Richard Hill, ingeniero jefe de aerodinámica y gestión térmica en Lotus durante más de 30 años, ha apoyado innumerables proyectos en el mundo de las carreras. Lógicamente, tenía que ser él quien guiase el elemento crítico del diseño del “coche de producción más potente del mundo”, los secretos aerodinámicos del Lotus Evija. Es “un avión de combate en un mundo de cometas”, como lo describe Hill.
En un reciente entrevista interna, Hill explicó cuán avanzada es la aerodinámica del Evija y cómo la aerodinámica tiene un gran impacto en la forma en que se conduce. “La mayoría de los coches tienen que hacer un agujero en el aire para poder usar la fuerza bruta, pero el Evija es único debido a su porosidad. Literalmente, ‘respira’ el aire. El frente actúa como una boca: ingiere aire, absorbe cada kilo de valor de él; en este caso, la fuerza aerodinámica, y luego lo exhala a través de esa dramática parte trasera”.
El diseño del Evija es típico de un coche de ensueño, con elementos tomados de otros modelos históricos de Lotus, pero reinterpretados para un superdeportivo moderno y eléctrico. Todo en él es complejo e interesante. Un coche que tiene el doble de potencia que aquellos modelos más prestacionales a la venta actualmente necesitan de algunas características aerodinámicas un tanto especiales. Porque como bien decía antaño una reputada marca de neumáticos, la potencia sin control no sirve de nada.
“Se trata de mantener el flujo de aire bajo y plano en la parte delantera y guiarlo a través de la carrocería para que emerja elevado en la parte trasera. En pocas palabras, transforma todo el automóvil en un ala invertida para producir esa fuerza aerodinámica dinámica tan importante”, afirma Hill. Y lo podemos corroborar cuando miramos las fotos del Evija con detenimiento. Por ejemplo, en lugar de un paragolpes delantero normal, este tiene pasantes que dirigen el aire hacia la zaga y el lateral del coche.
Con un concepto similar al del Ford GT venido más allá, los túneles de los cuartos posteriores son quizá las características de diseño más distintivas, especialmente cuando se acentúan con las luces traseras LED. Hill afirma que estos también son completamente funcionales y ayudan a reducir la resistencia aerodinámica. “Alimentan la estela de aire hacia atrás para ayudar a cortar la resistencia”, explica. “Piénsalo de esta manera: sin ellos, el Evija sería como un paracaídas, pero con ellos es una red de mariposas, y hacen que el automóvil sea único en el mundo de los hipercoches”.
El Lotus Evija está diseñado en tres secciones: el área central más grande proporciona aire para enfriar la batería, montada tras los dos asientos, mientras que el aire canalizado a través de las dos secciones externas más pequeñas enfría el eje delantero. El difusor minimiza la cantidad de aire permitido debajo del vehículo, reduciendo así la resistencia y la elevación sobre la parte inferior. También proporciona la diferencia de presión entre las superficies divisorias superior e inferior para generar fuerza descendente.
Además de todas estas estructuras corporales, también hay piezas que se mueven mientras el coche avanza. El alerón trasero puede elevarse hacia arriba desde su posición a ras de la carrocería y desplegarse hacia arriba en un momento para aportar más carga aerodinámica. Y luego hay un sistema de reducción de resistencia al aire (drag) al más puro estilo de un Fórmula 1, con un panel horizontal que se abre y cierra para hacer al conjunto algo más resbaladizo a través del aire.
El Lotus Evija tiene un chasis de fibra de carbono, siendo el primero de la casa que utiliza esta tecnología, aunque fuese pionera en la F1. “El chasis es de una sola pieza de fibra de carbono, moldeada para una resistencia, rigidez y seguridad excepcionales. La parte inferior está esculpida para forzar el flujo de aire a través del difusor trasero y este hacia la estela del Evija, causando una ‘corriente ascendente’ y el nivel óptimo de carga aerodinámica del coche”, destaca el ingeniero inglés.
El Evija también es el primer Lotus completamente nuevo lanzado bajo la propiedad de Geely, el gigante asiático que también tiene entre sus pertenencias a Volvo y Polestar. Y siendo la punta de lanza de la firma de Hethel, tampoco será barato: 2 millones de euros (más impuestos). Los próximos modelos que vayan llegando en los próximos años, eventualmente reemplazarán a los existentes Elise, Evora y Exige, cambiando por completo la gama de la marca en busca de mirar hacia el futuro.
Fuente: Lotus