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Pruebanoticias/
Gonzalo Yllera

BMW X3 xDrive20d, prueba a fondo

El BMW X3, nacido en 2004, fue la segunda apuesta de la firma alemana en el segmento de los todocamino Premium (SAV, o Sport Activity Vehicles en la jerga de la marca) tras el primigenio BMW X5, lanzado en 1999, destacando por su mayor compacidad y comportamiento dinámico más ágil.

Con él surgió el concepto xDrive, una notable evolución sobre sistema de tracción total montado hasta entonces, destacando por su reparto variable del par motor entre el tren trasero y el delantero y por su completa integración con la electrónica del Control Dinámico de Estabilidad DSC (Dynamic Stability Control), que permitía incluso corregir, dependiendo de las circunstancias, el subviraje o el sobreviraje del vehículo.

Pero la implementación de sistemas de tracción total en sus modelos es incluso anterior, y hay que remontarse al año 1985 para encontrarnos con el BMW 325iX, la respuesta de los de Munich a los modelos quattro de Audi, tal y como os contamos en el especial que publicamos ayer, donde describimos detalladamente la evolución de estos sistemas hasta el día de hoy.

Para quien dude del éxito de estos modelos baste decir que en todo el mundo se han vendido más de 3,5 millones de unidades dotadas del sistema de tracción total (de ellos más de 1 millón corresponden al X3) y que un tercio de los vehículos que BMW vende actualmente lo incorpora.

En el año 2010 se lanzó la segunda generación del BMW X3, con una cada vez mayor presencia de la electrónica con la que optimizar la velocidad de respuesta del sistema xDrive, amén de una mejorada versatilidad, manteniendo la deportividad que caracteriza a los modelos de la firma de Múnich o el excelente trato que dispensan a sus ocupantes.

Este pasado año 2014 se ha efectuado una ligera puesta al día que ha supuesto ligeros cambios estéticos (que describiremos a continuación) además de incorporar mejoras tecnológicas y de equipamiento, así como las motorizaciones más avanzadas del grupo para cumplir las estrictas normativas anticontaminación.

Con este restyling el BMW X3 se encuentra mejor posicionado para luchar con una cada día más dura competencia, entre la que encontramos modelos tan exitosos como el Range Rover Evoque (que ya probamos aquí), Audi Q5, Mercedes-Benz GLK o el Lexus NX 300h. Vamos a ver más detalladamente cuáles son sus bazas para ser uno de los todocamino más apreciados del segmento:

Exterior

Las dimensiones exteriores del BMW X3 pueden llamar a engaño, pues tiene empaque de vehículo de categoría superior. Sólo cuando lo comparamos con su hermano mayor, el BMW X5, nos daremos cuenta de las diferencias y es que éste, con 4,886 metros de longitud, es casi 23 cm más largo que el modelo que analizamos esta semana.

Basta con echar un vistazo a las cifras de la ficha técnica para apreciar que, con una longitud de 4,657 metros, apenas difiere en esta medición poco más de 3 centímetros con los modelos que podemos considerar su competencia directa, es decir Audi Q5, Lexus NX 300h, Infiniti QX50 o Porsche Macan. Sólo frente al Mercedes-Benz GLK, que es 12 centímetros más corto, o al Range Rover Evoque, al que saca algo más de 30 centímetros (claramente el más pequeño) se aprecian sustanciales diferencias.

Y otro tanto ocurre en el resto de cotas, donde apenas hay diferencias, por lo que no vamos a aburriros con más comparaciones. Sólo cabe mencionar que el BMW X3 nos obsequia con altura de 1,678 metros y una anchura de 1,881 metros, sin contar los espejos laterales (2,089 metros con ellos desplegados). La distancia entre ejes alcanza los 2,810 metros, mientras que el voladizo delantero se sitúa en 0,858 metros por 0,989 metros del trasero.

Esto significa que, para una familia media de 4 miembros, cuenta con un tamaño exterior, dimensiones interiores y capacidad de maletero más que suficientes sin que, al mismo tiempo, se haga necesario realizar malabarismos para estacionarlo en una plaza de garaje estándar. Sólo en el caso de que estemos verdaderamente necesitados de espacio y tengamos pensado adquirir uno de los modelos de la firma bávara deberemos encaminar nuestros pasos hacia el BMW X5 (o esperar al futuro BMW X7…).

Si nos centramos en el aspecto meramente estético, veremos que con el recienterestyling (el que suelen realizar todas las marcas a mitad de la vida útil de una generación) se han tocado pocas cosas pero, una vez más, en la firma germana han acertado de lleno con el trabajo realizado.

Donde se aprecian mayores diferencias respecto al modelo precedente es en el frontal con un aspecto general más agresivo y deportivo, al que contribuyen decisivamente las abultadas formas del capot-motor o el nuevo diseño de los grupos ópticos delanteros que, en el caso de nuestra unidad, contaban con los opcionales faros autoadaptables de tecnología LED de excepcional rendimiento, al igual que las luces antiniebla situadas en el paragolpes.

Entre ambos se sitúa la típica parrilla BMW, con sus dos característicos riñones presididos por el emblema de la marca, pero ahora con un acabado en aluminio satinado, fruto de la línea de equipamiento xLine que montaba nuestra unidad de pruebas y que resaltaba especialmente sobre el bonito color de la carrocería Mineralsilber Metallic.

Las aperturas de aireación inferiores están divididas en dos zonas, la superior más estrecha y una inferior de forma trapezoidal donde se sitúa la matrícula. A ambos lados unas tomas de aireación simuladas cuentan también con adornos satinados, del mismo tipo a lo visto en la calandra o al del protector inferior del paragolpes.

La vista lateral varía poco respecto a la versión anterior a la actualización. Se cumple la máxima aquella de que si algo funciona, no lo toques y sólo pequeños detalles ayudan a redondear un conjunto verdaderamente atractivo y homogéneo como, por ejemplo, es el caso de los intermitentes laterales que pasan de situarse en la aleta (donde ahora se incluye un adorno metalizado) a integrarse en la carcasa de los espejos, estando también compuestos por elementos LED. Las estriberas laterales en metal satinado y los pilares B y C con un acabado en negro brillante también son fruto de la línea de equipamiento xLine.

El toque de dinamismo y robustez lo aportan las dos nervaduras que recorren longitudinalmente la carrocería o los bajos de la carrocería y los pasos de rueda en plástico negro.

Otro detalle que también marca esta zona es la presencia de una espectaculares llantas de aleación con radios en V de 19 pulgadas de diámetro, modelo 608, sobre las que se montan unos no menos exclusivos neumáticos Pirelli P-Zero Run Flat en medidas 245/45 R19 98Y en el tren delantero y 275/40 R19 101Y en el posterior, de marcado corte deportivo, con los que se garantiza una excelente adherencia sobre asfalto, pero que no invitan precisamente a realizar algún tipo de incursión fuera de él.

La zona posterior también ha sido ligeramente remozada. El portón de grandes dimensiones cuenta en su zona superior con un pequeño deflector en el que se incluye la tercera luz de freno. El cristal es más pequeño de lo que nos hubiese gustado y dada la gran altura de la zaga limita algo la visibilidad posterior.

Los grupos ópticos están divididos en dos partes y muestran un nuevo diseño más moderno y atractivo, íntegramente formado por elementos LED aunque, esta vez sí, se incluyen de serie en todas las versiones y garantizan una visibilidad sobresaliente. Entre ambos localizamos un pequeño resalte a modo de alerón donde se localizan el símbolo de la marca y la denominación del modelo, justo encima de la placa de matrícula.

El paragolpes trasero, al igual que el anterior, exhibe nuevas formas en un atractivo diseño bi-color, con una zona en plástico negro y un pequeño protector en su zona inferior que simula metal satinado (correspondiente a la línea xLine) y, por último, se remata esta zona con la presencia de una salida de escape ovalada en el lateral izquierdo.

Interior

Si nos trasladamos al interior encontraremos un diseño y un ambiente sobradamente conocidos. Ha sido ligeramente puesto al día, pero no presenta las líneas y tratamiento de superficies otorgado al resto de modelos BMW de última hornada, como también ocurre en las nuevas generaciones del X5 y el X6. Por lo tanto tendremos que esperar a la próxima para disfrutar de ellos.

Esto significa que, como suele suceder en la firma alemana, prima la funcionalidad sobre la espectacularidad de líneas (eso lo dejan para otras marcas…) pero sabes a ciencia cierta que los materiales empleados son de primerísima calidad y que los diversos elementos ajustan a la perfección, garantizando muchos años de disfrute sin molestos ruidos parásitos.

La línea de acabado xLine no sólo está presente en el exterior del vehículo, sino que también aparece en el interior, con detalles tan exclusivos como los listones decorativos en el umbral de las puertas o los paneles de salpicaderos y puertas.

Predominan los colores oscuros de plásticos, guarnecidos e incluso el cuero de los asientos y el que cubre otras zonas tampoco destaca por su luminosidad. Afortunadamente la unidad probada contaba con el techo panorámico de cristal que aliviaba en parte lo apagado de los tonos empleados en la decoración.

El puesto de conducción resulta algo sobrio, pero todo está en su sitio y fácilmente localizable sin que tengamos que apartar la vista de la carretera.

El volante deportivo multifunción cae a mano gracias al ajuste en altura y profundidad de la columna de dirección y cuenta con un grosor y tacto del cuero casi perfectos. Decimos lo de casi porque nos declaramos completamente enamorados del volante M (uno de los mejores del mercado) pero este tampoco está nada mal. Desde sus brazos horizontales podemos gobernar el regulador/limitador de velocidad o el sistema de audio y el teléfono Bluetooth.

Justo detrás del aro del volante echamos de menos las levas del cambio para poder subir y bajar marchas manualmente sin apartar las manos del mismo, pero nos acostumbraremos enseguida a su ausencia. Por su parte las palancas de limpiaparabrisas e intermitentes cuentan con ese tacto Premium tan perseguido por otras marcas y tan difícil de conseguir, al igual que sucede con el resto de mandos y controles.

El cuadro de relojes muestra la información de forma muy sencilla y clara, típicamente BMW, y por tanto nos encontraremos pocas sorpresas. Dos grandes esferas dedicadas al velocímetro y cuentarrevoluciones y otras dos más pequeñas para nivel de combustible y temperatura del líquido refrigerante.

La zona central está presidida por una pantalla multifunción en la que se presentan todos los datos de conducción, consumos, distancias, etc., además de múltiples testigos que informan de las más variadas funciones, y donde tampoco faltan las alertas del sistema de asistencia a la conducción.

Nos ha gustado especialmente la presencia de un Head-Up Display a color que proyecta la información más importante en la parte baja del parabrisas, justo delante del conductor, haciendo innecesario apartar la vista de la carretera para mantenernos perfectamente informados de la velocidad a la que circulamos, avisos de cambio de carril, instrucciones del navegador o la música que estamos escuchando.

A nuestra derecha, en el centro del salpicadero encontraremos, bajo una capilla protectora, una gran pantalla multifunción de 8,8 pulgadas (Central Information Display) del Sistema de Navegación Professional, con representación 3D y donde, además, se nos muestra información del excelente equipo de audio, de la telefonía Bluetooth, de los diversos parámetros de configuración del vehículo, de las funcionalidades BMW ConnectedDrive o de la cámara de marcha atrás. Dicha pantalla puede dividirse en dos partes totalmente configurables para aumentar la cantidad de información presentada o bien maximizar la que más nos interese.

El frontal del salpicadero muestra un acabado brillante Black panel, que ya sabéis no suele ser de nuestro agrado, pero que aquí pasa más desapercibido debido a que su uso ha sido más comedido. Mucho mejor el recubrimiento en símil-madera de la consola central.

En cambio lo que si nos gusta mucho es la ubicación y el funcionamiento de los diversos mandos que por ella se distribuyen, con ese tacto tan exquisito que encontramos en todos los modelos de la firma de Múnich. Como, por ejemplo, los que se sitúan entre los dos aireadores centrales: el pulsador de los intermitentes de emergencia y otro con el que activaremos o desactivaremos el sistema Driving Assistant (aviso de cambio de carril, de aproximación al vehículo que nos precede o de la presencia de peatones.)

Más abajo se ha colocado el climatizador dual de excelente rendimiento y fácil regulación que incluye los mandos que activan la calefacción de los asientos. Si seguimos descendiendo nos toparemos con el resto de controles del sistema multimedia, que incluye un lector de DVD´s y un disco duro de 20 Gb donde almacenar la música que más nos guste.

En la consola central, justo delante de la palanca del cambio Steptronic de 8 velocidades, se ubican dos portabebidas con una cubierta deslizante que también pueden ser utilizados para guardar pequeños objetos que queramos tener a mano.

Aquí encontraremos también la palanca antes mencionada o la ruleta del controlador del sistema iDrive que dispone de superficie táctil y sirve, por ejemplo, para introducir instrucciones escritas. También los pulsadores del sistema Driving Experience Control que permiten elegir entre diversos modos de conducción (Comfort, ECO PRO o Sport), el freno de estacionamiento eléctrico con activación automática y el sistema de descenso de pendientes.

La postura de conducción también es típica de la marca. Estamos sentados bastante alto, lo que nos garantiza una excelente visibilidad de lo que ocurre a nuestro alrededor. Los asientos delanteros ofrecen la correlación justa entre dureza y comodidad, sujetan bien en las curvas, el bonito cuero Nevada con costuras en contraste no resbala, y cuentan con múltiples reglajes eléctricos y memorias por si utilizan el vehículo varios conductores, además disponen de calefacción regulable en varios niveles para los días donde las temperaturas bajan más de lo deseado.

Por su parte los asientos de las plazas traseras ofrecen también un gran confort a sus ocupantes. Dos personas viajarán muy desahogadas tanto por hueco para las piernas, cota de altura o espacio lateral contando con un gran reposabrazos central con portabebidas y una pequeña guantera. Una tercera lo hará algo más limitada en anchura y, sobre todo, por el voluminoso túnel central de transmisión que obligará a forzar la posición de las piernas.

Los respaldos de dichos asientos pueden abatirse individualmente en una proporción 40/20/40 lo que posibilita una gran modularidad a la hora de combinar de la forma más adecuada el transporte de personas y el de grandes bultos que excedan las medidas del maletero.

Además disponemos de múltiples opciones de almacenamiento que incluyen desde una gran guantera frontal, otra situada entre los asientos delanteros que también ejerce la función de apoyabrazos, los prácticos portabebidas, redes en los respaldos de los asientos delanteros o los grandes compartimentos de las puertas, en los que caben botellas de hasta 1,5 litros de capacidad.

Maletero

Uno de los grandes puntos a favor de este BMW X3 es su maletero. El portón que da acceso a él es de actuación eléctrica, con tres modos de apertura: desde el mando a distancia, con un pulsador en la base del mismo o, lo que resulta más espectacular y efectivo, con el sistema Smart Opener, simplemente pasando un pie por debajo del paragolpes posterior.

Una vez levantado el portón nos encontramos con un gran hueco de acceso y un borde de carga que no se sitúa a una altura excesiva para el tipo de vehículo del que hablamos.

En la configuración estándar podemos disponer de hasta 550 litros de capacidad, con unas formas muy aprovechables que permiten colocar fácilmente la carga. Además contamos con un sistema de rieles y unas sólidas argollas deslizantes que nos ayudaran a sujetar eficazmente los objetos con una red elástica o unos pulpos. Opcionalmente podremos disponer de un kit portaobjetos, con cajas plegables, diversos elementos de separación o redes de sujeción.

También se ofrece una red plegable de separación de carga para evitar que los objetos del maletero puedan golpear a los pasajeros cuando se realicen maniobras bruscas. Esta red puede anclarse también tras los asientos delanteros, con los mismos fines, cuando se utilice la máxima capacidad de carga del vehículo.

En caso de necesidad para transportar bultos más grandes podemos abatir, como ya hemos comentado, de manera individual los respaldos de los asientos traseros, en una proporción 40/20/40. En caso de utilizar el espacio disponible en su totalidad el volumen de carga aumenta hasta los 1.600 litros.

En los laterales hay un pequeño cajón y otro hueco de menores dimensiones con una red elástica para que los objetos allí depositados no rueden. También se ofrecen pequeños ganchos donde colgar bolsas o una toma de corriente de 12 voltios donde enchufar accesorios.

Si levantamos la superficie rígida que cubre el suelo del maletero (se sujeta mediante una cincha al marco de la puerta) encontraremos una cavidad de almacenaje donde colocar los accesorios antes mencionados o un extintor.

Curiosamente siempre nos hemos quejado de la proliferación de los kit reparapinchazos en sustitución de una rueda de repuesto, sobre todo en este tipo de vehículos que, aunque vean el campo de pasada, sí suelen circular alguna vez por pistas o caminos que no entrañen mucha dificultad.

Pero es que en el caso de este BMW al montar neumáticos tipo RunFlat que, aunque pinchemos, permiten rodar unos kilómetros a baja velocidad, se ha decidido directamente prescindir también de él. Por lo tanto sólo recomendamos adquirir esta espectacular combinación de llantas y neumáticos opcionales si se va a transitar exclusivamente por asfalto. Si no es así mejor conformarse con la dotación de serie y, al menos, con la presencia de uno de estos kit poder salir airosos de las situaciones más comprometidas hasta ser ayudados por los servicios de asistencia.

Equipamiento

El BMW X3, como todo vehículo Premium que se precie, cuenta con un amplio equipamiento de serie, si bien es cierto que, sobre todo las marcas alemanas, aún deben mejorar respecto a algunos competidores.

Aunque ello no es óbice para que encontremos, entre otros:

  • Sistema antibloqueo de los frenos (ABS), incluyendo asistente de frenado o el control de frenada en curva.
  • Sensor de colisión
  • Cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje en todas las plazas
  • Control dinámico de estabilidad (DSC) con contenido ampliado, incluyendo asistente para arranque
  • Control Dinámico de Tracción (DTC)
  • Carriles longitudinales para la baca en Aluminio satinado
  • Carcasas de los espejos exteriores en el color de la carrocería

  • Manillas de puerta en el color de la carrocería
  • Llantas de aleación ligera de 17”
  • Servotronic
  • Indicador de desgaste de las pastillas de freno
  • Dirección asistida
  • Freno de aparcamiento electro-mecánico con función “Automatic Hold”
  • Función Auto Start&Stop
  • Hill Descent Control
  • Control de crucero con función de frenado

  • Luz halógena, para luz de cruce y de carretera
  • Faros antiniebla
  • Volante multifunción
  • Climatizador
  • Inmovilizador electrónico del vehículo
  • Elevalunas eléctricos, con protección contra aprisionamiento y apertura y cierre de confort
  • Arranque del motor sin llave y botón Start/Stop
  • 2 tomas de corriente de 12 V, 1 en la consola central y 1 en el maletero
  • Radio BMW Professional
  • Ordenador de a bordo

El equipamiento puede completarse con diversos paquetes de precio cerrado: Premium, Confort, Visibilidad Plus, Innovación y Seguridad. Además están disponibles 2 líneas de equipamiento, xLine y Paquete Deportivo M, con los que terminar de configurar a nuestro antojo este BMW X3.

BMW ha realizado un gran esfuerzo tecnológico para incluir los más avanzados sistemas de seguridad activa y pasiva en sus vehículos y el X3 no iba a ser menos…

Además de una estructura reforzada, que emplea materiales de gran resistencia, o de la presencia de airbags para conductor y acompañante, laterales en los asientos delanteros y de cabeza delante y detrás, incorpora la eficaz tracción a las cuatro ruedas BMW xDrive. También se incluyen una serie de sistemas de asistencia que permiten una conducción mucho más segura:

  • La función Driving Assistant recoge la información de la cámara situada en el parabrisas y es capaz de avisarnos ante una salida de trayectoria (mediante vibraciones en el volante y con una señal en los retrovisores exteriores), o cuando se aproxima un peatón y, en caso necesario, activar los frenos para evitar un atropello.
  • El Driving Assistant Plus, aparte de lo anterior, incluye el control de crucero activo con función Stop&Go (capaz de detener totalmente el vehículo y, luego, reemprender la marcha).

  • BMW Selective Beam nos ayuda a contar con una excelente visibilidad en la oscuridad, sin deslumbrar al resto de conductores, adaptando el haz de luz cuando detecta la presencia de otros vehículos. Si lo acompañamos de los faros LED autoadaptables, entonces podremos disfrutar de la conducción nocturna casi como si lo hiciéramos de día.
  • Llamada de emergencia. En caso de accidente avisa automáticamente, a través del Centro de llamadas de BMW, al puesto de emergencia más próximo, sin necesidad de que intervenga el conductor.

Por último también podremos disfrutar a bordo de los últimos y más avanzados sistemas de infoentretenimiento, agrupados bajo la denominación BMW ConnectedDrive, que ofrecen una gran variedad de información y servicios (tiempo, noticias, guías de viaje, hoteles, aparcamientos, etc.), a los que también podremos acceder mediante apps para nuestro Smartphone, como BMW Connected.

El todocamino alemán parte de un precio inicial ya de por sí elevado que, en este caso se sitúa en 39.600 € (del BMW X3 sDrive18d, con cambio manual de 6 velocidades y sólo tracción trasera). El modelo probado, el BMW X3 xDrive20d, está disponible desde los 44.950 € pero la unidad objeto de este test contaba además con el siguiente equipamiento opcional:

  • Color exterior Mineralsilber Metallic —– 996,35 €
  • Llantas de aleación ligera de 19” con radios en Y —– 1.128,30 €
  • Molduras interiores de aluminio con rectificado longitudinal —– 403,51 €
  • Paquete Comfort —– 1.500,00 €
  • Paquete Innovación —– 3.600,00 €
  • Paquete de Visibilidad —– 2.500,00 €
  • Paquete de servicios ConnectedDrive —– 829,98 €

  • Paquete Premium —– 3.500,00 €
  • Paquete Seguridad —– 1.500,00 €
  • Control de distancia en aparcamiento (PDC) —– 889,25 €
  • Cámara para marcha atrás —– 497,22 €
  • Sistema de altavoces —– 462,80 €
  • Techo panorámico —– 1.784,20 €
  • Paquete de equipamiento xLine —– 2.491,11 €

Por lo que, con los 17.560,80 € en opciones, el precio final ascendería hasta unos más que respetables 67.032,71 €, una cifra al alcance de muy pocas economías.

Pero aquí no se incluyen, ni muchísimo menos, la totalidad de las opciones disponibles que, además, pueden complementarse con una ingente cantidad de accesorios originales, diseñados por la marca alemana para este modelo.

En el caso de que estéis deseando adquirir este BMW X3 xDrive20d os recomendamos que consultéis primeramente el buscador de Coches.com, donde podréis encontrar los mejores precios del mercado y a la vez conseguir el seguro que mejor se adapte a vuestras necesidades.

Motorización

BMW incluye una amplia gama de motores de 4 y 6 cilindros para propulsar a este X3, contando con variantes alimentadas por gasolina y por gasóleo, todos ellas sobrealimentadas.

Entre los primeros encontramos 3 posibilidades, con propulsores de 4 cilindros y 2 litros de cubicaje, con potencias de 184 y 245 CV, y un bloque de 6 cilindros con 3 litros de cilindrada que dispensa 306 CV.

Son 4 los propulsores diésel que se ofrecen. Dos de ellos de 4 cilindros y 2 litros de cubicaje que entregan potencias de 150 y 190 CV, respectivamente. Mientras que las otras dos variantes de 6 cilindros, con 3 litros de cilindrada, desarrollan una potencia de 258 y 313 CV.

El BMW X3 xDrive20d que probamos esta semana fue el primer modelo de la gama BMW en estrenar el renovado propulsor turbodiésel de 2 litros de nueva generación. Se trata de una evolución del motor que ya tuvimos ocasión de disfrutar en nuestra prueba a fondo del BMW 420d Coupé, aunque ahora ha sido optimizado para adaptarse a las cada vez más restrictivas normativas anticontaminación.

Y pese a lo que, en principio, pudiéramos esperar la potencia no sólo no ha disminuido, ganando algunos caballos extra, sino que además se han reducido los consumos, ya de por sí comedidos.

Este propulsor diésel, como ya hemos indicado más arriba, tiene 4 cilindros en línea y cuenta con una cilindrada de 1.995 centímetros cúbicos. De él se extraen 190 CV de potencia a 4.000 rpm y un respetable par máximo de 400 Nm entre 1.750 y 2.250 rpm, gracias a la utilización de un sistema de inyección directa de combustible de última generación con inyectores electromagnéticos, que trabajan a una presión de 2.000 bar y a la sobrealimentación mediante un turbocompresor de geometría variable, con la avanzada tecnología BMW TwinPower Turbo.

Dicha motorización va unida al fantástico cambio automático Steptronic de 8 velocidades, construido por ZF, y que tan buenos resultado proporciona en todos los modelos y marcas en los que se monta. Las transiciones entre marchas son suaves, se producen de forma inmediata y casi inapreciable para el conductor.

Las prestaciones no están nada mal teniendo en cuenta la no muy favorable aerodinámica y el considerable peso a desplazar (1.820 kg en orden de marcha), pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h, o acelerar de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos.

Por su parte el gasto de combustible resulta muy comedido, si hacemos caso a las cifras oficiales, con un consumo urbano de 5,3 l/100 km, que desciende hasta los 4,7 l/100 km en recorridos interurbanos, y un consumo medio 4,9 l/100 km.

Durante nuestra prueba de casi 1.400 km obtuvimos unas cifras más altas, pero igualmente excelentes, con un consumo urbano de 7,2 l/100 km, mientras que el correspondiente a carreteras nacionales y autovías fue de 6,1 l/100 km, con lo que el consumo ponderado fue de 6,4 l/100 km. Aunque si revolucionamos el propulsor en una conducción agresiva tanto por carreteras como por pistas, estos subirán exponencialmente.

Si tenemos en cuenta que la capacidad del depósito de combustible es de 67 litros, estaremos en condiciones de conseguir una autonomía media de alrededor de 1.000 kilómetros.

En estas magníficas cifras tienen mucho que ver la tecnología BMW EfficientDynamics que cuenta, entre otros, con recuperación de la energía de frenado, modo ECO PRO, utilización de una dirección asistida electromecánica o la activación selectiva de los grupos secundarios, así como la efectiva función Auto Start&Stop, con la que se apaga el motor cuando el vehículo se detiene.

También se ha mostrado especialmente efectivo el sistema que desacopla la transmisión del motor cuando se levanta el pie del acelerador y las condiciones de la vía son favorables para que este X3 mantenga la velocidad sin apenas gasto de combustible, es lo que comúnmente conocemos por navegación a vela.

Comportamiento

Este X3 responde desde el primer momento a lo que esperamos de cualquier modelo firmado por BMW. Esto significa ser uno de los todocamino más dinámicos de su segmento, con una pisada sólida y una respuesta instantánea del motor, acompañado por un cambio que siempre está a la altura.

Por ello se convierte en una verdadera delicia poder ponerse a sus mandos bien sea en solitario, recorriendo esa carretera de curvas que tanto nos gusta o, por el contrario, con todas sus plazas ocupadas y el maletero hasta arriba de enseres, en un desplazamiento vacacional con la familia.

En carreteras de curvas su comportamiento es intachable, casi como el de una berlina de la marca alemana. Y eso que la masa a mover es importante y que el centro de gravedad se eleva varios centímetros respecto a esta. El chasis tiene una excelente puesta a punto y disponemos de todo el agarre que podamos desear gracias a los enormes rodillos con los que va calzada nuestra unidad de pruebas, sobre unas bonitas llantas opcionales de 19 pulgadas.

Pero aquí también tiene mucho que ver la eficaz labor de la tracción total xDrive, cuyo funcionamiento pasa totalmente desapercibido para el conductor, proporcionando una gran confianza incluso en los tramos helados que encontramos en algunas zonas de umbría, o en otros con gravilla suelta y sal.

El motor se muestra dispuesto a colaborar en la diversión y dependiendo del modo seleccionado mediante los pulsadores del sistema Driving Experience Control cambia su carácter, desde el casi deportivo del modo Sport, hasta otro en el que prima la ecología y el ahorro de combustible, como es el modo EcoPro. Los 190 CV del propulsor están siempre presentes y nos garantizan un empuje constante desde bajas vueltas hasta cerca de las 4.500 rpm, donde empieza a perder algo de fuerza.

El cambio automático Steptronic de 8 velocidades termina de redondear el conjunto, con un funcionamiento impecable. Aunque echamos de menos las levas situadas detrás del volante, con las que subir y bajar marchas manualmente sin apartar las manos del mismo. Pero la pena sólo durará unos instantes, los necesarios para comprobar que también podemos realizar esta operación actuando sobre la palanca situada en la consola central, con ligeros y rápidos toques sobre la misma.

Los frenos se muestran suficientes para detener en más que aceptables distancias la masa en movimiento, gracias a sus discos autoventilados de notable diámetro. No obstante a medida que aumentamos el ritmo y, si el coche va cargado, éstas se irán acrecentando paulatinamente, aunque siempre hablamos de un ritmo que no será del agrado de nuestros pasajeros.

En autovías y autopistas, permite rodar a ritmos muy altos sin apenas darnos cuenta. Mantiene con inusitada facilidad las velocidades máximas permitidas, con regímenes de motor muy bajos o incluso por debajo del ralentí al desacoplar el propulsor de la caja de cambios (navegación a vela) a poco que el terreno sea favorable. El aislamiento resulta perfecto no colándose al interior ningún tipo de ruido aerodinámico, aunque si prestamos mucha atención llegará hasta nosotros un pequeño rumor, proveniente de los anchos neumáticos, cuando el asfalto esté más rugoso o deteriorado.

Si circulamos por ciudad su alta postura de conducción nos permite otear todo lo que sucede a nuestro alrededor desde una posición privilegiada, aunque la visibilidad trasera se ve algo penalizada, no sólo por el pequeño tamaño del vidrio posterior sino por la presencia de unos prominentes reposacabezas traseros. Tendremos entonces que fiarnos de la electrónica y más concretamente de la cámara de marcha atrás y los sensores de aparcamiento.

En campo, la verdad sea dicha, apenas nos permitimos más que pequeñas incursiones por pistas de tierra o caminos de buen firme. Aunque la capacidad de tracción que proporciona el sistema xDrive sea excelente cualquier otra aventura, con los neumáticos montados, es una temeridad ante la eventualidad de un posible pinchazo.

Por último no podemos dejar de mencionar el excelente aporte en seguridad activa que suponen los nuevos faros delanteros autoadaptativos formados íntegramente por elementos LED. Hay un antes y un después en cuanto a iluminación se refiere, dejando en pañales a los bi-Xenon de la marca y eso que estos son de los mejores del mercado. Absolutamente recomendables. Sí, ya sabemos que cuestan un ojo de la cara (2.500 € para ser exactos), pero creemos que es preferible no gastarse el dinero en alguna opción digamos… superflua y garantizarnos una iluminación sobresaliente en todo tipo de circunstancias.

Veredicto de Coches.com

Y por 44.950 € (precio base), ¿qué nos ofrece este BMW X3 xDrive20d? Pues unas cualidades dinámicas de primer orden (dentro del segmento de los todocamino, no es un deportivo…), un motor siempre lleno y progresivo que no consume en exceso, un cambio automático suave y rápido. además de unos acabados excelentes, acompañados de buena parte de los últimos adelantos tecnológicos que la firma alemana ha desarrollado en los últimos años. Además contaremos con espacio suficiente para transportar a una familia y todos sus aperos.

En su contra unas cada vez menores capacidades para circular por fuera del asfalto, no por la actuación del sistema xDrive, en el que la electrónica tiene un papel fundamental, sino por planteamiento general, con suspensiones de menor recorrido, cotas bastante discretas o montas de neumáticos específicas para carretera.

Si vais a frecuentar el campo, para practicar deportes de aventura, acceder a fincas o casas rurales con caminos complicados o bien realizar un uso profesional extremo, será mejor decantaros por otras opciones.

En cambio, si la vida de vuestro vehículo va a discurrir la mayor parte del tiempo por asfalto y además queréis que os ofrezca un cierto dinamismo y una gran seguridad acompañado, además, de un indudable halo de prestigio, entonces este BMW X3 puede ser una excelente elección.

BMW X3 xDrive20d
7.8Nota
Lo mejor
  • Calidad percibida
  • Maletero espacioso
  • Tracción xDrive y cambio Steptronic
Lo peor
  • Neumáticos inadecuados para fuera del asfalto
  • Motor ruidoso en frío
  • Precio final con opciones
Diseño7.5
Habitabilidad8
Acabados8.5
Maletero8
Equipamiento8
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio7

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