A menos de un mes de la apertura de puertas del Salón de Ginebra, los lanzamientos de los fabricantes de automóviles se van adelantando. Uno de los primeros ha sido el del Audi TT RS 2019, el tope de gama del coupé que fue renovado recientemente. Introdujo una serie de cambios menores e incluía las versiones de cuatro cilindros. Pero ahora le toca el turno al tope de gama, al pináculo de este modelo cuyo objetivo sigue siendo ser un total referente.
Si comparamos su diseño con el modelo de 2016, lo cierto es que no hay demasiadas diferencias. Mantiene esas líneas tan angulosas y dinámicas, con un frontal potenciado gracias a la parrilla Singleframe con un marco en color negro mate y el logotipo ‘quattro’ en titanio. Las grandes tomas de aire mantienen su presencia, mientras que el spoiler delantero puede ir en varios colores para hacer contraste, algo que también se puede aplicar en retrovisores (disponibles en aluminio mate, en negro brillante y en carbono).
Sigue manteniendo esas llantas de hasta 20 pulgadas (19 pulgadas de serie) su peculiar diseño. En la zaga también se mantiene un alerón trasero fijo y queda rematado en la parte inferior con las dos salidas de escape ovaladas, ambas señas de identidad de este TT RS. El modelo también estrena paleta de colores, con hasta ocho opciones, en las que destacan el verde Kyalami, naranja pulso y azul turbo (que aparece en las imágenes).
En el interior se aplican los últimos cambios que estrenaba el TT 2019. De serie cuenta con tecnología destacada como el sistema multimedia MMI Navegación plus con MMI touch, que se controla exclusivamente desde el Virtual Cockpit de 12,3 pulgadas, la única pantalla en este interior de cuatro plazas (2+2). También habrá multitud de detalles específicos para la versión RS, como el volante con botones adicionales (para arranque y modos de conducción), los asientos deportivos y algunas molduras.
Una de las mayores cualidades del modelo, que además se mantiene en el Audi TT RS 2019, es su mecánica 2.5 TFSI de cinco cilindros. Es la misma que llevaba su antecesor y también mantiene sus cifras de rendimiento. Eso nos deja con una potencia de 400 CV y 480 Nm de par, nada mal para un vehículo que mantiene su peso en 1.450 kg. También repite con la única configuración de transmisión automática S tronic de siete velocidades y tracción total permanente quattro.
De esta guisa, el TT RS es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (opcionalmente se desbloquea a 280 km/h). Pero ya no solo son las prestaciones dignas de un superdeportivo, sino también un comportamiento mejorado gracias a la suspensión deportiva RS sport plus opcional, que cuenta con amortiguadores adaptativos y que modifica su dureza con los modos de conducción del Audi drive select.
Fuente: Audi
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