Los comentarios no se hicieron esperar. En cuanto publicamos nuestra prueba del Jeep Renegade 4xe, las opiniones prdominantes en nuestras redes sociales hablaba de que es una alternativa demasiado cara para quien busque un SUV pequeño con buenas cualidades fuera del asfalto.
¿Pero es tan caro? Porque ningún Jeep resulta particularmente económico. El anterior Renegade Trailhawk (del Renegade 2018) tenía un precio de partida de 33.940 euros. Montaba el motor de 170 CV y la tracción total Active Drive Low. Un Renegade Trailhawk 4xe de 240 CV (la versión más capaz del Renegade 2019 actualmente a la venta) parte de 36.040 euros (con descuentos de la marca). El maletero apenas se reduce 21 litros. Y como vimos en nuestra prueba, no va nada mal fuera del asfalto:
Es un SUV híbrido enchufable pensado por Jeep. Que no busca consumos ultra bajos y grandes autonomías sin emisiones (si bien se beneficia de la etiqueta Cero que le permiten moverse en modo 100% eléctrico), sino destacar por poder salvar obstáculos y moverse en zonas embarradas sin dificultades.
Cierto, no es un todoterreno como el Jeep Wrangler Rubicon que probamos. No cuenta con diferenciales y reductora… sino que es la electrónica la que se encarga de que el coche no pierda tracción en ningún momento. Si alguna rueda pierde el contacto con el suelo, tan sólo hay que esperar a que el sistema calcule dónde enviar el par. Lo hará. No esperes otros sistemas de tracción total mecánicos fuera del Wrangler… que también tiene ya su versión 4xe.
No hace gala de una suavidad extrema como en otros SUV con esta tecnología pero no hay rivales de su tamaño que sean tan solventes fuera del asfalto. Y conservando una estética única en el mercado, una de las claves del éxito de Jeep.
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