Con cada nuevo modelo o actualización de uno existente, Tesla siempre ha buscado innovar en algún aspecto más allá de su tecnología eléctrica. Prueba de ello la tenemos en el volante del nuevo Model S. A pesar de que hemos sido muchos los especuladores sobre lo malo que podría ser el uso de un volante que es medio volante, en realidad no hemos tenido ninguna evidencia empírica directa.
Al menos hasta ahora, porque hay quienes ya han podido conducir un Model S a estrenar con esa especie de joystick, y sí, parece que es tan nefasto como pensábamos. Los volantes redondos existen desde hace más de un siglo, por lo que es perfectamente normal que casi todos conductores se sientan incómodos cuando ven por primera vez la forma cortada del volante “yoke”, como se refiere Tesla. Después de todo, tan solo hemos visto un mando de control similar en K.I.T.T., alias El Coche Fantástico (1982).
En el mejor de los casos, diríamos que esto se asemeja incómodo. La eliminación de las palancas de los intermitentes y los limpiaparabrisas en favor de pequeños botones no se pueden ver como una mejora, especialmente porque la orientación y la ubicación (aunque supongo que el pulgar siempre está cerca de ellos, o debería) de los susodichos botones de señalización cambia a medida que se mueve el pseudvolante, algo que simplemente no es un problema con un par de indicadores montados en la columna de dirección.
Pero dejando a un lado algunos controles secundarios, es la función principal de esta cosa, la dirección, posiblemente una gran parte de la conducción de un automóvil, lo que parece difícil. Sé que hay un argumento de que los monoplazas de Fórmula 1usan volantes de tipo horquilla, pero recuerda que están configurados para que los giros de un lado a otro puedan ocurrir sin que las manos se crucen. Los propios coches no mueven las ruedas delanteras más de 14 o 20 grados, incluso en las pistas más estrechas.
Ni siquiera se han diseñado para aparcar en los espacios más angostos, cosa que sí que hay que hacer con un coche normal. Porque si bien un volante de un F1 no llega siquiera a una vuelta entre topes, la mayoría de los coches suelen tener dos vueltas y media. Y al igual que el yugo de un avión, el elemento físico que hay para dirigir las ruedas del Tesla Model S más bien desalenta los giros. En un coche que puede necesitar hacer maniobras a baja velocidad, como uno calle normal, un yugo es un diseño bastante malo.
Estoy seguro de que es algo a lo que un conductor podría acostumbrarse eventualmente, pero eso no es lo mismo que un nuevo diseño que realmente mejora el funcionamiento de la máquina. Además, el diseño del yugo también fuerza mucho los brazos cruzados, que sería nefasto si el airbag se desplegara. Y aunque eso puede suceder con cualquier volante, el diseño de este lo exacerba. En pocas palabras, podemos decir que trae más desventajas que ventajas, y prueba de ello la tenemos en estos vídeos.
Ciertamente, la mayoría de los comentarios no son particularmente buenos positivos, salvo por los apologistas y evangelistas de Tesla, pero te animamos encarecidamente a que los veas y tomes tus propias decisiones. En cualquier caso, la firma estadounidense también ofrece la opción de volante tradicional en el configurador –aunque no visiblemente– para que los clientes del Model S y del Model X actualizados puedan disfrutar de la libertad de elección.
Fuente: Carscoops