El repostaje de combustible de automoción más barato se hace en lunes, con gasóleo, en un hipermercado y en la provincia aragonesa de Huesca, mientras que la opción más cara corresponde al fin de semana, con gasolina, en pleno puente, en una autovía y en Baleares, según el informe sobre los precios de los carburantes realizado por la Fundación RACC.
Durante la presentación del informe, se informó de que las diferencias entre provincias pueden alcanzar los 26 céntimos por litro. Este informe hace hincapié en las causas del incremento de los precios del combustible, generalmente atribuidas únicamente a la cotización internacional del crudo y sus productos refinados obviando otros factores como el impacto del llamado “céntimo sanitario” o la política comercial de las marcas distribuidoras. Hay poca competencia entre gasolineras, y eso se nota en el precio final.
Además a las diferencias entre el repostaje en función de si se hace en una autovía, más caro, o en un hipermercado, más barato. El informe advierte del «comportamiento de subidas recurrentes y repetitivas en puentes y festivos, que pueden alcanzar el 2,3%». Este fenómeno se debe a la mayor demanda y a que la gente suele repostar a última hora o en viaje. Para un usuario individual es posible ahorrar centenares de euros anualmente, según escoja las gasolineras más baratas y más caras de España».
El informe asegura que, para ahorrar combustible, resulta «muy útil» recurrir a aplicaciones de precios como las que ofrecen los GPS y evitar los comporamientos «procíclicos«, esto es, los tendentes a repostar en puentes o en momentos de mucha demanda. También son útiles las técnicas de conducción eficientes, que permiten ahorrar un 20% de combustible, y conocer los falsos mitos del ahorro de gasolina
En la diferencia de precios, según el estudio del RACC, es determinante la aplicación del llamado «céntimo sanitario«. La ausencia del este impuesto, que puede alcanzar los 4,8 céntimos por litro, hace que los precios más bajos tanto para la gasolina como para el gasóleo se encuentren en Aragón, La Rioja, País Vasco y Navarra. En total, hay 8.758 gasolineras que ofrecen información sobre precios.
La diferencia de precios en septiembre, mes en que el RACC ha aplicado su estudio de campo sobre 8.500 gasolineras españolas durante un año, indica que entre las comunidades autónomas más caras y las más baratas puede haber un margen de 26 céntimos por cada litro de combustible.
La situación de Baleares como territorio con los carburantes más caros obedece a su insularidad, los costes logísticos que conlleva, la excesiva concentración de dos operadores en la zona y el casi nulo margen para encontrar estaciones de servicio individuales que permitan ofertas beneficiosas para el consumidor.
Otro ejemplo de ahorro, según el estudio, es que un coche con un depósito de 50 litros de gasóleo que recorra 30.000 kilómetros al año pude ahorrarse unos 300 euros se si reposta en una gasolinera barata en vez de en una cara. Los operadores con los precios más caros en la gasolina de 95 son BP y Galp, mientras que en el diésel BP también está en lo más alto, por delante de Repsol. Los más baratos se dan en el comercio al por menor de las llamadas superficies comerciales y en Cepsa, en ambos carburantes.
El RACC advierte en su informe de que los combustibles se han encarecido un 10% en el último año y un 67% en los últimos tres años, periodo en el que un usuario medio ha pasado de dedicar 43 euros al llenado de su depósito a 72 euros en la actualidad.
Durante los últimos 12 meses, la gasolina 95 se ha encarecido un 13.71% y el gasóleo un 11.52%. Al conductor español llenar el depósito del coche, tomando de referencia una capacidad de 50 litros de combustible (gasóleo) le salió a 72 euros de media durante el mes de septiembre, el precio más alto de la historia en España. Tres años antes (mayo de 2009) le costaba 43 euros. Se ha encarecido un 67% en el último trienio.
Y ojo, que los pronósticos indican que tanto la gasolina como el gasóleo experimentarán nuevas subidas en los próximos meses debido a aspectos como la mayor carga impositiva, la próxima desaparición de exenciones para el biodiésel y de la posibilidad de que pueda haber subidas en impuestos como los especiales.
Fuente: RACC