Supongo, o al menos eso quiero pensar, que muchos de vosotros ya estáis pensando en contribuir al cambio de tendencia adquiriendo un vehículo eléctrico y de paso ayudar a la mejora de la salud medioambiental, ya de por sí bastante mermada.
Pues bien, aquellos que pretendían buscar una excusa en la reciente subida de la luz, deben saber que en contra de lo que se pudiera pensar, lejos de suponer un incremento en los costes de alimentación de los vehículos eléctricos, el también llamado «tarifazo» puede tener beneficios, al menos en lo que al sector de la automoción se refiere. De hecho, los que eligan la tarifa bautizada como TUR, antes llamada tarifa nocturna, disfrutarán de importantes mejoras.
Al recargar el automóvil durante el período conocido como consumo valle, que se extiende desde las 22 horas hasta las 12 horas en el período invernal y desde las 23 horas hasta las 13 horas durante el verano, notarán un ahorro considerable de energía.
Si tomamos como referencia la batería del Citröen C-Zero, recientemente estrenado, para una carga completa en hora punta el precio sería de 2,69 euros para una autonomía de 150 kilómetros, mientras que haciéndolo en la hora Valle, el importe se reduce hasta los 0,97 céntimos de euro para idéntico recorrido.
A estas cifras habría que sumarle el término fijo de potencia, establecido en la actualidad en 2,633 euros por kilovatio, aunque al no ser variable entre tarificaciones, es imputable a las dos por igual.
A pesar de todo seguirá siendo más barato que rellenar el depósito de gasolina para 150 kilómetros. Por ejemplo, utilizando un vehículo de los llamados eficientes, o lo que es lo mismo, con un consumo medio de 4,5 litros por kilómetro recorrido, tendremos que desembolsar unos 8, 57 euros, si aplicamos la reciente subida récord de los precios de la gasolina.
Una cifra que seguirá aumentando a medida que avancen los meses, si tenemos en cuenta las advertencias de los expertos, que auguran un año de constantes subidas en el precio de los carburantes fósiles.
Vía: Cochesconchispa