En apenas una década, los monovolúmenes han pasado de ser una opción predilecta para las familias a ser un segmento prácticamente desaparecido. Sin duda, la culpa de este cambio de tendencia ha sido del auge que han tenido los SUV. Actualmente las carrocerías crossover copan un gran porcentaje del mercado, pero no son (ni de lejos) tan prácticos ni tan espaciosos como aquellos monovolúmenes. Quiero un vehículo amplio y cómodo pero no quiero un SUV, ¿hay opción? El Peugeot Rifter quiere responder a esa pregunta con gusto.
Después de que los fabricantes fueron retirando muchos monovolúmenes de sus gamas parecía que las opciones se reducían, pero ahora se está desarrollando una alternativa interesante. Las furgonetas históricamente eran vehículos comerciales puros, válidos para la carga y para el trabajo. Sin embargo, ahora están recibiendo un tratamiento más similar al de los turismos convencionales y se convierten en una elección más que válida para el transporte de pasajeros.
El Peugeot Rifter es la versión de pasajeros de la Partner, un modelo asentado sobre la plataforma EMP2 del Grupo PSA, la misma que utilizan otros como los 308, 3008, 508 o 5008. Toda una declaración de intenciones sobre esta furgoneta pequeña que durante la pruebanos dejó un buen sabor de boca, como queda reflejado en el vídeo. Hay varios motivos para ello, el principal es la habitabilidad de este modelo, con espacio para cinco adultos y una capacidad de carga sobresaliente.
Al ser una furgoneta la modularidad no está comprometida y el contar con esos asientos individuales es un plus. A esto hay que sumar una dinámica muy similar a la que tendríamos en otro vehículo convencional. Además, el Peugeot Rifter cuenta con casi todo el equipamiento tecnológico que vemos en el resto de la gama. ¿En qué no puede competir? Pues lógicamente en la estética, que está comprometida por sus formas de furgonetas (y aún así ha mejorado) o en la calidad interior que se queda por detrás de la que presentan los crossover.
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