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Mercedes Clase B prueba – 257.6
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Mercedes Clase B, a prueba: el día que nos enamoramos del B 200 d

Dicen que los monovolúmenes compactos ya no son tan populares como antaño. Lo dicen y las cifras de ventas lo corroboran. Pero todavía hay alternativas para quien no quiera pasar por el aro de los SUV, las carrocerías que han venido para quedarse (parece) con la mayor parte del pastel de las ventas.

Curiosamente, los monovolúmenes han tenido un aliado inesperado: las marcas premium. Mientras que los fabricantes generalistas los han dejado de lado (cubriendo la necesidad con versiones de pasajeros de furgonetas) marcas más caras han apostado por ellos. Un ejemplo, Mercedes con el Clase B.

Desde que se lanzó al mercado, la marca de la estrella ha vendido 1,5 millones del Clase B. Cifras muy notables que deberían hacer pensar por qué para Mercedes es rentable este tipo de coches (o para BMW) y para otros fabricantes no. ¿O es demasiado caro y no tiene sentido?

Esto es lo que vamos a analizar en esta prueba a fondo. Si el Mercedes Clase B 2019, que sustituyó a la segunda generación (de 2012 y con una puesta al día en 2015) es un coche lo suficientemente práctico para compensar elegir una marca premium. Vamos a ello.

Exterior

El Mercedes Clase B actualmente a la venta es más largo (+26 mm, se va a los 4.419 de longitud). La mayoría de la ganancia se da en la distancia entre ejes, que crece 30 mm hasta los 2.729 mm para contar con más espacio interior. Sus 1.796 mm de anchura lo hacen 10 mm más ancho pero es algo más bajo (apenas 4 mm, se queda en 1.562 mm).

Hemos empezado por las dimensiones porque no son un asunto baladí. Los cambios han logrado que el coche sea menos monovolumen. Además de la mayor batalla, los voladizos cortos y las llantas de mayor tamaño (entre 16 y 19 pulgadas) han conseguido que tenga una línea más dinámica.

El frontal se va elevando de manera progresiva, con un paso mucho más sueva desde el capó y los pilares A hasta el parabrisas.  Son pequeños detalles que consiguen que el coeficiente se quede en 0,24 Cx (antes 0,25), junto a la línea de techo más baja que reduce la superficie frontal. Se suman diversos detalles que reducen el ruido aerodinámico.

En esa parte delantera encontramos (de serie) los fatos con tecnología LED High Performance, con un diseño específico de la luz diurna, que imita a una doble antorcha. Opcionales son las ópticas Multibeam adaptativas que estrenó en el segmento compacto el Clase A 2018.

Si nos fijamos en la parte trasera vemos una tendencia cada vez más común, la de contar con elementos que buscan acentuar la anchura del coche. El más obvio son las luces traseras divididas, pero también ayudan a ello los catadióptricos en una posición más baja e integrados en el parachoques trasero. La parte inferior de éste va en negro, simulando un difusor. No falta un spoiler trasero y detalles en negro brillante en los laterales de la luneta, acentuando la imagen deportiva de un coche muy alejado de ello.

Interior

Sorpresa ¿o no? Al encontrarnos al abrir el coche con una configuración del habitáculo importada directamente del Clase A. Eso nos deja con una apariencia muy tecnológica, apabullante. Los materiales no son los de un Clase E, no nos vamos a engañar, y tampoco los ajustes, pero tampoco podemos decir que sean malos.

La vista se va directamente a la doble pantalla en el salpicadero. Se trata de dos pantallas de 10,2 pulgadas en esta unidad (se serie son dos de 7 pulgadas). La central para el fabuloso sistema multimedia MBUX y la que está tras el volante para el cuadro de instrumentos, que ofrece diferentes vistas de la información.

Una vez que conoces el sistema es francamente intuitivo y responde rápidamente a las órdenes táctiles o de voz. Destaca por su resolución y es capaz de mostrar las imágenes de la cámara delantera superponiendo las instrucciones de navegación. Más fácil, imposible. Claro, también puedes optar por el mapa clásico.

En cuanto a la posición de conducción, es apenas 8 cm más alta que la de un Clase A. Eso hace que vayas más erguido, sentado de manera más natural. El volante cuenta con mndos para controlar qué ves en el cuadro de instrumentos o el sistema multimedia sin necesidad de soltarlo.

Y detrás, es un poco lo de siempre… pues amplio para cuatro (gana cinco centímetros para las piernas respecto a la anterior generación), pero quizá algo justo para cinco, sobre todo por el hueco para los pies que se pierde como consecuencia del túnel central. Muy similar a lo que uno encuentra en un BMW Serie 2 Active Tourer.

Nuestra unidad no contaba con la banqueta trasera que se puede desplazar longitudinalmente, pero es un extra que puede resultar interesante, ya que no cuesta demasiado (370 €). Sí tenía los asientos reclinables, que ayudan a realizar un viaje cómodamente.

Maletero

La capacidad del maletero del Mercedes Case B es de 455 litros de maletero. Es una buena cifra, pero algo alejadas de los 468 del BMW Serie 2 Active Tourer, su gran rival en el mercado.

Se trata de una cifra menor que el modelo precedente, que alcanzaba 488 litros). Con la banqueta trasera desplazable 14 cm el volumen de carga puede aumentar mucho (a costa de perder espacio en la fila trasera). Puedes contar con hasta 705 litros de capacidad con esa opción, muy práctica.

Tiene formas muy regulares si bien puede que algunos echen de menos algún punto más de sujeción de carga. El piso puede colocarse en dos posiciones, formando un doble fondo bastante práctico y el portón dispone de accionamiento eléctrico en las versiones más equipadas para dejar el borde de carga a 65 cm del suelo.

Los respaldos de los asientos están divididos en tres partes, en proporción 40:20:40 y si los abates consigues un espacio de 1.530 litros de capacidad. Como opción puedes contar con un asiento del copiloto abatible, para poder cargar objetos todavía más largos.

Equipamiento

El  Mercedes Clase B cuenta con un gran equipamiento de serie en España. Sin sobrecoste se ofrecen llantas de aleación de 17 pulgadas, faros Full LED, pilotos traseros LED, faldones laterales en el color de la carrocería o la parrilla con efecto diamante.

Dentro encontramos climatizador bizona, el paquete de iluminación interior, portón trasero automático con Easy Pack, la banqueta posterior abatible en tres partes, tapizado mixto tela/piel, arranque por botón, freno de estacionamiento eléctrico, sensor de lluvia y luces, selector de modos de conducción..

También sin coste se ofrecen asistentes como la alerta de cambio de carril involuntaria o el lector de señales de tráfico. No falta el ordenador de a bordo y un sistema multimedia formado poro el equipo MBUX con pantalla a color de 7 pulgadas, USB frontales y otros dos en las traseras, Bluetooth, control por voz, módulo LTE 4G, cámara de visión posterior, volante multifunción, control mediante el Touchpad…

Hay además varios niveles de acabado, llamados Progressive (de serie en nuestro mercado, en otros hay uno más sencillo denominado Style) y AMG Line. Durante el primer año de comercialización se vendió el Edition 1, una edición limitada. Y como es habitual, una larga lista de paquetes opcionales y extras para que puedas equipar el monovolumen a tu gusto (a base de aumentar mucho su coste, claro).

El precio de un Mercedes Clase B parte de 32.025 €, una cifra elevada. Puedes encontrar ofertas de Mercedes Clase B en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca.  Contamos con herramientas para financiar el coche que te ayudarán a pagarlo más cómodamente mes a mes.

Motor

La gama mecánica inicial la componen cinco versiones. Por un lado dos de gasolina, el B 180 de 136 CV y el B 200 de 163 CV. Por otros tres variantes diésel. Arrancan con 1.5 de origen Renault (B 180 d de 116 CV) y por encima dos variantes de dos litros, el B 200 d de 150 CV y el B 220 d de 190 CV, el nuevo OM 654, adaptado para ser montado en posición transversal.

Inicialmente todos van ligados al cambio automático de doble embrague (con ocho relaciones los dos diésel más potente y  de siete en el resto) y de tracción delantera. Se esperan variantes con tracción total 4Motion y cambio automático.

Nuestra unidad de prueba es el 200 d, el diésel intermedio. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros en línea de 1950 cc, que entrega 150 CV  (110 kW) entre 3.400 y 4.400 rpm, con un par máximo de 320 Nm disponibles entre las 1.400 y 3.200 rpm.

Con un peso de 1.535 kg, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y recuperar de 80 a 120 km/h en 6,6 segundos. La velocidad máxima que puede alcanzar es de 219 km/h y gasta (en función del acabado) entre 5,1 y 5,5 l/100, lo que equivale a 115 g/km de CO2.

Comportamiento

El Mercedes Clase B es un coche agradable de conducir. Ojo, que al tener llantas de 18 pulgadas cuenta con un eje trasero de paralelogramo deformable (de serie en las versiones básicas con una barra de torsión), de ahí que puede incluso parecer que tiene un punto más dinámico que otros competidores.

En ciudad es cómodo, con buena visibilidad y con un radio de giro que facilita maniobras de aparcamiento en lugares angostos. En carretera nos ha resultado aplomado y predecible, un coche seguro para recorrer muchos kilómetros como hicimos (800 en un día) sin apenas problemas.

El propulsor me ha parecido ideal. La única pega es que quizá resulta algo menos refinado a bajas velocidades que otros diésel de la competencia o que sus homólogos de gasolina. Tiene potencia más que suficiente para moverte cargado y con cuatro ocupantes y hace muy complicado recomendar la versión de 190 CV.

Y es que luego, están los consumos. Fueron extraordinariamente bajos en todos los ámbitos. Sobre todo en carretera y autovía, donde puedes moverte, a velocidades muy altas, con un gasto irrisorio. El gasto medio al finalizar la prueba se quedó en 5,0 l/100 km. Una décima menor que el homologado. Y creemos firmemente que puede ser todavía menor a poco que busques conseguirlo.

Ayuda a esto el modo ECO, con el que te mueves a vela (con el motor apagado) a poco que levantas el pie del acelerador. Otros modos son Normal, Sport e Individual. Cambiándolos varías dureza de dirección, rapidez de ejecución del cambio y gestión electrónica. Si eliges suspensión pilotada, varía la dureza.

Opinión coches.com

La tercera generación del Mercedes Clase B ha tomado todo aquello en lo que destaca el Clase A (tecnología o equipamiento) y le suma más espacio interior y versatilidad de uso.

En marcha va bien, más ágil que antes pero destaca por ofrecer lo que uno espera de un monovolumen: confort y seguridad. No destaca en espacio interior respecto a la competencia, tampoco en maletero, pero para una familia de cuatro miembros a la que le guste la tecnología es perfecto de tamaño.

¿Elegir el diésel? Pues cuando recorres más de 1.000 km sin repostar, a ritmos altos, pues te enamora. Dese luego (reitero), me paree que la versión de 150 CV es más que suficiente para moverse con solvencia.

Eso sí, el Clase B es la opción más cara del mercado. De partida y, sobre todo, cuando empiezas a equiparlo como quieres, pues cuenta con amplísimas posibilidades para hacerlo y es que, tecnológicamente, ha dado un paso de gigante respecto de su predecesor.

Mercedes B 200d
7.6Nota
Lo mejor
  • Excelentes prestaciones y, sobre todo, consumos
  • Grandes posibilidades de equipamiento
  • Tecnología e interior vistosos
Lo peor
  • Precio de partida elevado (con extras aún más)
  • Abuso del negro piano en interior
  • Plazas traseras y maletero detrás de competencia
Diseño8
Habitabilidad7.5
Acabados7.5
Maletero7
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento7.5
Calidad Precio7

Galería de fotos:

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