El Bugatti Veyron es un coche muy, muy rápido. En el recuerdo quedan los múltiples récords de velocidad, incluyendo ese de los 431,07 km/h con el Super Sport en el circuito de Nardo. Y es que para rodar a esas velocidades hace falta planificación y medios, en esas circunstancias cualquier error puede ser fatal. Por no hablar de las limitaciones y la estricta normativa en cuanto a las velocidades máximas, que hacen que no sea nada recomendable infringir la ley.
Por eso te parecerá una locura que alguien se plantee siquiera el superar los 400 km/h en una carretera pública. En la mayoría de países podrías ir a la cárcel por este hecho, pero en Alemania están las conocidas Autobahn, esas carreteras que sin límites de velocidad. Y allí se desarrolla la historia de Radim Passer, un orgulloso propietario de un Bugatti Veyron cuyo objetivo ha sido batir este curioso y controvertido récord.
Esto no es algo que consiguiera lograr a la primera y con suma facilidad. Este usuario se hizo con un equipo profesional que le permitiera realizar la hazaña con seguridad. El primer intento data del año 2011 y, como se narra en el vídeo, fue fallido debido a que no funcionó el modo ‘Top Speed’ (para lograr la máxima velocidad) debido a las bajas temperaturas. Volvieron a intentarlo al año siguiente y con más calor, pero el problema persistió y no consiguieron activar dicho modo.
Después de algunas consultas con los mecánicos de la marca, se encontró un problema en la caja de cambios. Tras sustituir este elemento se programó el tercer intento, eso fue en el año 2015. La fecha elegida fue a finales de mayo por la temperatura y por una fiesta nacional que dejaría la carretera despejada. Se escogió la A2 entre Berlín y Hannover (con rectas de hasta 10 kilómetros) y a una hora prudente para no encontrar tráfico. Ese día fue el definitivo y Passer logró una velocidad de 402,5 km/h a bordo de su Veyron. Un récord en carretera abierta muy llamativo pero que recomendamos no intentar sin los medios adecuados.
Fuente: Radim Passer