El mercado del automóvil actual está muy definido. Hace unas décadas había más polaridad, encontrábamos una buena oferta de modelos en distintas carrocerías. Ahora parece que todo son SUV y crossover de diferentes tamaños. Y electrificados, eso también es innegociable. Así que sorprende cuando nos encontramos con modelos como el Hyundai i30 Fastback, que es el tercer integrante de una familia. Después del i30 compacto y del i30 Touring familiar, llega este sedán que es bastante singular en el panorama.
Decíamos que hay pocas berlinas de este tamaño, pero son aún menos si buscamos entre los fabricantes generalistas, son más habituales en los premium. Además, en el i30 Fastback hay una referencia clara al pasado con esas formas características de modelos como el mítico Ford Mustang. De hecho, durante la prueba de este modelo ya mencionamos que uno de los principales motivos de compra era el apartado estético. Aunque para gustos los colores, el Fastback tiene más personalidad que el de cinco puertas.
Por lo demás, el Hyundai i30 Fastback es muy parecido a sus hermanos mellizos. El interior es clavado, lo cuál no es una mala noticia teniendo en cuenta que tiene una tecnología accesible y que funciona correctamente. También comparten la gama mecánica, que es bastante simple en el sentido que no tiene versión totalmente eléctrica ni híbridas enchufables. Hay variantes de combustión tradicionales y otras que cuentan con la etiqueta ECO gracias a un sistema Mild Hybrid de 48 V. Incluso hay una versión tope de gama sobresaliente como es el Hyundai i30 N Fastback.
Y entre las diferencias tendríamos que mencionar el espacio interior. La segunda fila de asientos es bastante utilizable, a pesar de que el espacio para las cabezas se haya reducido ligeramente por las formas de su carrocería. La ventaja principal de este Hyundai i30 Fastback sería su maletero, que con 450 litros está por encima del del compacto y también de la media de la competencia. En el comportamiento las diferencias son muy ligeras, pero se supone que es mejor a nivel aerodinámico y tendrá mejores consumos.
En definitiva, el Hyundai i30 Fastback es una buena opción para los que aprecien la personalidad de esta carrocería y busquen un diseño diferente. A igualdad de equipamiento, es apenas 690 euros más caro que el compacto, así que es un desembolso alcanzable.
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