El clásico Land Rover Range Roveres un ícono del diseño y un todoterreno altamente capaz. Una legendaria máquina inglesa producida desde 1970 hasta 1994 en su primera generación, y que continua hoy en día. Sin embargo, la época que vivió no tenía tanto en cuenta la contaminación, por lo que pasear por las grandes ciudades del presente y fututo con él se hace difícil. Al menos que acudas a Lunaz, la start-up con sede en Silverstone, Reino Unido, dedicada a la restauración modernizada (restomod) de clásicos en eléctricos.
Lunaz está ahora lista para fabricar una tirada inicial de 50 unidades del Range Rover convertidos a propulsión eléctrica, el cual se ofrecerá en dos versiones con dos distancias entre ejes a partir de la modesta cantidad de 245.000 libras esterlinas (270.000 euros, aprox.) antes de impuestos. Al igual que las otras conversiones de la compañía, realizadas sobre un Jaguar XK120 de 1953 y un Rolls-Royce Phantom V de 1961, el Range Rover de cero emisiones comienza su vida con un desmontaje completo y la restauración de la carrocería y el chasis.
Como las demás creaciones eléctricas de Lunaz, el depósito de llenado de combustible original del todoterreno inglés albergará el enchufe de carga. Los diales originales a bordo también se conservarán, aunque se modificarán para mostrar información sobre el estado de carga de la batería y la autonomía restante. Durante el proceso de restauración, los clientes incluso pueden optar por quitar los techos de sus coches, con un diseño que refleja al Range Rover descapotable personalizado utilizado en la película de Octupussy de James Bond (1983).
Habrá dos especificaciones disponibles, llamadas “Town” y “Country”. El primero está diseñado para clientes que desean usar sus 4×4 como un SUV de lujo, e incluye un interior lujoso con un área especialmente cuidada en la segunda fila de asientos, donde Lunaz adaptará una nevera de pequeñas dimensiones para disponer siempre de algo de refrigerio listo. El segundo está dirigido a aquellos que no tienen miedo a manchar la carrocería, añadiendo una suspensión y frenos de mejor calidad o unas barras estabilizadoras más gruesas, entre otros.
Lunaz incluso diseñará el maletero cada unidad y los espacios de almacenamiento en torno a los pasatiempos del interesado, colocando puntos de unión y particiones para adaptarse a cualquier equipo específico. Cada Range Rover eléctrico fabricado por Lunaz también vendrá con algunas comodidades modernas, todas ellas diseñadas para combinar con el interior clásico del 4×4. Las mejoras incluyen Wi-Fi a bordo, un sistema de infoentretenimiento con navegación por satélite, un nuevo equipo de sonido y un aire acondicionado actualizado.
La empresa británica no ha desvelado ningún detalle sobre el sistema de propulsión de su Range Rover eléctrico, pero los modelos anteriores de la compañía incluían una batería de 80 kWh y un motor eléctrico que producía 380 CV de potencia y 700 Nm de par, al tiempo que ofrecía 400 kilómetros de autonomía. Como era de esperar, modernizar un Range Rover clásico con un tren motriz eléctrico no es barato. Con una tarifa que comienza en 270.000 euros antes de impuestos, los primeros ejemplares tienen previsto llegar en verano de 2021.
“La reingeniería, la electrificación y el reciclaje son las soluciones a la urgente necesidad de promover los legados de los coches más importantes del mundo. Añadir Range Rover eléctricos clásicos a la oferta de Lunaz responde a la demanda sostenida de los clientes de una expresión de aire limpio del SUV definitivo”, dice en el comunicado David Lorenz, fundador de Lunaz. “Estos coches serán fieles al original en estética, incomparables en su desempeño y cómodos en uso diario. Dar nueva vida a los clásicos representa una ingeniería vital en el sentido más puro”.
Fuente: Lunaz
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