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Peugeot Rifter prueba – 147.9
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Peugeot Rifter: prueba a fondo de este ¿monovolumen o furgoneta?

Los derivados de turismo son los grandes protagonistas del mercado de vehículos comerciales. En 2019, supusieron un 87,5% de las ventas de comerciales ligeros, un 45,5% del total de matriculaciones de comerciales. En esta categoría son además muy habituales las versiones Combi, pensada para el transporte de viajeros. Tanto, que hasta el 70% de todos los derivados de comerciales son versiones de pasajeros.

¿Por qué tantas? Pues porque muchos autónomos las usan como vehículo particular y profesional (lo que les evita tener que adquirir un segundo vehículo… y porque, si hace una década los monovolúmenes compactos satisfacían a las familias que buscaban el máximo espacio interior, ahora ya apenas quedan opciones en el mercado de vehículos de este tipo, debido al auge de los SUV… que no ofrecen tanta habitabilidad.

¿Tienen las familias que necesitan espacio que pasar por el aro de los SUV? No. Y un ejemplo muy bueno es este Peugeot Rifter. Se trata de uno de los mejores ejemplos del mercado de cómo se transforma un vehículo comercial, en un una especie de navaja suiza sobre ruedas. Hoy vamos a conocerlo a fondo intentando responder a una pregunta: ¿Esto es un monovolumen?

El Peugeot Rifter es la versión de pasajeros de la Partner, en un intento para alejar todavía más la idea de que se trata de una furgoneta. Es hermano del Citroën Berlingo, el Opel Combo Life y el Toyota Proace City, el último en llegar. Los cuatro se fabrican en Vigo y, si en su base se parecen, cambian bastantes cosas entre ellos. Vamos a conocerlos mejor.

Exterior

Una furgoneta es cuadrada, para maximizar el espacio interior. ¿Puede entonces este Peugeot Rifter ser una? Pues sí. Pero hay muchos detalles que hacen que dudes. De acuerdo, no tiene esas líneas fluidas o un techo tipo coupé que hacen que gires la cabeza cuando pase, pero tiene una imagen muy vistosa para un vehículo de este tipo.

Un punto a su favor es la gran diferenciación que se ha conseguido con sus hermanos. En l aparte delantera tenemos un morro corto y alto, en el que destaca la parrilla, totalmente vertical y con una calandra en negro brillante, muy similar a otros Peugeot. Los faros no tienen ese colmillo felino de los últimos lanzamientos de la marca, pero su luz diurna parece querer salir también por el paragolpes.

Además, cuenta con unas molduras protectoras de plástico en los bajos, que abrazan a los faros antiniebla y que se extienden luego a los pasos de rueda, lo unen visualmente con el mundo SUV. Son detalles más notables en esta versión GT-Line, que además presume de llantas de aleación de 17 pulgadas, retrovisores en negro brillante, a juego con la barras del techo o los cristales traseros tintados.

Se trata de un coche con unas medidas bastante contenidas, ya que mide 4.403 con esta carrocería estándar. Se ofrece una mayor, que alcanza los 4,75 metros, el Rifter Long, para quien precise más espacio o más maletero.

Cuando lo vemos desde atrás destaca el gran portón que ocupa toda la superficie, confinando los pilotos, verticales y muy finos, a los laterales. Poca historia en esta zona, a la que volveremos dentro de un rato para hablar de capacidad de carga. Vemos ahora por dentro al coche.

Interior

Cuadrada por fuera, grande por dentro. Sí, no sólo vas a encontrar más espacio que en un SUV, algo que era de esperar. También que en cualquier monovolumen compacto de estas dimensiones. Tanto en altura, como en anchura, ya que en la parte superior no se viene hacia dentro.

Los asientos están muy bien de mullido, pero la postura es algo más erguida que en un SUV, por ejemplo, de ahí que la posición de conducción, elevada y dominante igual no sea tan cómoda como en un turismo al uso, si bien sí mejora la visibilidad al ir más alto.

El diseño, como puedes ver, es más parecido al de un turismo. Mucho más que el de sus congéneres, el Berlingo Multispace y el Combo Life, por dos elementos.

  • Sistema i-cockpit. Hay que aplaudir a los ingenieros y desarrolladores porque no ha tenido que ser fácil adoptar este puesto de mando tan sui generis a un vehículo como el Rifter. Se trata de un volante muy pequeño, algo que ayuda a moverlo rápidamente, sobre todo en ciudad, con un cuadro de instrumentos que vemos no a través del volante, sino por encima de él. Para ello han achatado el volante. Por abajo Y por arriba.
  • Consola central. Existe en los niveles de equipamiento superiores, que cuentan con el freno de estacionamiento eléctrico (inédito en el segmento, como el arranque por botón). En las básicas hay freno de mano y queda un hueco entre los asientos, un detalle muy de vehículo comercial. Aquí encontramos huecos en la parte delantera, con recarga inalámbrica para el móvil y un espacio realmente amplio, con una bandeja tapizada, para que no hagan ruido las cosas que dejas, cuando abres esta persiana, y una toma de 12V).

Y ya que estamos con lo práctico, vamos a ver más cosas. Tenemos huecos para dejar bebidas en las esquinas superiores del salpicadero, bandeja tras el volante y tras la pantalla central o la doble guantera, un detalle que vimos ya en nuestra prueba del Peugeot Traveller, esta superior y otra más abajo con este hueco entre ellas donde también puedes dejar alguna cosa. Nuestra unidad no contaba con ella, pero puede tener un enchufe de 220 voltios a los pies del acompañante.

Y no, no nos olvidamos del sistema multimedia. En este nivel de acabado tiene l sistema multimedia tiene una pantalla de 8 pulgadas de tamaño y es compatible con Apple Carplay y Android Auto. (en las imágenes empleamos la toma USB frontal, pero existe otra en la guantera superior).

Integra muchas funciones del vehículo y aquí podemos ver también algunos de los sistemas de ayudas a la conducción: sistema de aviso de cambio involuntario de carril, presencia de otros vehículos en el ángulo muerto, identificación de señales de tráfico, detector de fatiga, aviso de colisión inminente con frenada de emergencia o el cambio automático de luces cortas a larga. Cosa buena: no integra los mandos de la climatización, que están aquí debajo, justo bajo los aireadores.

Y en cuanto a materiales, es cierto que está algo por detrás de los SUV y turismos de la marca, pero la calidad que se percibe, y este es una unidad ya con bastantes kilómetros, es bastante buena. ¿Ajustes? Pues la verdad es que está muy bien rematado. Buen trabajo de los trabajadores de Vigo.

Vamos ahora con las plazas traseras. Se accede a ellas mediante una puerta corredera. Es pesada y no puede contar con accionamiento eléctrico pero tiene una cosa buena: cuando llega al final no vuelve por sí sola, así que si aparcas en cuesta no se va a cerrar y darte un susto. Deja un buen hueco para subir o para meter a los niños a sus sillitas.

Una de las mejores cosas de las versiones GT Line es que incluyen de serie tres asientos individuales. Los tres con anclajes Isofix, que es algo que echamos de menos en algunos SUV y monovolúmenes que hemos probado últimamente.

Hay espacio suficiente y tenemos detalles como elevalunas eléctricos (las ventanillas no bajan completamente), las bandejas tipo avión, cortinillas en las ventanillas o las trampillas bajo el piso para guardar juguetes. ¿Qué más le pediríamos? Salidas de aire propias, una toma USB y que la banqueta pudiese moverse longitudinalmente o que los asientos pudiesen sacarse: estas butacas son fijas.

Maletero

Al maletero se accede a través de este portón enorme. En esta carrocería corta presume de 775 litros, una cifra muy buena. Si abates los asientos puede alcanzar una capacidad de 3.000 litros, con un espacio prácticamente plano. Y ojo, podrías abatir el asiento del copiloto si quieres cargar objetos que superen por mucho los 2 metros de capacidad. En esta versión tendrías que retirar el reposabrazos para realizar la operación, al contar con la consola central.

¿Detalles interesantes? Bueno, puedes colocar la bandeja a dos alturas, algo que viene bien. Y puedes elegir una red vertical, que es opcional pero que cuesta menos de 100 euros, para separar el espacio de carga del habitáculo. Ideal si llevas perros, o bicis.

Hay cuatro argollas para sujetar la carga. Poco parecen dadas las posibilidades de ese espacio. Porque pocas cosas hay más, aparte de una luz en el lado izquierdo (se nos antoja escasa) y una toma de 12 V en la derecha, junto a un reposabebidas de la tercera fila. Y es que la marca ofrece poder instalar ahí un par de asientos más… pero yo me pillaría la carrocería larga en caso de necesitarlas. También hay una rueda de repuesto, pero no se accede a ella desde el piso del maletero, sino desde la parte inferior del coche.

Y un último detalle. Como el portón es tan grande, puede que a veces aparcado no puedas abrirlo bien del todo. Para esas situaciones está la luneta practicable. Abres el cristal superior y ya se puede acceder a la zona de carga.

Equipamiento

Es posible elegir el Peugeot Rifter entre cuatro niveles de acabado. Desde el más sencillo Access ya ofrece climatizador manual, radio, paquete exterior de estilo SUV o el paquete se seguridad. Eso sí, para un uso familiar recomendamos empezar a mirar en la terminación Active, que suma elementos como la pantalla táctil para el sistema multimedia, las puertas correderas laterales, el par de lunas traseras que se abren, radar trasero, luces diurnas o los faros antiniebla.

Si buscas algo más de sofisticación busca el Allure, con el que ganarás llantas de 16 pulgadas, la consola central, freno de estacionamiento eléctrico, lunas traseras eléctricas, el Pack Visibilidad, reposabrazos, climatizador automático, banqueta con tres asientos independientes o el volante de cuero.

Esta unidad de pruebas conraba con la terminación GT Line que suma los detalles estéticos que ua repasamos (llantas de 17 pulgadas, lunas tintadas…), acceso manos libres, retrovisor interior electrocromo, Pack Safety Plus y Pack Drive Assist.

Puedes completar la dotación con elementos interesantes a precios no demasiado elevados. Esta unidad contaba con algunos de ellos, como el Park Pack, que por 650 € suma aparcamiento asistido, cámara de visión trasera, detector de obstáculos delantero o la vigilancia de ángulo muerto y estacionamiento lateral. Si tienes niños apuesta por el Pack Niños, que por 200 € suma el espejo central de vigilancia y los estores laterales en la segunda fila.

El sistema de navegación TomTom con renoconcimiento de voz son 800 €, el mismo precio que el techo solar Zenith (con estores eléctricos y un espacio de almacenamiento). El sistema Grip Control apenas supone 200 € y el regulador de velocidad adaptativo (300 €).

Sin extras, esta unidad tan completa tiene un precio de tarifa de 31.250 €. Puede parecer mucho, pero al visitar las ofertas del Peugeot Rifter, publicadas por los concesionarios oficiales de la marca en nuestra sección de coches nuevos. Como puedes comprobar, se rebaja mucho esta cantidad, quedándose en una tarifa inalcanzable para cualquier turismo o SUV que pretendan ofrecer un espacio interior y de carga similar.

Recuerda que estos precios pueden incluir financiar el coche con la marca y que si buscas una póliza a un precio imbatible conviene que visites nuestro comparador de seguros para dar con la que mejor se ajusta a tus necesidades o presupuesto.

Motor

Peugeot ofrece este modelo con cinco motores, dos de gasolina y tres diésel. El de gasolina es el tres cilindros 1.2 Puretech en su versión de 110 y 130 CV. Fue el que conocimos en nuestra prueba del Citroen Berlingo.

En diésel contamos con este motor 1.5 BlueHDI. Lo puedes encontrar con 75, 100 y 130 CV. El más potente es este que tenemos. Si lees la ficha técnica ves que ofrece unas prestaciones adecuadas para moverte rápido (hasta 184 km/h) incluso cargado, con un consumo no muy elevado: 5,9 l/100 km de consumo combinado según el ciclo WLTP y 154 g/km de emisiones de CO2.

Se trata de un bloque de cuatro cilindros en línea, con 1.499 cc, de inyección directa y turboalimentado. Entrega 131 CV (96 kW) a 3.750 rpm, con un par máximo muy bueno, de 300 Nm a 1.750 rpm.

Puede asociarse a una transmisión manual o. como en este caso a un cambio automático de 8 velocidades de tipo convertidor de par. Sí, como los monovolúmenes. ¿Es una locura apostar por esa transmisión en un coche así? Vamos a conducir y te lo contamos.

Comportamiento

Estamos conduciendo la combinación de motor y caja de cambios más cara de entre las que se ofrecen en la gama. El 1.5 diésel tiene una respuesta muy notable, gracias a los 300 Nm a partir de las 1.750 rpm. Eso hace que recupere muy bien en adelantamientos o cuando te incorporas a una vía rápida.

El cambio es un convertidor de par de 8 relaciones y en un coche así es un auténtico lujo. Engrana las relaciones de modo suave y eficaz siempre que te muevas con el coche de manera tranquila, que es precisamente para lo que está pensado. Para gestionar las marchas tienes un pequeño mando giratorio, que nos recuerda un poco a los que usan Jaguar o Land Rover, pero siempre puedes hacer uso de las levas en el volante. Sí, levas en una furgoneta.

El comportamiento es también muy interesante. El coche está construido sobre la plataforma EMP2. Quizá no te diga nada, pero si te decimos que es la que usan los 308, 3008, 508 o 5008, seguro que ya ves que el coche es más que una furgoneta. Eso le hace poder contar con todas las ayudas a la conducción sin problema.

¿Hay diferencias? Como decimos en Galicia, haberlas haylas, pues una mayor distancia entre ejes para que haya más espacio y un mayor voladizo trasero, para tener ese pedazo de maletero, pero ofrece una estabilidad más que suficiente en todo tipo de vías.

¿Más? Es estable en curva y el comportamiento noble. No es tan cómodo como un turismo, ya que las suspensiones han de ser más firmes. Es algo común a las furgonetas: hablamos de coches más altos de lo normal y hay que controlar de algún modo los balanceos.

Eso hace que si viajas por carreteras rotas notes más los baches… pero al mismo tiempo, en zonas de curvas con buen piso, tiene hasta un punto dinámico, ayudado también por una buena dirección. Eso sí, tampoco hay que fliparse. Y lo digo porque con un peso de 1.505 kg, más todo lo que puedes llevar aquí dentro.. no están pensados para atacar curvas a ritmos elevados.

Por lo demás, tiene un buen tamaño para moverse en ciudad, en autopista el confort es más que correcto, notable diría yo para un coche de su categoría… y puedes gastar poco más de 5 litros a los 100 si eres cuidadoso con el acelerador. Al devolverlo, el ordenador de a bordo nos indicaba un gasto de 5,9 l/100 km. Clavamos el consumo homologado, sin pretender buscarlo. Un coche racional, sí.

Opinión coches.com

¿Quieres un coche para todo? ¿Que lo mismo sirva para llevar a los niños al cole que para ir con la familia de aventura? ¿Y que no sea un SUV? Apuesta por el Peugeot Rifter. Hay coches más confortables, pero no pienses que haces mala compra si buscas un coche familiar para viajar, con cinco plazas reales y que quepa el equipaje de todos sin romperte la cabeza.

Los materiales de recubrimiento del habitáculo tampoco alcanzan el nivel de un turismo. Pero ojo, es entonces cuando debes mirar el precio. Mucho menos que un SUV, que creemos que es con quien Peugeot quiere realmente competir, sobre todo en esta acabado, que puede tener mucha tecnología a un precio ajustado.

Peugeot Rifter GT Line Standar Blue HDi 130 EAT8
7.9Nota
Lo mejor
  • Estética convincente para el tipo de coche que es
  • Espacio para cinco adultos y su equipaje
  • Gran nivel de equipamiento y soluciones prácticas
Lo peor
  • Calidad de materiales por debajo de un turismo
  • Rumorosidad del motor diésel
  • Muchas ayudas a la conducción son opcionales
Diseño7.5
Habitabilidad9
Acabados7
Maletero8.5
Equipamiento8.5
Motor8
Comportamiento6.5
Calidad Precio8

Galería de fotos:

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