La fiebre de los SUV no hace más que crecer y las marcas tienen que ir ampliando su oferta a la vista de la enorme demanda que reciben. Es cierto que Toyota no ha sido un fabricante que se haya vuelto loco con esta tendencia, establecieron la base con el RAV4, apuntaron alto con el C-HR y pretenden tener aún más acogida con el Yaris Cross. Aunque también van a diversificar su estrategia con el Toyota Highlander, el ejemplar que tuvimos la oportunidad de probar recientemente.
Por la parte superior de la gama, la marca ya tenía al Toyota Land Cruiser con esa filosofía completamente todoterreno. Pero también creen que hay hueco para un modelo de siete plazas y esas dimensiones con un enfoque más SUV. Y lo más lógico era traerse algo que ya se vendía en otros mercados. El Highlander, aunque aquí sea relativamente desconocido, lleva ya dos décadas en el mercado. En este tiempo han vendido más de 7,6 millones de unidades, una cifra que seguirá subiendo ahora que viene a Europa.
La cuarta generación del Toyota Highlander es ya un producto global que se asienta sobre la plataforma GA-K de la marca. Esta arquitectura la hemos visto en otros modelos como el propio RAV4 y es la que permite que cuente con mecánicas electrificadas. Por ese motivo desembarca en España, porque se suma a la larga lista de híbridos que comercializan actualmente. Eso sí, en este caso con un enfoque más premium, convirtiéndose en un buque insignia SUV para loa marca.
Exterior
Aunque hemos empezado diciendo que compartía plataforma con el RAV4, hay que decir que el Toyota Highlander es considerablemente más grande. Llega hasta los 4.966 mm de longitud, 1.930 mm de anchura y 1.755 mm de altura, con una distancia entre ejes de 2.850 mm. Eso lo sitúa 366 mm por encima del RAV4 e incluso 126 mm por encima del Land Cruiser. Queda claro que ha sido concebido conforme a los gustos de otros mercados como el americano y que tendrá el interior más generoso.
El diseño exterior tiene los rasgos característicos de la marca, pero al mismo tiempo tiene algunos elementos muy acorde a los mercados donde triunfa. En el frontal destaca la parrilla trapezoidal de generosas dimensiones, surcada por un listón cromado con el logo de la marca y con un marco con el mismo acabado. A ambos lados unos faros LED con un diseño reconocible. La parte inferior es la más musculosa y cuenta con otra rejilla trapezoidal y una defensa plateada.
Desde el perfil se observan unos pasos de rueda de gran tamaño, así tienen que ser para albergar las llantas de 20 pulgadas del Highlander. Las barras de techo quedan bastante disimuladas, mientras que la superficie acristaladas va de más a menos para terminar en forma de flecha con el pilar D. Los pilares B y C van oscurecidos para conseguir más dinamismo y su cintura va realzándose hasta llegar a una zaga muy destacada y cargada de personalidad.
El Toyota Highlander queda rematado por un pequeño spoiler de techo sobre la luneta trasera. El elemento que más protagonismo recibe son los pilotos traseros, muy horizontales, que terminan ocupando parte del lateral del vehículo. En la parte inferior el paragolpes se ensancha e integra una gran placa protectora central en color plata que va a juego con la defensa delantera.
Interior
Al montarse en el interior del Toyota Highlander es fácil darse cuenta de esa condición de buque insignia que trata de mostrar. En primer lugar por su avanzada tecnología, que se basa en el último sistema multimedia de la marca. De serie trae una pantalla táctil principal de 8 pulgadas, pero en este Luxury incorpora una de 12,3 pulgadas con unos gráficos avanzados y un tacto bien conseguido. Ya no falta la conectividad completa, pues desde hace tiempo los Toyota incorporaron Apple CarPlay y Android Auto.
Gusta el detalle de poner algunos botones de acceso directo justo debajo de la pantalla para facilitar su uso. En esa misma botonera aparecen los controles de la climatización, que son intuitivos y fáciles de utilizar, aunque la visualización se haga en la propia pantalla. Justo debajo de ese módulo hay un pequeño espacio para poner el smartphone, y es que este Highlander va sobrado de huecos portaobjetos, sacando algunos que no vemos en otros coches. La guantera, el del reposabrazos o los de las puertas son especialmente generosos.
Delante del conductor queda un volante multifunción con un tacto agradable. A través de él vemos una instrumentación mixta que incorpora una pantalla TFT a color de 7 pulgadas entre las esferas. La pantalla hace las veces de ordenador de a bordo, permitiendo elegir la información que vemos en cada momento y destacando por su legibilidad. Las esfera derecha es para la velocidad, mientras que la de la izquierda es un diagrama con la entrega de potencia del sistema híbrido.
El otro punto donde se demuestra que el Highlander quiere ser modelo de representación es en la calidad percibida que ofrece. Bastante superior a la que vemos en otros modelos de la marca, se sitúa más cerca de los premium gracias a detalles como la tapicería de cuero, el material blando acolchado que recubre el salpicadero o los acabados satinados y con textura de madera en algunos puntos. Sigue habiendo plásticos, pero son de buen tacto y los acabados dan sensación de solidez y de que vayan a perdurar en el tiempo.
En un coche de prácticamente cinco metros es de esperar que la habitabilidad sea buena. En las plazas delanteras lo cierto es que hay poco que comentar. Se va sobrado de espacio en todas las cotas y presenta unos asientos muy confortables que son un gusto en viajes largos. Tienen ajustes eléctricos, memoria, calefacción y ventilación. Más interesante aún es la segunda fila de asientos, que permite un acceso cómodo por la apertura de las puertas y muchas facilidades.
Hay mucho espacio para la cabeza y también para las piernas. Aunque eso puede variar gracias a la banqueta deslizante 18 cm, que nos permite jugar con el espacio entre ambas filas. Será muy útil para sacar provecho, cuando viaje gente en la tercera fila, pues ahí los adultos lo pasarán peor por el poco hueco que queda para las piernas. Las plazas traseras cuentan con su propio módulo de climatización (es trizona) y los asientos laterales pueden ir calefactados.
Maletero
El maletero del Toyota Highlander es muy funcional y se adapta a cualquier configuración que el usuario necesite. En el caso de que se estén utilizando las siete plazas tiene una capacidad de 268 litros, una cifra nada despreciable. En las ocasiones más comunes cuando se utilicen cinco plazas se queda en 658 litros, mientras que si se abaten las dos filas de asientos (de forma manual), nos queda una capacidad de 1.177 litros en una superficie totalmente lisa.
Y eso sin contar en ningún caso el hueco bajo el piso, donde cabe una rueda de repuesto, algo que ya no estamos acostumbrados a ver. Además de estos números destacados, el maletero del Highlander destaca por sus formas rectas aprovechables y por soluciones para fijar la carga como los ganchos y redes. En este modelos también contamos con un portón de apertura eléctrica de serie, algo que ayudará cuando vamos cargados.
Equipamiento
La gama de equipamiento del Toyota Highlander es muy sencilla, apenas tiene dos opciones donde elegir y ya de serie es realmente completo. El acabado de partida es el Advance, que ya cuenta con faros Full LED, llantas de 20 pulgadas, instrumentación con pantalla de 7 pulgadas, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas y conectividad, cargador inalámbrico, climatizador de tres zonas, portón trasero eléctrico, tapicería de cuero, asientos calefactados o sensores de aparcamiento.
También de serie es la última versión del Toyota Safety Sense, un paquete que incluye ayudas a la conducción como el sistema de seguridad precolisión con detección de peatones y ciclistas, el control de crucero adaptativo, el reconocimiento de señales de tráfico, el sistema de mantenimiento de trayectoria, el avisador de cambio involuntario de carril o el control inteligente de luces de carretera. Por primera vez añade la dirección asistida de emergencia y la asistencia al giro en cruces.
Al acabado Advance se le puede sumar como extra el techo panorámico Skyview. Y para los que no sea suficiente, siempre pueden optar por el acabado Luxury, un auténtico tope de gama que se completa con tapicería de cuero perforado, volante calefactado, pantalla principal de 12,3 pulgadas con navegación por satélite, Head-Up Display de 10,1 pulgadas, sistema de sonido JBL Harman con 11 altavoces y 1.200 W, cámara de visión 360º, retrovisor interior inteligente o portón eléctrico con sensor de pie.
Motor
El Toyota Highlander comparte plataforma y sistema de propulsión con el RAV4, pero con retoques. Solamente estará disponible en formato híbrido, manteniendo el esquema de un motor de gasolina de ciclo Atkinson de 2.5 litros y dos propulsores eléctricos, uno situado en cada eje. Solo que el motor térmico gana 12 CV y el eléctrico delantero suma 46 kW de potencia (el trasero se mantiene igual). Eso hace que el Highlander tenga una potencia total de 248 CV y 270 Nm de par, un incremento de 26 CV para hacer frente a esas mayores dimensiones y peso.
Este SUV grande es capaz de acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y tiene una velocidad máxima de 180 km/h. Por otro lado, homologa un consumo medio de 7 l/100km y unas emisiones de CO2 de 158 g/km, la mejor relación del segmento (para no enchufables). El sistema híbrido de cuarta generación se completa con la batería de hidruro de níquel de 1,9 kWh y la archiconocida transmisión de engranaje planetario que montan en los modelos de esta índole.
Este Toyota Highlander híbrido es de tracción total, no hay otra opción en su gama. Lo consigue gracias al sistema AWD-i, que consiste en un transeje trasero que cuenta con un motor de 40 kW que es el que mueve las ruedas posteriores. La distribución del par en este coche puede variar entre el 100:0, como si fuera un tracción delantera convencional, hasta el 20:80 cuando necesita tracción detrás. Cuenta con un modo Trail para hacer conducción todoterreno y tiene una capacidad de remolque de 2.000 kg.
Comportamiento
Una vez nos ponemos al volante del Toyota Highlander lo primero que notamos es el gran aislamiento que hay en el habitáculo. Se nota que la marca japonesa ha trabajado mucho en la insonorización, incluyendo revestimientos adicionales en la zona del piso del vehículo y empleando cristales acústicos laterales. Es perfecto para realizar viajes largos con un confort elevado, aunque hay que vigilar el marcador para no rebasar las velocidades legales sin darnos cuentas.
Porque el sistema de propulsión híbrido es bastante solvente en este ejemplar. Ya venimos diciendo en los últimos tiempos que el refinamiento de estos modelos ha mejorado muchísimo y ya no hay tanta rumorosidad. Sigue sucediendo que en aceleraciones fuertes se llega a revoluciones elevadas sin la sensación de ganar velocidad. Se incorporan unas levas para que haya cierto escalonamiento en la transmisión, pero lo cierto es que no se consigue demasiado realismo.
Destacar que en el Highlander aparecen los modos de conducción Eco, Normal, Sport y Trail para modificar ligeramente su carácter. No hay una diferencia brutal entre ellos, pero cumplen su cometido. También hay un botón para forzar el modo EV, aunque hay que tener en cuenta que dependerá de la carga de la batería y que será muy poca la distancia que recorramos así. Sin embargo, sorprende que durante la marcha el sistema es muy inteligente y nos ayuda a que el eléctrico apoye justo en los momentos necesarios para reducir los consumos.
Tenemos una toma de contacto breve y por lo tanto no nos atrevemos a hablar de los litros exactos que consumimos. La sensación es que podríamos acercarnos con facilidad a la cifra homologada sin emplearnos a fondo en una conducción eficiente. Además, tuvimos la oportunidad de llevarlo fuera del asfalto y sobre una buena capa de nieve, algo que fue sencillo de hacer con neumáticos de invierno y con esa altura libre al suelo de 202 mm.
De vuelta a la carretera, la sensación principal que nos deja el Toyota Highlander es la de que se trata de un coche cómodo. Ayuda que tengamos una suspensión tipo McPherson delante y una multibrazo detrás, con un tarado confortable que filtra a la perfección cualquier irregularidad que se encuentre. También presenta un tacto correcto de la dirección, un elemento que va montado en cremallera para conseguir una mayor agilidad y precisión.
Aunque siempre tenemos que tener en mente que estamos ante un SUV de casi cinco metros que tiene un peso de 2.015 kg. No va a ser especialmente ágil y vamos a encontrar balanceos en la carrocería, algo lógico para este tipo de carrocerías. Sin embargo, no va a ser tanto como en otros rivales, pues presume de tener el centro de gravedad más bajo del segmento. Para compensar ese «sobrepeso», introduce unos frenos de mayor tamaño que encontramos solventes, pero que tienen tacto algo impreciso debido a la frenada regenerativa.
Opinión coches.com
El Toyota Highlander es un SUV grande que llega por primera vez a nuestro mercado en formato híbrido. La marca se lo ha sacado de la manga, pues lleva dos décadas vendiéndose en otros mercados y la última generación se ha adaptado para poder llegar aquí. Es evidente su procedencia si nos fijamos en sus dimensiones y diseño. Eso también trae la ventaja del espacio en su interior de siete plazas y de la notable calidad en sus acabados.
El sistema de propulsión híbrido es conocido, aunque llega con más potencia para el Highlander. Con él consigue un comportamiento equilibrado en el que destaca el confort en marcha. El equipamiento es muy completo, ya que solamente se comercializa en dos acabados elevados. Parte de 59.000 euros con el Advance, que por 1.500 euros suma el techo panorámico, y llega hasta los 70.900 euros con el acabado Luxury en el que no se puede pedir más.
- Espacio y calidad del interior
- Equipamiento muy completo
- Confort en marcha
- Tecnología igual que en otros modelos
- Solamente una mecánica disponible
- Precio algo elevado
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