La nueva generación de la Citroën Berlingo ya está en el mercado. El vehículo comercial que cuenta con más de dos décadas de historia a sus espaldas se ha convertido en una referencia entre las furgonetas pequeñas debido a su versatilidad y su capacidad de carga. Además, al asentarse sobre la plataforma EMP2 permitía opciones interesantes como las dos longitudes de carrocería, las puertas al gusto y la cabina Extenso o la doble cabina modulable.
Aunque podíamos esperar muchas cosas de este vehículo, jamás nos lo hubiéramos imaginado rodando a tope siendo conducido por un piloto de WRC. Eso mismo pasó justo después del pasado Rally de Finlandia, cuando el piloto Esapekka Lappi y su copiloto Janne Ferm se bajaron del podio después de lograr un segundo puesto a bordo de su Citroën C3 WRC. Viajaron hasta la Langley Park Rally School, en Reino Unido y cambiaron el vehículo de competición por la furgoneta.
Se trataba de una Citroën Berlingo convencional que solamente llevaba el acabado Worker (disponible en Inglaterra) que eleva 30 milímetros su altura libre al suelo, protecciones en los bajos, el Grip Control y unos neumáticos M+S. El circuito de tierra delimitado por conos serviría para comprobar la tracción de la furgoneta cuando es llevada al límite y también se incluían algunos saltos para examinar su robustez, como se puede apreciar en el vídeo anterior.
Seguro que el piloto de WRC notaría las diferencias de potencia entre su vehículo de competición y la furgoneta, pero lo cierto es que este modelo pasó la prueba. Lo que más destacó en este curioso test fue la comodidad que ofrecía el Berlingo, incluso en terreno irregular, gracias a la tecnología Citroën Advanced Comfort. Tampoco pasó desapercibida la facilidad de conducción y por supuesto la robustez al aguantar sin consecuencias negativas todas las perrerías que se le hicieron.
Fuente: Citroën
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