Lunaz, especialista en convertir a eléctricos vehículos clásicos con sede en Silverstone, Reino Unido, ha ampliado su gama de productos con lo que define como “el primer Bentley clásico y eléctrico del mundo”. Se trata de un Bentley S3 Continental Flying Spur de 1961 que sigue una fórmula similar al resto de modelos Lunaz. Es decir, una restauración completa y un tren motriz totalmente eléctrico que apenas se hace perceptible por los ojos.
El negocio de Lunaz −y el de empresas de índole similar− está creciendo a medida que la gente se afianza a tales conversiones. Los británicos anunciaron esta semana una expansión de su planta de producción en Silverstone, que pasará de ser una instalación de 750 metros cuadrados a una de 3.700 m2, y duplicando el número de empleados calificados. Con este anuncio llegó de hecho la noticia de que la conversión de Bentley estaba lista para iniciar su puesta en marcha.
Lunaz ofrece una conversión eléctrica de todos los Bentley Continental fabricados de 1955 a 1965, tanto en sus versiones coupé como Flying Spur berlina. Para los más pretenciosos, el Continental Drophead también está en el menú. Pero, ¿qué encontramos en esa conversión a propulsión eléctrica? Por ahora, una incógnita, ya que la empresa es muy taciturna en lo que respecta a aportar datos sobre la capacidad de la batería, la autonomía o la potencia y el par del tren motriz en cuestión.
Dado que se trata del mismo sistema ya existe para los otros vehículos fabricados por Lunaz, como el Land Rover Range Rover primigenio o el Jaguar XK120, lo que podemos esperar es una batería eléctrica de 80 kWh que ofrezca una autonomía de en torno a 400 kilómetros y un motor eléctrico asociado con 380 CV y 700 Nm. En los modelos Rolls-Royce de tamaño similar es suficiente para llegar a 100 km/h en menos de cinco segundos. En consecuencia, tanto los frenos como la suspensión se han actualizado.
Lunaz restaura estos coches clásicos desnudándolos hasta su esencia, luego escaneándolos en 3D y poniéndoles su “tren motriz eléctrico patentado”, después de lo cual reconstruyen todo el automóvil a mano. No te dejes engañar por su aspecto clásico, porque este Bentley Continental tiene todas las comodidades que uno desearía en un coche actual, tales como un sistema de aire acondicionado y calefacción, Wi-Fi, infoentretenimiento, navegación por satélite y Apple Car Play.
Por supuesto, todos los adornos de cuero y madera de nogal han sido restaurados a mano como parte del exhaustivo proceso de restauración. Las modificaciones visuales por fuera quedan limitadas al esquema de pintura verde en dos tonos pedido por el cliente. El resto de modificaciones se encargan de hacer que un veterano coche inglés de los 60 sea más fácil de conducir y cómodo de usar a diario por “uno de los coleccionistas de automóviles más importantes de Reino Unido”.
Como te podrás imaginar, la calidad de este trabajo tiene un precio, y no es accesible para la mayoría de los mortales; aunque un Bentley Continental tampoco lo es, ya sea nuevo o más viejo. La tarifa comienza en 350.000 libras esterlinas (sin incluir los impuestos locales) con una producción “estrictamente limitada” (cuyo número de unidades desconocemos) y muy exclusiva. Haciendo el cambio de moneda, eso equivale a unos 405.000 euros, mucho más que un Flying Spur a estrenar.
Fuente: Lunaz
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