El BMW 507 fue una calamitosa decisión industrial… y al mismo tiempo uno de los roadster que más han calado en el ideario norteamericano. Buena culpa de ello lo tiene Elvis Presley, que se hizo con uno mientras realizaba el servicio militar en Alemania para circular con él a diario.
Se trataba de un BMW 507 blanco pero, según la leyenda, las fanáticas de las caderas del de Tupelo (Misisipi) besaban regularmente el automóvil y dejaban marcas de pintalabios por toda la carrocería (con sus nombres, direcciones y números de teléfono). Como no podía evitarlo, a Elvis no le quedó más remedio que pintar el coche de rojo.
Casi 50 años después, en 2006, Klaus Kutscher, experto en restauración de BMW Classic, encontró el automóvil en un granero de California. Estaba en mal estado, pero sabiendo que apenas hay unas 252 unidades de BMW 507 fabricadas, pensó que valía la pena restaurarlo… incluso antes de saber que había pertenecido a Elvis Presley, el rey del rock. El coche se encontraba en este estado antes de acometer la restauración, en 2014.
«El tablero de mandos estaba cortado y había una nueva instrumentación, por lo que habían tenido que cortar el cuadro. El automóvil fue pintado dos veces más. Primero negro, luego de nuevo rojo… Entonces el automóvil [tuvo] … un gran accidente. Eso cuenta Kutscher en este vídeo de Petrolicious… en el que ya se presume del coche restaurado por completo en su estado inmaculado, un trabajo que costó dos años.
Con los recursos que el departamento BMW Classic puso su disposición, Kutscher pudo restaurar el antiguo 507 de Elvis a su estado original. En el vídeo que te traemos el propio Kutscher ofrece todos los detalles. Es algo antiguo, pero merece la pena ver de nuevo a este coche en acción:
Fuente: Petrolicious