes gotas de agua, destaca la suave subida del capó, con un pequeño reborde final que le sirve para unirse con el parabrisas. Este presenta una gran inclinación, enmarcado como está en los pilares A de formas ligeramente curvadas, al igual que el techo y sobre todo el pilar C, más ancho y arqueado, mientras que el pilar B pasa desapercibido al estar pintado en negro. Prácticamente no hay solución de continuidad con la tapa del maletero, también descendente, y que culmina en un ligero reborde que hace las funciones de diminuto alerón.

En esta vista también destaca una línea de cintura alta que aumenta la desproporción entre la zona acristalada y la carrozada. Tampoco podemos dejar de hacer mención a las llantas de aleación de 5 radios dobles y 17 pulgadas de diámetro, sobre las que se montan unos no muy habituales neumáticos Hankook Ventus S1 EVO2 en medidas 225/50 R17 94W.

La trasera continúa con la tendencia marcada en el resto del vehículo, con líneas muy suaves y fluidas, que van desde el cristal posterior, pasando por la tapa del maletero y culminando en el paragolpes.

El cristal dada su marcada inclinación y su escasa altura afecta negativamente a la visibilidad posterior. Problema que se ve acrecentado por la ausencia de una cámara trasera que nos facilite la vida a la hora de dar marcha atrás o de aparcar. Por su lado la tapa del maletero presenta unas formas curvilíneas muy bonitas ensalzadas por la presencia de un adorno cromado pero que, a fin de cuentas dejan, una vez abierta, un acceso reducido al hueco, que resulta poco práctico. Los grupos ópticos posteriores formados íntegramente por LED, como en el resto de sistemas de iluminación del vehículo, cuentan con unas atractivas formas, aparte de resultar muy visibles para quienes nos sigan.

El paragolpes trasero está rematado en negro por su parte inferior, además de contar con unos adornos cromados que simulan unas salidas de escape dobles de forma achatada cuando, en realidad, cubren unos más comunes tubos redondos escondidos en el lateral izquierdo.

Interior

Por lo que al habitáculo respecta, esas mayores cotas exteriores también se trasladan al interior, con una pequeña, aunque apreciable, mejoría en el espacio disponible para los ocupantes.

Pero, si por algo destaca el interior de este modelo, es por su novedoso diseño, muy alejado de lo que hasta ahora estábamos acostumbrados. Aunque esa originalidad no está reñida, ni mucho menos, con una altísima calidad de realización, así como por la presencia de los más exclusivos materiales, al nivel de las mejores berlinas de representación de segmentos superiores. Es sobre todo, en este aspecto donde este modelo de la marca de la estrella está a años luz de la competencia. Casi parece que estemos sentados en un mini Clase S

El salpicadero parece ser obra de un escultor más que de un frio ingeniero teutón, tanto por el tratamiento dado a los materiales, sus volúmenes y la intersección de unas superficies con otras. Aunque eso acarree como consecuencia una guantera de complicada apertura y reducida capacidad interior.

Lástima que, a nuestro entender, todo ese trabajo quede emborronado por la presencia de la gran pantalla multifunción de 8,4 pulgadas del sistema multimedia Comand Online, situada por encima de la consola central. Sigue las últimas tendencias de la marca, sobresaliendo en exceso del salpicadero, siendo de tipo fijo (no escamoteable) y no logrando una idónea integración con el resto de elementos. ¡Con lo bien que hubiese quedado el fantástico conjunto con una pantalla escamoteable de diseño más adecuado…! En cambio no podemos poner ningún reproche a su gran calidad visual (aunque el marco tiene un grosor excesivo) o a la fluidez con la que mueve los diferentes menús y gráficos.

También nos ha gustado mucho el sorprendente diseño de la consola central, que desciende en suave pendiente como un solo cuerpo, dividiendo la parte delantera del habitáculo, desde la zona de la pantalla hasta los reposabrazos centrales.

El sistema de ventilación con sus cinco difusores redondos, de muy fácil accionamiento y regulación, le otorgan un aire muy deportivo al conjunto gracias a su superficie metálica, resaltando sobre el resto de materiales. Lo que ya no ha sido tan de nuestro agrado es el tratamiento lacado en negro brillante dado a parte de las superficies (¡cómo se nota que no lo tienen que limpiar los que lo diseñaron!), donde se adhieren con suma facilidad las motas de polvo o quedan marcadas las huellas de los dedos…

Un poco más abajo se sitúa en una sola fila el conjunto de interruptores de la climatización, de aspecto retro y en un fantástico acabado metálico, en consonancia con el espíritu Premium del resto del interior. Aunque con una clara preponderancia del diseño por encima de la función. Nos explicamos: dichos controles tienen un tamaño pequeño, al igual que las grafías, son todos iguales y resulta complicado ubicarlos en caso de necesidad sin apartar la vista de la carretera.

Inmediatamente después encontramos los pulsadores encargados de seleccionar las diferentes fuentes sonoras del equipo multimedia, aparte de la boca para introducir los CD´s y DVD´s (de tan escaso uso hoy en día). Incomprensiblemente ésta ha sido también la zona elegida para situar en el extremo derecho el diminuto pulsador que activará las luces de emergencia (nuevamente hay que andar buscándolo con la mirada).

El resto de la consola presenta un aspecto limpio pues una gran tapa basculante se encarga de cubrir un par de prácticos huecos donde colocar esos pequeños objetos que siempre llenan nuestros bolsillos y que tan molestos resultan a la hora de conducir.

Y casi sin solución de continuidad llegamos hasta la peculiar unidad de mando central, desde la que se gobierna el sistema multimedia Comand Online, mediante un panel táctil y una ruleta giratoria. Con todo ello podremos manejar las funciones de audio, teléfono, navegación o de configuración del vehículo e incluso acceder a internet.

También se han colocado en esta zona el mando de volumen del sistema de audio, el pulsador de encendido, el que desactiva la función de parada y arranque Eco o el que inhibe los pitidos de los sensores de aparcamiento, aunque el más importante es el interruptor Agility Select para escoger entre diferentes modos de configuración del conjunto motor-cambio (Confort, Eco, Sport, Sport+ e Individual).

Por último la guantera central nos sigue recordando a su hermano mayor el Clase S, con su sistema de doble apertura, que da acceso a un hueco de gran capacidad. Lo que sí echamos de menos es la posibilidad de su regulación en altura para que podamos conducir apoyando el codo y, a la vez, sin soltar la mano del volante.

Al acomodarnos frente al puesto de conducción no tendremos ningún problema a la hora de adoptar en pocos instantes la postura de conducción idónea, gracias a los múltiples reglajes de los asientos, que increíblemente no eran de tipo eléctrico, sino unos mucho más vulgares mecánicos; o a la posibilidad de ajustar en altura y profundidad la columna de la dirección.

Los asientos delanteros ofrecen el compromiso adecuado entre confort en largos viajes y la sujeción lateral necesaria para que el cuerpo no vaya de lado a lado cuando nos entren ganas de practicar una conducción más decidida, aunque quizá resulte algo corta su banqueta. El cuero con el que están tapizados está a la altura de lo que se espera en una berlina de este tipo (parte de él micro-perforado), con una gran suavidad al tacto y excelente resistencia al uso intensivo.

El volante tiene unas dimensiones muy adecuadas para todo tipo de uso, tanto por el diámetro de su aro como por el grosor del mismo. Está forrado en cuero de excelente calidad y tacto exquisito, además de contar en la zona de mayor uso con un tramo punteado que contribuye a mejorar su agarre. De los tres brazos con los que cuenta, en los horizontales se ubican los mandos que nos facilitan manejar el sistema de audio y el teléfono Bluetooth (derecha) o los parámetros del ordenador de viaje (izquierdo).

Tras el volante encontramos las levas, en plástico, que nos permiten accionar manualmente la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus de 7 velocidades. Son solidarias con el volante, girando con él, y su tamaño resulta algo justo cuando las hemos de buscar rápidamente y accionarlas en una carretera con muchas curvas. Inmediatamente detrás tampoco podían faltar las palancas de intermitentes/luces y del regulador/limitador de velocidad en el lado izquierdo y esa otra tan criticada, en el lado derecho, con la que podremos seleccionar el sentido de la marcha.

Si nos centramos ahora en el cuadro de relojes observaremos un cambio menos radical que en el resto del interior de este Mercedes-Benz Clase C, con las dos grandes esferas que nos muestran la velocidad a la que circulamos y el régimen del motor, y otras más pequeñas con el nivel de combustible y la temperatura del líquido refrigerante. Es en la parte central donde otra pantalla multifunción, totalmente configurable, nos informará de los distintos parámetros de nuestro recorrido, consumos, distancias, velocidad, temperatura o modo de conducción. Tampoco faltará la típica serie de testigos luminosos que nos alertarán de diferentes situaciones.

Para rematar el conjunto, una vez se hace de noche, el paquete de alumbrado interior crea un ambiente especialmente agradable por su iluminación indirecta, pudiendo elegir entre tres colores diferentes y cinco niveles de atenuación.

Lo que no ha perdido por el camino en esta renovación es la comodidad con la que los modelos de la firma de la estrella tratan a sus ocupantes, y este aserto se cumple tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Si bien es cierto que al acceder a estas últimas hay que tener algo de cuidado con nuestra cabeza pues la forma descendente del marco de la puerta puede jugarnos alguna mala pasada…

Una vez sentados en la parte posterior nos daremos cuenta que dos personas viajarán con total comodidad, mientras que si ha de hacerlo una tercera, ya no se encontrará tan a gusto, no tanto por la forma de los asientos como por la presencia de un protuberante túnel de transmisión que impide que las piernas de ese tercer ocupante adopten una posición natural. Y eso que la cota en anchura de esta zona es de las mejores del segmento. Al mismo tiempo la altura hasta el techo es más que suficiente para personas que superen ampliamente los 1,80 metros de estatura, y lo mismo sucede con el espacio para las piernas, sobrado para viajar desahogadamente.

Maletero

Como ya os hemos comentado en los artículos anteriores, y de manera sorprendente, los tres modelos alemanes recientemente analizados por nosotros, cuentan con idéntica capacidad en sus maleteros (a excepción del BMW Serie 4 Coupé, aunque si se cumple en el caso de la berlina Serie 3) con unos más que aceptables 480 litros.

Pero en el caso de este Mercedes-Benz Clase C se ve penalizado por las formas de la boca de acceso, que dificultan el introducir en su interior bultos más grandes de lo habitual. Una vez tenemos acceso al interior nos lo encontraremos totalmente tapizado en moqueta (menos el respaldo de los asientos posteriores), y con unas formas bastante regulares, aunque hay algunos abultamientos que coinciden con los pasos de rueda.

Por supuesto contamos con un par de huecos laterales, protegidos por una red elástica, donde colocar pequeños objetos como los chalecos reflectantes u otros de similar tamaño, con lo que evitaremos que estén constantemente rodando por el maletero. También dispondremos de diversos ganchos y argollas a los que poder sujetar pulpos o una red elástica para evitar movimientos indeseados de la carga. Lo que echamos a faltar es una toma de corriente de 12 voltios.

Una vez levantamos la tapa que cubre el fondo del maletero nos toparemos con la consabida ausencia de una rueda de repuesto. Si necesitamos solucionar un pinchazo en alguna de las cuatro ruedas tendremos que recurrir al líquido mágico y al compresor para hincharla, si ésto no fuera suficiente estaremos obligados a recurrir al servicio de asistencia en viaje de nuestro seguro. También disfrutaremos de la presencia de una caja plegable muy útil a la hora, por ejemplo, de hacer la compra o llevar multitud de pequeños objetos en el maletero.

Lo que más nos ha defraudado en este caso es la imposibilidad de abatir los asientos traseros, ni total ni parcialmente (hay que pagar 401,14 euros si así se desea). Los responsables de diseño de la marca alemana quizá hayan pensado que el usuario tipo de este modelo no necesite transportar bultos de gran longitud de un sitio a otro pero, por citar un ejemplo, no podremos llevar unos esquíes en el interior del habitáculo teniendo que recurrir a unos accesorios sobre el techo (o pagar otros 304,32 euros adicionales por el saco portaesquíes), con la consiguiente desventaja a nivel aerodinámico y de ruido de fondo que ello producirá.

Es probable que quien le vaya a dar al vehículo este tipo de utilización se decida por la variante Estate (familiar), de amplio portón, que cuenta con una capacidad del maletero de 490 litros, pudiendo llegar hasta los 1.510 litros plegando los respaldos de los asientos posteriores (en una proporción 40/20/40).

Equipamiento

Desde el primer momento ya sabemos que nos encontramos ante un vehículo muy especial no sólo por la inconfundible estrella que luce en la parrilla delantera o por su atractiva estética exterior, sino por detalles tan aparentemente superficiales, pero a la vez sorprendentes, como la bienvenida que nos da el vehículo al desbloquearlo, con una suave transición de azul a blanco de las luces de día en el conjunto de faros LED. Detalles como estos son los que hacen únicas a marcas como Mercedes-Benz…

Pero el segmento Premium también se caracteriza por el comedido equipamiento de serie con el que vienen dotados estos modelos y, aunque el Mercedes-Benz Clase C no sea una excepción a esta regla, cuenta con algunos elementos que en otras marcas hay que pagar aparte. Por ejemplo, entre otros, dispondremos de:

  • Tren de rodaje AGILITY CONTROL con sistema de amortiguación selectivo
  • Molduras de efecto lacado brillante negro
  • Desbloqueo a distancia de la tapa del maletero
  • Luneta trasera calefactable con mando por temporizador
  • Iluminación de la matrícula mediante LED
  • Sensor de lluvia
  • Retrovisores exteriores asféricos con intermitentes integrados y calefactados, con ajuste eléctrico desde el interior, en color de la carrocería

  • Anclajes ISOFIX para sillas infantiles con TopTeth
  • Climatización automática THERMATIC monozona
  • Guantera con cerradura e iluminada
  • Elevalunas eléctricos delanteros y traseros con accionamiento de confort y protección antiaprisionamiento
  • Paquete de iluminación interior
  • Apoyabrazos delantero con compartimento
  • Audio 20 CD con panel táctil
  • Luz de freno adaptativa intermitente
  • Sistema antibloqueo de frenos (ABS)
  • Programa electrónico de estabilidad (ESP)
  • Airbag de rodillas para conductor
  • Capó activo (protección de peatones)
  • Adaptive Brake

  • Tercera luz de freno formada por LED
  • Windowbags
  • Attention Assist
  • Collision Prevention Assist Plus
  • Control de la presión de los neumáticos
  • Faros LED de alto rendimiento
  • Freno de estacionamiento eléctrico
  • Función de parada y arranque ECO
  • Depósito de combustible de mayor capacidad (66 litros)
  • Cambio manual de 6 velocidades
  • Columna de dirección con ajuste manual
  • Volante multifunción de 3 radios y 12 teclas en cuero negro

Pero claro, si queremos llevarnos a nuestro garaje un producto final acorde con el estatus que se le presupone, entonces tendremos que estar dispuestos a pasar por caja, gracias a la ingente cantidad de opciones y accesorios disponibles.

Afortunadamente la marca de la estrella ofrece tres líneas de diseño y equipamiento opcionales para facilitar esta labor. La línea Avantgarde más encaminada hacia un talante deportivo; la línea Exclusive encargada de transmitir una mayor sensación de lujo y distinción y, por último, la línea AMG donde la deportividad alcanza cotas superiores.

Tampoco podemos pasar por alto los numerosos e innovadores sistemas de seguridad y de asistencia a la conducción que equipa el nuevo Mercedes-Benz Clase C, comprendidos todos ellos bajo la denominación “Intelligent Drive”. Toda esta tecnología, mucha de ella heredada del Mercedes-Benz Clase S, permite analizar el tráfico rodado mediante cámaras estereoscópicas y avisar e incluso corregir al conductor para evitar, por ejemplo, que el vehículo se salga del carril o se produzca un accidente por alcance.

Algunos de estos dispositivos se incluyen en la dotación de serie mientras que otros son opcionales:

  • Tempomat con regulación de distancia
  • Distronic Plus con servodirección inteligente y Stop&Go Pilot (opcional)
  • Detector activo de cambio de carril (opcional)
  • Control activo de ángulo muerto (opcional)
  • Sistema de alerta por cansancio Attention Assist
  • Servofreno de emergencia BAS Plus con asistente para cruces (opcional)
  • Collision Prevention Assist Plus
  • Paquete de asistencia a la conducción Plus (opcional)
  • Freno Pre-SAFE (opcional)
  • Paquete de control de carril (opcional)
  • Sistema preventivo de protección de los ocupantes Pre-SAFE (opcional)

Pero, desde luego, lo que con diferencia más nos ha gustado han sido los faros LED Intelligent Light System, no sólo por sus estilizadas y complejas formas, sino por la seguridad que transmiten en conducción nocturna, circulando siempre con las luces largas conectadas y oscureciendo únicamente determinadas zonas cuando nos encontramos con un vehículo en sentido contrario o bien circulando delante de nosotros, para no deslumbrarle. Además identifican también las señales de tráfico y carteles indicativos, iluminándolos con un haz focalizado. En fin, de verdadera ciencia-ficción.

Es posible hacerse con un Mercedes-Benz Clase C desde 34.950,00 € (del Mercedes-Benz Clase C 180, con motor de gasolina de 156 CV y cambio manual de 6 velocidades). Sobre esta versión básica la unidad cedida por la marca alemana para esta prueba a fondo contaba con el siguiente equipamiento opcional:

  • Paquete Antirrobo —– 553,30 €
  • Paquete de retrovisores —– 622,46 €
  • Pintura Blanco Polar —– 0,00 €
  • Llantas de aleación de 5 radios dobles y 17″ —– 69,16 €
  • Molduras de aluminio claro con rectificado longitudinal —– 0,00 €
  • Tapicería de cuero Ártico Negro —– 622,46 €
  • Línea Avantgarde exterior —– 1.452,41 €
  • Línea Avantgarde interior —– 982,11 €
  • Iluminación de ambiente en 3 tonalidades (solar, polar y neutro) —– 304,32 €
  • Listones de umbral iluminados con logo «Mercedes-Benz» —– 0,00 €

  • Remote Online (servicios adicionales Mercedes connect me) —– 0,00 €
  • Radio digital (DAB) —– 515,58 €
  • COMAND Online con disco duro de navegación y cargador de 6 DVDs —– 3.835,38 €
  • Bloqueo independiente de la tapa del maletero —– 35,21 €
  • Asistente para señales de tráfico —– 0,00 €
  • Faros LED Intelligent Light System —– 809,83 €
  • Luces de carretera automáticas Plus —– 138,33 €
  • Selector AGILITY SELECT —– 0,00 €
  • TEMPOMAT —– 0,00 €
  • Cambio automático 7G-TRONIC PLUS —– 2.904,83 €

Con lo que gracias a los 14.217,37 euros en opciones que montaba, el precio final ascendía hasta los 49.167,37 euros. ¿Estamos o no estamos ante un verdadero modelo Premium?

Como siempre os indicamos, es posible ahorrarse una buena cantidad de euros utilizando el buscador de Coches.com, para encontrar la mejor oferta de este Mercedes-Benz Clase C y, al mismo tiempo, conseguir el seguro más adecuado a vuestras necesidades.

Motorización

El nuevo Mercedes-Benz Clase C se presenta con una amplia y renovada gama de motores, tanto alimentados mediante gasóleo como por gasolina, e incluso un híbrido. Entre los primeros la oferta se limita a 2 propulsores, ambos de 4 cilindros, con tecnología BlueTEC, con potencias que van desde los 170 a los 204 CV. El híbrido, emplea el propulsor diésel más potente al que añade 27 CV adicionales provenientes del sistema eléctrico.

Por lo que a los motores de gasolina respecta, el número de opciones crece hasta encontrar tres variantes de 4 cilindros (pendientes de la comercialización de los motores de 6 cilindros y de las poderosas versiones AMG), con potencias que oscilan entre los 156 y los 211 CV.

El modelo cedido para esta prueba por la firma de la estrella es un Mercedes-Benz Clase C 180 que cuenta bajo el capot con un propulsor de gasolina (su variante de acceso) de 4 cilindros en línea y 1.595 centímetros cúbicos, capaz de ofrecer una potencia de 156 CV a 5.300 rpm y un par motor máximo de 250 Nm entre 1.200 y 4.000 rpm gracias al empleo de la tecnología BlueDIRECT, heredada de los más avanzados propulsores V6 y V8 de la marca, con la tercera generación del sistema de inyección directa con una presión máxima de 2.000 bares e inyectores piezoeléctricos que realizan hasta cinco inyecciones por ciclo, además del Multi Spark Ignition (MSI), un sistema de encendido que genera hasta cuatro chispas por milisegundo.

Las prestaciones alcanzan un nivel más que aceptable para una berlina Premium de sus características, con una velocidad máxima de 223 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos (siempre hablando, como en nuestro caso, de la versión equipada con la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus de 7 velocidades).

Según las cifras oficiales, el consumo en ciudad oscila entre los 6,8 y los 7,4 l/100 km; si circulamos por carretera, entonces se reduce a cifras que oscilan entre los 4,6 y los 5,0 l/100 km; mientras que en ciclo mixto se conforma con entre 5,4 y 5,8 l/100 km. Las emisiones de CO2 oscilan entre 126 y 135 g/km cumpliendo la normativa de gases de escape Euro 6.

Como es habitual en estos casos las cifras que hemos logrado en el transcurso de esta prueba se mueven ligeramente al alza, con un consumo en el ámbito urbano de 7,8 l/100 km, que desciende hasta los 5,9 l/100 km cuando nos movemos por carreteras nacionales y autopistas, mientras que el consumo medio ponderado que obtuvimos fue de 6,5 l/100 km. Cifras que podemos calificar como buenas gracias, entre otras cosas, a la aportación del sistema de parada y arranque ECO.

Teniendo en cuenta estos datos y contando con una capacidad del depósito de combustible de 66 litros, la autonomía real de este Clase C rondará los 1.000 kilómetros.

Comportamiento

Pero no sólo en el aspecto estético (tanto exterior como interior) se aprecian cambios notables, también en el comportamiento dinámico, que ha subido muchos enteros, alzándose hasta los primeros puestos de la categoría, donde BMW (con sus Serie 3 /4) reinaba hasta ahora con cierta ventaja.

Se debe en gran medida al nuevo diseño de los trenes rodantes, especialmente el delantero, formado ahora por 4 brazos, en el que las ruedas se encuentran totalmente desacopladas de la suspensión, garantizado un guiado más preciso. A su vez el tren trasero monta un eje de 5 brazos, con mejoras evidentes en la tracción y en la forma de leer el asfalto.

Además es el primer modelo de la categoría que puede montar suspensión neumática (denominada Airmatic), aunque sea de manera opcional, con las consiguientes ventajas que ello implica, ajustando de forma automática y progresiva el tarado de cada amortiguador y, por tanto, el agarre de cada rueda de forma independiente.

Y todo este despliegue tecnológico y de ingeniería ¿cómo se traduce a nivel dinámico?

En vías de alta velocidad (autovías y autopistas) esta nueva generación del Mercedes-Benz Clase C se beneficia de una mayor distancia entre ejes que sus rivales, para mantener siempre la compostura y el aplomo. Da gusto rodar con él en estas circunstancias, acompañados de una estabilidad lineal intachable y pudiendo abordar las curvas con la precisión de un tiralíneas. Además las suspensiones (rebajadas en 15 mm en esta versión Avantgarde) no sólo absorben a la perfección todo tipo de baches, sino que contribuyen de manera decisiva a que el vehículo no se descoloque en ningún momento, incluso en fuertes apoyos.

El confort de marcha sigue siendo superlativo, como es tradicional en la marca. Los viajes se convertirán en un auténtico disfrute, tanto para el que se encuentre a sus mandos como para el resto de los pasajeros. La lograda aerodinámica y el buen aislamiento acústico se ven reflejados en un silencio de rodadura sólo al alcance de unos pocos fabricantes. Lo que, a la vez, nos permitirá disfrutar del excelente equipo de audio con el que viene equipado desde las versiones más básicas (no digamos ya del opcional firmado por Burmester).

La ligereza, lograda mediante la utilización masiva del aluminio, es un factor que ayuda a la hora de circular rápido por carreteras de curvas, hay menos inercias y las suspensiones no tienen que ser tan radicales para contener a la carrocería. El guiado del tren anterior es excelente siguiendo al pie de la letra lo indicado con el volante.

Es aquí donde haremos uso del interruptor del Agility Select para escoger un ajuste más deportivo, modificándose la forma de entrega de potencia del motor, la gestión del cambio automático 7G-Tronic y de la dirección.

El comportamiento sigue siendo intachable con una gran agilidad, pese a no tratarse de un deportivo, pudiendo mantener un ritmo muy alto sin ningún tipo de problema. Es prácticamente imposible que la parte trasera se nos insinúe, aunque siempre se puede seleccionar el modo Sport+ y jugar con el reparto de pesos para pasar un buen rato en una carretera más revirada, sólo limitados por la lógica y el respeto al resto de ocupantes de la vía.

El cambio 7G-Tronic Plus de 7 velocidades se muestra muy adecuado para la gran mayoría de las ocasiones en las que nos ponemos al volante de este Clase C, salvo cuando nos decidimos a realizar una conducción más deportiva. Sólo en este caso salen a relucir unos intervalos de cambio más lentos de lo esperado, o el no permitirnos apurar las marchas tanto como quisiéramos, acercándonos a la zona roja del cuentavueltas o reteniendo una marcha más corta a la hora de negociar varias curvas enlazadas, llegando a desesperar en algunas ocasiones al conductor, ya que la electrónica actúa por su cuenta no respetando lo que nosotros insinuamos con las levas del volante, suponemos que tratando de proteger los órganos mecánicos…. Nada que ver con el cambio deportivo de 7 velocidades Speedshift MCT AMG que en su momento pudimos probar en el impresionante Mercedes-Benz Clase A 45 AMG.

Los frenos también nos han sorprendido gratamente, tanto por su mordiente inicial, la capacidad para dosificarlos con una pequeña presión del pie derecho y su buena resistencia a un uso intensivo. De todas formas este no será el hábitat más habitual en el que se mueva este Clase C, y si es por ahí por donde deseas meterlo quizá debieras esperar a las versiones más deportivas firmadas por AMG.

En ciudad bastará con seleccionar la posición ECO del Agility Select para que toda la tecnología de la firma de la estrella se ponga a nuestro favor a la hora de tener una experiencia de conducción cómoda gracias a una dirección más suave y, a la vez, ecológica, consumiendo el mínimo combustible, apoyado en el sistema de parada y arranque que en los semáforos detiene el motor, para ponerlo inmediatamente en marcha en cuanto dejemos de pisar el freno.

Lamentablemente, en la unidad probada, no contábamos con el avanzado sistema de cámaras opcional que nos facilitaría enormemente las maniobras de aparcamiento, dada la reducida visibilidad trasera de este modelo, teniendo que fiarnos de los más comunes pitidos emitidos por los sensores repartidos por los paragolpes. Aunque sí contamos, esta vez de serie, con un freno de estacionamiento eléctrico muy útil a la hora de arrancar en cuesta.

Veredicto de Coches.com

Tras analizar a fondo los tres mejores representantes alemanes del segmento D Premium (Audi A4, BMW Serie 4 Coupé y este Mercedes-Benz Clase C) nos podemos hacer una idea mucho más clara de por qué siguen siendo la referencia absoluta frente a la competencia.

Todas responden al estándar marcado por un capó alargado, un habitáculo retrasado y unos voladizos de contenidas dimensiones, además de unos maleteros más que suficientes. Luego la interpretación estética y la puesta a punto del bastidor de cada uno de los fabricantes germanos marca las diferencias.

El Audi A4 es el más veterano de todos, algo que es más evidente en su diseño interior que en el exterior. Sus líneas siguen siendo muy atractivas y resisten muy bien el paso del tiempo y más con el kit S-Line que montaba nuestra unidad de pruebas. En el interior la calidad de los materiales empleados y los fantásticos ajustes no defraudarán, aunque es evidente que necesita una puesta al día, sobre todo si lo comparamos con el espectacular diseño del Clase C de Mercedes-Benz. Pero los más acérrimos defensores de la marca de los cuatro aros no tendrán que esperar mucho, puesto que el año que viene saldrá a la luz la nueva generación de esta fantástica berlina. Sus motores han recibido una reciente actualización para cumplir la exigente normativa Euro6 y garantizan unas prestaciones más que suficientes con un consumo realmente contenido.

El representante de la firma de Baviera, el BMW 420d Coupé es toda una oda a la deportividad, el vehículo que mejor se mueve en cuanto las curvas hacen acto de presencia. Es nuestro favorito a la hora de disfrutar de la conducción, con un chasis fantástico que incluso en la versión probada, movida por el eficiente motor diésel de 184 CV se mostraba hasta sub-motorizada, pudiendo aguantar sin problemas un buen puñado de caballos más…

En cambio el diseño interior, a pesar de haber abandonado, en parte, la sobriedad que lo caracterizaba, sigue mostrándose ligeramente por detrás de sus rivales, eso sí los materiales y sus ajustes admiten sin problemas la comparación con ellos. Esperemos que más pronto que tarde el nuevo estilo de diseño mostrado en el nuevo BMW Serie 2 Active Tourer se traslade a esta categoría.

Pero hemos de reconocer que el último en llegar, el producto de la marca de la estrella de tres puntas, el Mercedes-Benz Clase C, es el que se lleva la palma de la categoría. Es cierto que su diseño exterior y, sobre todo, el interior ha sufrido un cambio radical que a lo mejor no es del gusto de todos los usuarios, pero la calidad de realización, los materiales empleados, el tacto de los mismos y, en fin, la calidad percibida está a años luz del resto.

Además gracias al ahorro de peso, a la nueva gama de motores y a un chasis y suspensiones rediseñados ha abandonado el carácter burgués que lo lastraba, mostrándose al mismo nivel dinámico que el mejor en la categoría (los BMW Serie 3 y Serie 4), lástima que el cambio 7G-Tronic Plus no se muestre al mismo nivel que el de sus opositores.

Solo la ausencia de algunos elementos en el equipamiento de serie (por otro lado un hecho bastante común en esta categoría Premium) que hay que pagar aparte y encaren considerablemente el producto final, evitan que obtenga la máxima nota para rematar un producto excepcional y la auténtica referencia, ahora mismo, en este segmento.

Ha sido el último en llegar y esto supone una ventaja significativa frente a sus rivales, que tendrán que espabilarse si no quieren que les robe un buen número de ventas…

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