En la prueba del Renault Megane Sport Tourer E-Tech me abrí al mundo y realicé una confesión. Cada vez me gustan más los familiares compactos y es una de las carrocerías que más me convencen si tienes dos hijos, llevas habitualmente bastante carga y, como es mi caso, te gusta disfrutar de la conducción, mucho más acertada que la de un SUV.
También contaba que no era el Megane Sport Tourer uno de mis preferidos del segmento. Y es que siempre apostó la firma gala por la comodidad en lugar de darle un toque más dinámico. Y aquí llegó esta variante familiar híbrida enchufable con el apellido E-Tech que me parece todo un acierto como os contaba en este vídeo:
Es cierto que el Renault Megane E-Tech sigue sin tener ese tacto deportivo (no hablo de radicalismos, sino de paso por curva decidido), pero sus reacciones al volante transmiten seguridad y, sin ser un tiro, va muy bien. Y vence en consumos y comodidad a muchos de los vehículos familiares con esta tecnología en los desplazamientos urbanos, con y sin batería. Y al final, cuando echas cuentas, son muchos km al año los que haces así.
Sin ser uno de los más amplios por dentro, no está mal, si bien la capacidad de carga, como todos los vehículos con este tipo de tecnología híbrida, está bastante reducida. Pero los acabados no están mal y, si te puedes beneficiar de las ayudas del Plan Moves III y tienes dónde cargarlo con regularidad entre viajes cortos te harás con un coche confortable y de buen tacto en autopista, a un precio muy similar a las versiones con motor convencional.
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