Habíamos hablado de las novedades que Volvo presentó en el Salón de Ginebra. Volvo no solamente presentó la renovación de su gama de modelos más pequeños, los Volvo S60, V60 y XC60, así como sus coches más grandes, los Volvo V70, XC70, S80 y del Volvo V60 Plug-in Hybrid. También en Ginebra se anunció que el nuevo Volvo V40 ya está disponible en una versión manual D2 (115 CV) con una reducción de emisiones hasta 88 gramos de CO2 por km, con un consumo de combustible de 3,4 l/100 km.
Pero se nos pasó mencionar una interesante novedad mundial de Volvo en cuanto a seguridad, una tecnología que detecta ciclistas zigzagueando inesperadamente delante del vehículo y frena automáticamente el coche. Se llamará Detección de peatones y ciclistas con frenada automática y se unirá al airbag de peatones del V40 o las luces largas que no deslumbran al plan que tiene Volvo para acabar con los accidentes en 2020.
La nueva funcionalidad es una mejora de la actual tecnología de detección y frenada automática y lo equiparán todos los vehículos que cuenten con detección de peatones (que la marca lanzó en 2010). Y es clave, ya que el 50 % de los ciclistas muertos en accidentes de tráfico en Europa han colisionado con un vehículo.
El sistema de Detección de peatones y ciclistas con frenada automática consiste en un radar integrado en la parrilla del vehículo, una cámara situada delante del retrovisor interior y una unidad de control central. La función del radar es detectar objetos delante del vehículo y determinar la distancia a ellos. La cámara determina el tipo de objeto. Gracias al amplio campo de visión dual del radar, se pueden detectar rápidamente peatones y ciclistas. La cámara de alta resolución permite determinar el patrón de movimiento de peatones y ciclistas. La unidad de control central supervisa y evalúa continuamente la situación del tráfico.
El nuevo sistema escanea el área de la parte delantera del vehículo. Si un ciclista que circula en nuestra misma dirección se desvía repentinamente delante de nuestro vehículo cuando éste se aproxima por detrás y la colisión es inminente, se produce una advertencia y la frenada automática se activa. La velocidad del vehículo tiene una importancia considerable en el resultado del accidente y una menor velocidad de impacto supone que el riesgo de lesiones graves se reduzca.
El sistema de frenado automática requiere que tanto el radar como la cámara confirmen el objeto. Así es posible aplicar inmediatamente toda la potencia de frenado solamente cuando es necesario. La tecnología también cubre a los vehículos que circulan por el mismo carril. Estará disponible en la práctica totalidad de los modelos Volvo (V40, S60, V60, XC60, V70, XC70 y S80) desde mediados de mayo de 2013.